Ni siquiera con una fuerte base moral, espiritual e intelectual, se podría evitar que se filtre unas luces de vanidad. Nadie como él y es verdad. Además tiene en el futuro otras tres o cuatro décadas para hacer mucho más lo que logró en solo una.
¿Qué podría plantearse una mente así como un paso hacia adelante a seguir? Si su búsqueda fuera el poder, siendo propietario de una empresa que supera en ingresos el PIB de algunos países, que tiene presencia mundial, lo natural seria una fase previa al control del mundo. O al menos al ser tan fuerte e independiente como ninguna otra corporación existente.
Sueños febriles que quizá puedan equipararse a los que tuvo Alejandro Magno
Lo que escribo es mera especulación. No tengo ninguna base para afirmarla. Sólo que cuando leo noticias de los planes de Facebook no puedo evitar pensar en esto: Zuckerberg quiere más poder, más dinero, más independencia. ¿Qué puede desear además de tener 2,271 millones de usuarios de todo el mundo, es decir el 30% de la humanidad?
Ya se dueño de la información sociodemográfica de sus usuarios y las personas cercanas a ellos. Ya tiene miles de clientes cautivos, empresas que compraron la idea de tener presencia en su red social y que ahora debe pagar para que sea vista. ¿Qué más podría obtener? Desde esta perspectiva es natural que piense que el siguiente paso puede ser tener una fracción del intercambio de dinero que estas personas realizan entre si y con otros negocios.
Para lograrlo necesita tener una razón que motive a las personas a hacer este intercambio en los términos que le convenga a Facebook. Una moneda puede ser. Imaginen el potencial. Una moneda de fácil intercambio en cualquier parte del mundo, en donde con la simple compraventa se ganaría millones. Pero que además sería fiduciaria, es decir no requiere ningún otro respaldo que la credibilidad de la gente en la moneda de Facebook. Es una jugada ganadora pensar que la gente creería en una moneda de esta red social. Tiene todo para ganar esta credibilidad.
La moneda de Facebook podrá almacenarse, en billeteras digitales, comprar en tiendas probablemente tanto físicas como virtuales o intercambiarse, todas estas operaciones dejarán valor a la red social convirtiendo a este proyecto en un un lucrativo negocio para Facebook, con el riesgo de que muchas Fintech que tienen nichos de negocio en algunos de estos sectores en localidades del mundo específica sean desplazadas.
Para que sea aun más creíble se anunciará como criptomoneda, lo cual es difícil de explicar, porque el blockchain es una cadena de bloques distribuida en la red, mientras que una moneda de Facebook tendría que ser centralizada. Ha trascendido que estará ligada al dólar, lo que no sólo le sacará del mundo especulativo en donde han caído las criptomonedas, sino que además será una mezcla de una moneda virtual emparentada con otra virtual pero considerada real, como es el dólar. Un engaño que sufrimos todos los ciudadanos del mundo.
Al parecer el adjetivo de "cripto" se debe más al cifrado con tecnologías basadas en cadenas de bloque, no del todo distribuidas pero con altos estándares de seguridad. En este terreno el dueño de Facebook y sus asociados tienen todas las de ganar pues cuentan ya con la confianza de sus suscriptores que se han mantenido en la red social a pesar de que se ha demostrado una y otra vez que se recopila información personal para fines comerciales.
Sin duda será un proyecto ganador. Expertos en big data han usadoFacebook como una plataforma útil para modificar comportamientos..Con la información que fue publicada en esta red social en años recientes los estrategas de mercadotecnia lograron que la gente votara por candidatos que expresamente demostraban ir en contra de sus intereses. Por lo tante hacer creer que una moneda de Facebook sería confiable es en realidad un reto sencillo.
Otra industria amenazada con este proyecto es el sector bancario, que dejaría de ser intermediario, al menos el mercado local. Si Zuckerberg se ve obligado a aliarse con plataformas de pago institucionales como Visa o Mastercad para hacer legal su negocio y llegar a un público más amplio, quienes quedarían fuera del mercado serían todos los bancos locales, que no tendrían nada que ofrecer ante una oferta de esta naturaleza, que además simplifica la vida de sus usuarios.
Desde esta perspectiva los gobiernos tendrían que enfrentar un nuevo dilema de la globalización ¿Dejarán de recibir impuestos por transacciones comerciales locales? Hasta ahora los bancos han sido una forma de aterrizar cualquier transacción de comercio electrónico en moneda local y es por lo mismo una forma de integrarlos al esquema de impuestos locales.
La reciente integración al ISR de los choferes de Uber es una muestra de cómo las plataformas colaborativas no han respetado las leyes locales y como los gobiernos se ven obligados a reaccionar debido a la inequidad en el tratamiento fiscal de los jugadores en estas plataformas.
¿Cómo controlaría un gobierno local en una plataforma que sin lugar a dudas evitaría transacciones oscuras de mercados ilegales, pero podría saltarse ciertos detalles de impuestos o de registro de transacciones comerciales de interés para los estados de cada país?
En el ámbito del marketing el ciclo se cerraría prácticamente con la participación de una sola empresa. Desde la segmentación del consumidor casi personalizada de la que es capaz la plataforma social hasta el conocmienot de sus finanzas, usos costumbres, anhelos y sueños,
Facebook tiene todo para convertirse en una poderosa máquina de marketing, publicidad, comercio electrónico, banco y asesor financiero en un solo servicio. Con los avances de la inteligencia artificial el consumidor ya no tendrá que buscar, comparar o decidir. Sólo tendrá que abrir la boca para comerse lo que la sofisticada tecnología le está ofreciendo. Su bolsillo no, porque ya estaría abierto de antemano.
Insisto es sólo mi imaginación, pero no puedo dejar de pensar que es un paso más hacia el control del mundo. Casi siento que estoy viendo un caricatura de Pinky y el doctor cerebro
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