La ruta del extraño es el camino de la nueva globalización


Si el calentamiento global sigue su curso, el fenómeno de la migración de Centroamérica continuará. Y es algo que deberíamos tener claro, ya que todo parece indicar que no habrá fuerza capaz de detener este fenómeno.

Expertos, cuando explican el fenómeno de la migración, aluden razones multifactoriales entre las que sobresalen las económicas, políticas y violencia en esa zona, pero además de esas razones una causa de fondo está en el clima.

No deberíamos olvidar que a pesar de nuestro sedentarismo, el origen de la humanidad se dio en movimiento, sus antecesores fueron nómadas, así evolucionamos como especie y según la ciencia actual, por fenómenos de cambio climático el hombre llegó a América. Somos seres migrantes.

Las fronteras geográficas y las leyes migratorias son demasiado nuevas para afrontar un elemento fundamental de la humanidad, Nos movemos de forma constante, nos impulsa el deseo de encontrar mundos mejores y así ha sido por millones de años, antes de la historia, antes del lenguaje, antes de las naciones.

De modo que los relativamente nuevos inventos como la propiedad privada, el nacionalismo y las leyes, instituciones y teorías que los sustentan son demasiado nuevos para modificar nuestra naturaleza migrante.

Si fuéramos seres realmente sabios ya habríamos descubierto que hemos cometido una serie de equivocaciones a partir de que se creó el concepto de propiedad privada, lo que dio pie a las tribus sedentarias, a los territorios, aldeas, países, guerras, pero sobre todo, a la depredación de la naturaleza. El hombre concibió a la naturaleza como suya y la ha usado a su antojo, destruyéndola en el proceso.

Pero no somos tan sabios como pretendemos (a pesar de que el auto designado nombre de nuestra especie así lo indique), por lo tanto el reconocimiento de que la propiedad privada ha sido un error en la evolución de la cultura humana es una utopía.

Pero si queremos tener una respuesta a los retos que afrontaremos en el futuro, es momento de dar vuelta en U y regresar un poco, al menos al momento en que se concibió que los indígenas son seres que hay que integrar a la (hoy putrefacta) civilización.

Las poblaciones indígenas que aún sobreviven no son ignorantes más que de nuestra cultura, porque ellos son herederos de otra que ha tendido, ahí sí, la sabiduría de convivir y no luchar con la naturaleza. Por eso la civilización capitalista los considera atrasados, porque no sacan tanta ventaja de la naturaleza, la han sabido respetar.

Si queremos afrontar el futuro, deberíamos al menos tragarnos una dosis de humildad y dejar que los pueblos herederos de culturas viejas se autodeterminen y decidan su destino propio sin la asistencia de la civilización moderna, solo la colaboración que también es esencial en la humanidad.

No voy a explicar cómo es que algunos científicos y visionarios están descubriendo que es mejor respetar a las culturas indígenas en lugar de integrarlas y porque ellos tienen más autoridad y conocimiento para preservar la naturaleza. Mejor los remito a un artículo que habla de ello. Aquí


Al igual que al gobierno federal actual las ONG, mal denominadas como Sociedad Civil, generan mucha desconfianza, así que con muchos dudas estoy suscribiéndome como simpatizante de la ONG Survival International, pero sus principios me parecen impecables, sobre todo por el hecho de defienden el derecho de autodeterminación de los pueblos indígenas y su derecho sobre las tierras que han habitado.

En México se habla 69 lenguas (incluido el español) por lo que 68 lenguas son originarias. Lo que nos coloca en el segundo país en América con mayor número de lenguas vivas, el primero es Brasil cuyos indígenas se encuentran bajo amenaza por planes de industrialización

De las 68 lenguas las más importantes son en Náhuatl y el Maya. La mayoría de las lenguas se ubican el sureste del país.

Con estos números se puede decir que tenemos un tesoro por descubrir de sabiduría, pero quizá no nos dé tiempo de rescatarlo, pues muchas de esas lenguas se están dejando de hablar y la población hispanoparlante en su mayoría muestra actitudes racistas y de discriminación. Incluso las personas con deseos de respetarlas piensan en términos de rescate, de educación y de asistencia, cuando lo que necesitan es respeto y autodeterminación.

Esto no quiere decir que el asilar las culturas sea la clave de la sobrevivencia. Por el contrario, necesitamos integrar a todas, no suprimirlas con una cultura dominante, por demás depredadora y creadora de ricos y pobres. Y esta globalización requiere primero del conocimiento, respeto y aceptación del otro, del extraño.

Rolando Pauccar Calcina un indígena Q'ero sobre quien ya escribí antes, explica en este vídeo su visión del origen de la humanidad y la forma en como se está integrando a la globalización. Hay una gran sabiduría exquisita en las palabras de este indígena. Su relato sobre el significado de sus textiles abre la puerta para una explicación más contundente sobre la apropiación cultural, no se trata sólo de combinación de colores y formas, hay un relato histórico en esos textiles, la historia misma de su civilización.



Es momento de respetar al otro, aunque sea extraño palabra que con el tiempo derivó en extranjero.

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