El fin de la era del trabajo como principio de una nueva era de libertad


A diferencia del espíritu emprendedor que emergió con el homo habilis como lo mostramos en un post anterior, el trabajo tiene un origen más moderno y es sumamente oscuro pues es el heredero del esclavismo y del servilismo en la era medieval y que fue creciendo hasta la era de la industrialización en donde se definieron jornadas, prestaciones sociales y se reglamentó para dar legitimidad a una actividad que acorrala paradójicamente la libertad del individuo.

La misma etimología de la palabra trabajo lo define todo: viene del latín trapaliare que significa torturar.

Que se considere el trabajo como una bendición es una elaboración compleja y bien elaborada de la ideología que a través de la religión las escuelas y la familia nos han convencido de que el trabajo nos enaltece, cuando en fondo nos inserta en un mundo de dependencia del que es muy difícil salir.

Irónicamente esta elaboración tan afinada está llegando a su fin con la entrada de la cuarta revolución. La llegada de la inteligencia artificial está construyendo un mundo en donde la mano de obra y el talento profesional será desplazado. El trabajo se reducirá y lo llevará a su extinción irremediable.

Nada más que el mismo avance tecnológico está llevando al concepto del trabajo a su fin. No hubo ninguna conspiración, ni revolución, ni siquiera demandas sindicales, todo esto estaba controlado cuando llegó la inteligencia artificial a hacer obsoleto esa magnífica invención del concepto del trabajo.

Por supuesto no desaparecerá del todo, como no ha ocurrido con el esclavismo y el servilismo que aun sobreviven en diversos rincones del mundo. Sólo que no será masivo como ahora. En los próximos tres a cinco años se espera que desaparezcan la tercera parte de los empleos en el mundo desarrollado.; Y esto parece ser el principio

Pero este futuro en realidad no es tan dramático como parece, desde otra perspectiva podría ser una gran oportunidad. El ser humano es por naturaleza emprendedor y la pérdida del trabajo este concepto ideológico tan bien armado podría abrir las puertas para un mejor futuro que el que ahora alcanzamos a visualizar.

Redefinir nuestro futuro con base en nuestros talentos impulsados por la creatividad y audacia que ofrece el espíritu emprendedor y no en la venta de nuestro tiempo de vida reconstruirá no solo el escenario del futuro sino también el propio concepto de modernidad del que se ha apropiado la ideología de la globalización.

La construcción de este nuevo mundo no será fácil, pero tampoco lo fue para los colonizadores que poblaron la tierra cuando se esparcía la especie humana por todo el planeta.;

Comentarios