Anoche tuve un sueño que recuerdo con tanto detalle que lo conservo en mi memoria como si hubiera sido real. Se trata de una manera torturante y erótica de conocerte, visitando tu cama para ser testigo de tu belleza absoluta. Las reglas de esa visitan fueron estrictas y empáticas, no había espacio para la trampa o la retórica. Pero si para le entrega absoluta al placer del deseo y de la observación detallada y sensual.
Y en mi sueño la fantasía se hacía realidad. A pesar de la distancia estuve en tu habitación y te vi: desnuda.
Aun no tengo palabras para describir la experiencia. Sólo sé que descubrí con sorpresa que tus labios juegan un papel protagónico.
Vestida tus labios despiertan la idea de que bajo tu piel se oculta la sensualidad plena, la voluptuosidad exquisita, la belleza realizada.
Desnuda tus labios son los anfitriones perfectos, la promesa cumplida, el sello que se traduce en el testimonio de que tu piel se concreta en curvas hipnóticas, en erotismo refinado, ellos son la entrada a mi paraíso impensado
Tu manera tan delicada de conocerte rebasó todas las expectativas. Ahora soy un fantasma sublimado, etéreo que regresa a su realidad sin poderse explicar que fue fantasía, que fue sueño y que realidad.
No lo indagaré. Me quedaré con esta sensación flotante, sin atreverme a mirar atrás en los mensajes enviados. Llevo ya impreso en mi esencia tu belleza sublime.
:Photo by Shot by Cerqueira on Unsplash
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