Una de las frases de Lao Tse que más me han cautivado es
aquella que dice “Quien muere, pero no perece goza de auténtica longevidad”
Según mi punto de vista no se trata de buscar su
significado literal o etimológico, el pensamiento fue expresado en otro idioma y
quizás modificado con el tiempo, pero no por ello ha perdido su significado.
Pero por años me he aferrado a encontrar una explicación
Morir sin perecer parece imposible. Estamos acostumbrados a
pensar que todo termina con la muerte. ¿Entonces cómo tener longevidad si debemos
aprender a morir?
Probablemente sea de esas enseñanzas que no se logran
aprender del todo. Durante décadas he pensado que se trata de trascender la vida
con las obras que perduran más allá de nuestras vidas breves, pero en últimos
tiempos he aprendido algo diferente.
Morir de tanto en tanto
Si repaso mi vida profesional me doy cuenta de que la
mayoría de mis roles murieron con el tiempo: fui funcionario bancario, académico
universitario, profesor, fabricante de productos plásticos, impresor,
fabricante de ropa, fabricante de productos promocionales, periodista, vendedor,
directivo de algunas empresas, mercadólogo, promotor de educación financiera o
revendedor de productos de madera. Seguramente he olvidado algunos otros roles,
no importa mucho el rigor del recuento
Lo que quiero destacar es que cada uno de estos roles fueron
pasiones profesionales en su momento. Algunas tuve que abandonarlas por razones
personales, otras porque se me cerraron las puertas y algunas más porque
dejaron de ser rentables. Si miro hacia atrás diría que me habría quedado con
la academia, pero en realidad no estoy seguro de que me haya podido quedar
quieto en un solo rol por treinta años.
Y creo que de eso se trata la enseñanza de Lao Tsé, de
aprender a morir, de dejar ir los roles que creemos que nos definen y dejar
espacio para que crezcan otros, diferentes, que nos enseñen a vivir sin
perecer.
Por el contrario, aferrarse a lo viejo es como perecer en
vida. Quedarse anclado sin permitir que la vida evolucione y nos lleve a
parajes desconocidos en donde el aprendizaje esté en cada paso y dirección de
la mirada.
Las muertes recientes
Los últimos 20 meses se han caracterizado por una secuencia
constante de muerte de roles que han dado un giro inesperado a mi vida: la
muerte de uno de mis mejores amigos con el que construía un proyecto
profesional que iba a ser la columna vertebral financiera de mi vida se cortó
casi de tajo; la salida de un directivo de una empresa financiera termina con
un proyecto de 10 años y que tenía esperanzas de evolucionarlo hacía nuevos
retos que la industria ofrecía. Y el cambio más importante: siento que he
cambiado tanto en mi interior que me ha sido imposible enfocarme en una
mercadotecnia que vive un momento diferente al que tuvo su origen. Lo que es más
importante aun, mi ser entero se revela a regresar al mundo corporativo de
empresas y hombres de negocios.
Pero esto no es una queja, en realidad se trata de grandes
noticias. Son sólo muertes de roles, como tantos otros que han ocurrido en mi
vida. Sólo que ahora cuento con la conciencia de este cambio en mi interior y
no puedo negar que estoy viviendo cierto duelo ya que tengo que olvidarme de vivir
en el mundo corporativo y todo lo que ha significado y que definió mi forma de ser,
de vestir y de expresarme por décadas en mi vida.
Estas muertes de roles no fueron difíciles porque algunas las
esperaba y otras fueron dándose lentamente de forma que pude prever lo que estaba
ocurriendo.
Nacen nuevos roles
Simultáneo a la muerte de lo viejo surgía lo nuevo, como una
semilla que germina al principio el cambio no es notable hasta que la planta
luce con fuerza y esplendor al emerger de la tierra. Ahora estoy enfocado a lo
que más apasiona que es la capacidad de crear modos de vida alternativos que
sean tanto o más satisfactorios que lo que ofrece el mundo del empleo y de los
negocios entre empresas. Al menos en una escala humana y de coherencia con el
ser interior.
En realidad, no se trata de nada nuevo, lo he venido
diciendo en mis diferentes menajes por año, lo único que cambia realmente es la
aceptación, que se verá reflejada por lo pronto en dos cambios muy visibles
1)
Este blog dejará de llamarse mercadotecnia alternativa.
Este concepto se quedará encapsulado en lo que he escrito, no se si vuelva a
tocar el tema, pero ahora no se me antoja explicar que hay un cambio
fundamental en la sociedad que no lo convierte en un tema prioritario
2)
El blog se llamará a partir de ahora: vida
alternativa. Y se enfocará básicamente a demostrar que la construcción de otras
realidades es posible si somos capaces de concentrarnos y resolver nuestros conflictos
internos.
He vivido por momentos en esa vida alternativa, pero la
realidad social me regresa con sus herramientas propias: la ciencia, las
noticias oficiales, la economía y la política. Estas instituciones son tan
poderosas que nos mantienen viviendo una realidad que nos hace infelices, pero
en la que creemos casi absolutamente.
Uno de esos momentos fue lo que relato en el libro que escribí
“Al Filo de Precipicio”, pero fue algo que viví como una revelación, como una
epifanía. Eso ocurrió hace más de 10 años y durante este tiempo he tratado de
regresar, unas veces con éxito y otras no tanto, pero en todos esos intentos
aprendiendo hasta que ahora sé lo que debo hacer para poderlo convertir en una
vivencia constante.
Libro gratis
Habrá muchos cambios que iré dando a conocer poco a poco,
pero el primero es regresar al sentimiento de generosidad que dio origen a ese
libro: será gratis para quien me lo pida. Muchas personas dicen que les ha sido
útil, espero que lo siga siendo para más personas.
Solo contáctenme por cualquier medio para entregar el
obsequio sin condiciones.
Tengo la esperanza que la longevidad me lo permita y la
ilusión de haber entendido a Lao Tse.
Comentarios