La guerra secreta en telecomunicaciones


Después de que descubrimos que los voceros de telecomunicaciones en México nos manipularon con la verdad al afirmar que tenían el 98% de cobertura por internet, cuando sólo el 25% del territorio nacional tiene internet.

Internet “estés donde estés” de Telcel fue una falacia retórica publicitaria

Una cifra habla de cobertura, la otra de territorio. La explicación es que la primera se refiere a población conectada, la otra a metros cuadrados. Está claro que en el desierto de Sonora donde no hay poblaciones la cobertura sólo es necesaria en carretera, pero no está tan simple el tema.

Aún no está claro cómo se logra armar la cifra 98% de población con cobertura, al parecer sólo se refiere a población con capacidad de pago y que se haya excluido a comunidades pobres que podrían sumar más del 2%. Todo indica que así es pues de acuerdo con las cifras del INEGI no es el 98% sino el 65.8% de la población mayor de 6 años los que tienen este acceso en el 2018.

Sea como sea se prepara una licitación para instalar 50,000 kilómetros de fibra óptica aprovechando los derechos de vía que tiene la Comisión Federal de Electricidad. El costo no es menor 30,000 millones de pesos, pero se buscará garantizar el acceso gratuito en escuelas, hospitales y carreteras, lo que nos llevará a otro nivel de “estándar internacional”, aunque lo importante será lo que la población podría hacer al estar conectada.

Sin embargo, el proyecto anuncia posibles conflictos importantes, pero no visibles a la vista de personas como nosotros, los peatones.

¿Quiénes serán las empresas que se encarguen de implementar este proyecto?

A las empresas americanas no les gusta invertir en infraestructura. Uno de los grandes dilemas que afrontaron las autoridades en telecomunicaciones cuando se dio la apertura es que los gigantes norteamericanos de telecomunicaciones querían tener derecho a utilizar la infraestructura instalada de la recién privatizada Telmex, sin invertir en lo que se conoce como la última milla, que es el cable que llega a las oficinas y casas.

Más de 20 años después no tenemos cables de fibra óptica de AT&T o de América On Line. En la ciudad de México podemos contratar internet de velocidad aceptable con empresas como Izzi de Televisa, Axtel del grupo regiomontano Alfa o Telmex de Slim.

Ahora el gobierno mexicano licitará la infraestructura, lo que significa que no serán las empresas las que financiarán el proyecto, sino el gobierno. Para las empresas será un negocio, para el gobierno un gasto y para el país una inversión.

¿De dónde entonces el conflicto?



De la preocupación expresada por AMLO de que pudiera declararse desierta la licitación.
Esto significa que los inversionistas mexicanos no parecen muy dispuestos a hacer este negocio. Si tomamos en cuenta los antecedentes históricos tampoco lo harían empresas norteamericanas. La española Telefónica vive un ambiente ácido creado por la intervención creciente de empresas españolas en México, en realidad sería una noticia llamativa que ellos participaran y ganaran la licitación.

¿Quién queda?

Hay un jugador mundial muy importante que podría concursar por su tecnología de punta y precios accesibles. Una empresa que según me he enterado ofrece proyectos a la tercera parte de los costos de empresas norteamericanas, pero que por su mismo éxito se encuentra bajo la amenaza de Donald Trump.

Se trata de Huawei, empresa que en el 2018 reportó ganancias similares a Microsoft o Google. Su liderazgo en equipos para redes 5G ha sido tan impactante que el gobierno de EUA ha hecho una campaña para impedir que gobiernos de todo el mundo usen esta infraestructura.

Y aunque uno puede irse con la finta de que las redes 5G, muy útiles para el internet de las cosas y un gran ancho de banda se refiere a redes móviles para celulares, no se debe de olvidar que este tipo de redes usan en su estructura principal redes de fibra óptica para lograr sus resultados.

Lo que sería la mejor opción en cuanto a precio y tecnología no le gustará a nuestros poderosos vecinos del norte, por lo que será muy interesante conocer al ganador de esta guerra secreta.

Actualización 23 de abril 2019: la guerra aparentemente concluyó. En una conferencia de prensa AMLO declaró que no se metería en la guerra comercial entre China y EUA, por lo que Huawei queda fuera de la jugada. Los jugadores nacionales por su parte han definido el problema como algo que se puede resolver muy rápido, pero que las reglas del juego deberían ser más flexibles, lo que en otras palabras se estaría discutiendo si se deja apoyar a grupos extranjeros para que los nacionales inviertan, aunque sean dominantes

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