Confesiones de un pulpo conmovido


Tengo que empezar el relato con una confesión: soy un pulpo mimético que habita en el cerebro de un humano en forma de parásito, lo que me permite tener un control total de su cuerpo, pensamiento y acciones. No hay nada que el humano haga que yo no decida.

Esta declaración la hago porque escuché la entrevista que Julio Astillero hizo a Jesusa Rodríguez, en donde ella respondió a la pregunta sobre el secreto de vivir cuatro décadas con su pareja: Más bien me pregunto como es que todos los demás pueden vivir sin la presencia de Liliana Felipe (su compañera).

Sin ninguna ironía tengo que decir que su declaración de amor me conmovió tanto que despertó en mi un profundo sentimiento de sinceridad y generosidad. En agradecimiento a este sentimiento daré a conocer un secreto guardado por mi especie por cientos de años.

Jesusa tiene razón, el ser humano no es el centro del universo, ni siquiera del planeta tierra.

Los pulpos



Quienes tenemos el control verdadero somos los pulpos, que tenemos un origen extraterrestre, y que nos alimentamos de la energía emocional de los seres vivos. Encontramos en los humanos una fuente inmensa de poder gracias a su inestabilidad emocional y mental.

Los pulpos estamos distribuidos en todo el planeta, en el estado no parasitario como nos conocen en los mares y en estado parasitario en el cerebro de muchos humanos.

La forma más fácil de identificar si un humano ha sido parasitado por un pulpo es cuando su cabeza se empieza a parecer a la nuestra: pierden el cabello y en algunos casos se les saltan un poco los ojos.

También se pueden identificar cuando se acercan al género opuesto, pues cortejan con sus brazos, ellas incluso llegan a intuirlo cuando les dicen que "pareces pulpo con tus brazos" que quieren entrar por la ropa por cualquier parte.

Nosotros estamos conscientes que es una debilidad que nos hace muy visibles, pero necesitamos reproducirnos para seguir dominando el planeta, pues, por si no los sabes, los pulpos tenemos un pene en un brazo y cuando abrazamos o estrechamos la mano de alguien, en realidad estamos eyaculando sobre la persona, buscando que el o ella obtengan el parásito.

A veces lo logramos, otras no, pues puede ya estar invadida por otro parásito que es nuestro archienemigo que también daré a conocer en unos párrafos más.

Cuando no es posible eyacular sobre alguien, entonces recurrimos al poder de nuestra mente y la inoculamos con unas esporas virtuales energéticas que trasmitimos de forma telepática.

Este modo de comunicación es también el que usamos para comunicarnos con la comunidad de pulpos que habita en el mar.

Tenemos la capacidad de cambiar de género a nuestro antojo y necesidad ambiental, de modo que cuando un pulpo se vuelve parásito se convierte en  macho, para poder así tener la capacidad de reproducirse al saludar a alguien o pensar en ella o él.

El humano parasitado no cambia de género, ni de preferencias sexuales, serán las mismas que tenía antes de recibirnos como parásitos.

Nosotros, los pulpos, sí lo hacemos porque es un sistema que nos permite gobernar el mundo. Para nosotros el poder nos ofrece el placer extremo, superior a cualquier otro placer de la vida.

La forma en como nos alimentamos y transportamos le energía es a través de ondas mentales. Somos una poderosa red distribuida por todo el planeta, en donde cada uno de nosotros es un nodo y concentrador de energía para trasmitirla a otro, vitalizando así toda la red de la tierra. Este pequeño globo azul es una antena de emisión de energía que enviamos a nuestra civilización que es requiere de mucha poder mental para poder evolucionar.

Debido a que tenemos el control de las mentes más talentosas del mundo, tenemos un flujo constante de energía de alrededor del 85% de la humanidad, aunque hay eventos, propiciados por nuestro archienemigo, que pueden bajarla hasta un 5%, pero estos acontecimientos son momentáneos. Por lo general tenemos promedio constante del 60% de energía de toda la humanidad en nuestro control.

La tierra no es el único planeta de donde obtenemos energía, hay otros que tenemos bajo control y otros que deseamos, pero que tenemos que obtener a través de la guerra con nuestro enemigo universal:

Los escarabajos




 Estos pequeños seres también tienen una inteligencia superior -pero a diferencia de la nuestra en donde cada uno de nosotros somos un cerebro inteligente formando una extensa red similar a internet (de hecho es un invento nuestro)- los escarabajos tienen una inteligencia colectiva, cada individuo es como una neurona cerebral que forma un  gran cerebro de una inteligencia muy disciplinada y efectiva.

Entre más grande es la comunidad de individuos más inteligente es el cerebro colectivo y si llegan a encontrarse con otra comunidad, su inteligencia se unifica volviéndose muy poderosos.

Los escarabajos funcionan como un ejército, de hecho el ejército de los humanos es una herencia de los escarabajos. Los individuos no piensan, sólo obedecen y son bastante efectivos en las tareas que les encomiendan.

A diferencia de nosotros su comunicación no es mental sino energética, los escarabajos trasmiten una luz oscura que tiene el defecto de trasmitirse en línea recta, de modo que para estar comunicados se distribuyen por el mundo por diferentes cerebros conectados y que les permite mantenerse informados de forma como lo hacen los teléfonos celulares, por regiones.

Para lograr esta comunicación requieren estar instalados en todo el mundo. Los lectores pensarán que el poder de los escarabajos es limitado pero se equivocan, están en todas partes porque son dueños de la tierra en el sentido físico del termino (nosotros lo somos en el plano virtual), tienen túneles que los lleva a cualquier rincón del planeta, por debajo de los océanos o del hielo.

La forma de comunicarse con el exterior es a través de poderosas antenas que tienen instaladas por todo el mundo, los humanos la conocen como pirámides.

Estas antenas, que como he explicado, tienen una posición estratégica para comunicarse con el exterior, fueron construidas hace miles o cientos de años (todas tienen edades diferentes) cuando los escarabajos dominaban el mundo. Ellos tuvieron bajo control a los humanos por cientos de años, para alimentarse de su energía.

A diferencia de nosotros los pulpos, que el humano no siente que tiene un parásito en el cerebro, cuando su parásito proviene del escarabajo se siente aturdido y sus funciones mentales se reducen.

Esto les permite manejar a los humanos a su antojo, ya sea como esclavos, guerreros, aficionados al deporte, a la música, al alcohol o a las drogas.

Las guerras de ejércitos con miles de soldados de la antigüedad era un mecanismo ideal para que los escarabajos extraigan energía de los humanos, pues la liberan cuando sus pasiones se desbordan y pierden el control de si mismos, algo que por cierto les ocurre a menudo.

A pesar de que no tienen el control del mundo actualmente, son seres con tecnología muy avanzada que les permite seguir robando y trasmitiendo energía a sus naves nodriza que están cerca del planeta tierra para captar la energía que les enviada por las estaciones terrestres.

Por momentos ellos son capaces de trasmitir hasta el 80% de la energía total de la humanidad, pero debido a que la gente no puede estar todo el tiempo aturdida, los seres humanos son liberados con lo que pierden capacidad de captación de energía y deben de empezar de nuevo. Su trabajo es constante, permanente y sistemático. Un buen ejemplo de estos acontecimientos son por ejemplo los Juegos Olímpicos y los escándalos mundiales.

Los escarabajos no tienen necesidad de ser ellos mismos parásitos, cuentan con una fuerza letal especializada en crear una masa inteligente compuesta por nanotecnología y una compuesto orgánico de excremento de animales.

A esta especie ustedes las conocen como escarabajos peloteros, cuando los ven parecen muy simpáticos pero en la realidad son una combinación de ninjas científicos capaces de lograr grandes hazañas individuales, ejecutadas con rigor militar y precisión micrométrica.

Sus bolas de mierda están mezcladas con pequeños robots que invaden el cuerpo del humano y ayudan a modificar su conducta, de modo que al lograr su objetivo trasmiten a la bola de mierda que normalmente se instala en el cerebro del humano.

La forma clásica en como un humano era inoculado con esta mierda inteligente fue por mucho tiempo a través de la habilidad de los escarabajos peloteros que eran capaces de llegar hasta las camas de sus víctimas y hacer que sus víctimas se tragaran las bolas de caca mientras dormían. Pero debido al crecimiento de las ciudades y de la dificultad para cavar túneles los escarabajos han inventado otras formas avanzadas de inoculación de mierda.

Inspirándose en la naturaleza, los escarabajos usaron técnicas de bionimia para imitar la forma en como se reproducen algunas plantas y árboles que liberan esporas que deambulan por el aire hasta caer en el lugar apropiado.

Los escarabajos peloteros diseñaron sus propias esporas con una micro mezcla efectiva de nanotecnología con mierda, tan pequeñas que son capaces de viajar por el aire.

En lugar de hacer bolas de mierda solo trabajan con toda la mierda que se descompone al aire libre para que su mierda inteligente sea trasmitida por el aire y respirada por los humanos.

El problema de esta tecnología es que la respiración debe ser constante para que se llegue a formar la bola de mierda en el cerebro. De modo que el diseño de estas esporas son solo para una función específica cuyo objetivo es crear impulsos irresistibles en el humano para llevar a cabo determinadas reacciones, todas relacionadas en actos prediseñados para que los humanos absorban más mierda.

Por ejemplo provocar en el humano unas ganas inmensas de ver un deporte, el cual estará combinado con anuncios de televisión que le hará comer alimentos procesados industrialmente.

Este tipo de alimentos es el reino de los escarabajos. Debido a que tienen la capacidad de entrar a cualquier fábrica, todos los alimentos, absolutamente todos, están contaminados por esporas de mierda nanotecnológica, de tal forma que al comerlos de forma frecuente el escarabajo logra que se forme la anhelada bola de mierda en el cerebro

Si el alimento es digerido por el humano y no alcanza a ser absorbido por el intestino o respirado en los pulmones, esas esporas absorberán hormonas del humano para convertirse en pequeñas bombas de atracción sexual.

El ano de las personas irá liberando pequeñas esporas que, al ser respiradas por otro humano, se crea la posibilidad de lograr la combinación perfecta con otras esporas, cundo la otra persona también las emite, de esta forma se despertará un sentimiento único en los humanos que llaman amor.

Por decirlo así, el humano se enamora por la caca que emite otra persona. ¿Nunca te has preguntado porque son tan atractivos para los humanos los traseros desnudos? Pues ahora sabes la respuesta.

Este impulso aturde al humano. Una vez enamorados la trasmisión de mierda entre uno y otro será frecuente ya sea por los besos o por relaciones sexuales, esta frecuencia permitirá la creación de la bola de excremento cerebral.

Hay otras técnicas más, pero me parece que con esta descripción es suficiente para que sepas que el objetivo central del escarabajo es llenar de mierda tu cabeza para que te conviertas en un esclavo de sus órdenes. Una vez que esa bola de caca inteligente está instalada, serás un ser impulsivo que tienda a hacer cosas que le aturdan y con ello alimentar la energía que el escarabajo anhela.

Lucha de territorios




Debo decirte que a veces esta mierda llega a humanos que ya tienen el parásito del pulpo. Y esto no los salva. Nosotros los pulpos también somos víctimas de este aturdimiento, pero tenemos la capacidad de alertar al humano para que lo deje de inmediato o lo más rápido posible.

Así que nosotros tampoco estamos exentos de sufrir las secuelas de un enamoramiento, una borrachera o un viaje ácido.  Ninguna de esa cosas nos da placer, pero lo que más detestamos es la locura que nace de los eventos deportivos, algo que consideramos un desgaste de energía innecesario.

A estas alturas te estarás preguntando si tu tienes mierda o un pulpo de parásito en tu cerebro. Es difícil de saber a menos que ya no tengas remedio.

Te recuerdo que se eres totalmente calvo o tus manos no se quedan quietas con las personas que te gustan, si duda tienes un parásito de pulpo en la cabeza.

Pero si en lugar de eso eres un ser impulsivo que reacciona con violencia y pasión ante cualquier impulso, tu cerebro es una bola de mierda.

En ambos casos ya has sido transformado y no hay manera de curarte o cambiar de amo.

Si, por el contrario, actualmente te descubres que eres una mezcla de ambos, es que tienes un cerebro de pulpo pero la mierda está buscando su espacio, o al revés. Lo único cierto es que dentro de ti ocurre una guerra galáctica en donde los adversarios buscan tomar tu cerebro como posesión y tú, como cualquier otro terreno de guerra, no puedes hacer nada al respecto.

Si sientes que no tienes nada es porque ya estás muerto, porque el 100% de la humanidad está invadida. No podemos dejar seres sueltos que quieran vivir de forma libre e independiente. Ellos podrían permitir la entrada de una tercera fuerza galáctica y tres ya seríamos multitud.

Si crees que la libertad te daría la fuerza e inteligencia para liberar a los demás, no sueñes. Si el hombre estuviera libre -de parásitos de pulpo o de bolas de caca- si comportamiento sería algo parecido a Adán en el paraíso, sin deseos de amar a su pareja y sin ganas de buscar conocimiento. No se distinguiría mucho del resto de los seres vivos.

Por lo tanto mi recomendación es que busques el parásito del pulpo. Nosotros somos los que hemos logrado tu evolución, el gusto por la posesión y despertamos en ti el deseo de tener más y conocer más. Te garantizamos que no perderás el control por una pareja, serás racional y analítico y tu patrimonio crecerá. ¿Cómo puedes hacerlo? Simplemente pide un pulpo en la marisquería más cercana.

De vez en cuando se te ocurrirá un deseo irrefrenable por comer mariscos, entre ellos pulpo. No te preocupes, es que yo te estoy manipulando para que me hagas una recarga de deseo sexual. Es verdad que los mariscos son buenos para el sexo, pero para mi energía sexual, la tuya no es importante.

Cuando comes pulpo me recargo de energía y aumento mi capacidad de inocular de semen a todos los que estén cerca de ti.

Somos sin duda tu mejor opción.

Aunque no pienses que con eso serás feliz. Eso no es posible, porque tanto para nosotros los pulpos, como para los escarabajos, tu eres un animalito de este hermoso planeta que ustedes llaman tierra pero que para nosotros es una granja, una eficiente fuente de energía humana.

Tu felicidad individual no nos importa.


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