Probablemente los haya, pero están de algún modo silenciados por el ruido que ha provocado la 4T.
Para los mexicanos la 4T significa la separación del Estado del capital privado, algo necesario porque la fusión de estos poderes provocó un estancamiento económico y deterioró la calidad de vida de la mayoría.
Hay que hacerlo sin duda, pero mientras este cambio estructural ocurre, si es que se concreta, el mundo corre a pasos agigantados hacia la 4RI (Cuarta revolución industrial).
La 4RI es el nuevo tipo de empresa que se creará con la llegada de la inteligencia artificial. Desde el punto tecnológico y de productividad es realmente una revolución maravillosa, pero tendrá el costo de pérdidas masivas de empleo, especialmente en los países con estados más débiles como el nuestro.
Estas son las fases:
- Revolución industrial inglesa del siglo XVIII
- Producción en cadena (Ford)
- Llegada de los sistemas informáticos
- Inteligencia Artificial
Todas ellas tienen en común que nuevas tecnologías mejoran la eficiencia de productos y servicios. Sin duda son pasos evolutivos de la humanidad. Y nadie puede detener la evolución, como nadie pude detener las tres anteriores o los cambios que las tecnologías han traído a la historia de la humanidad como el aprendizaje para pulir piedras, el uso del fuego, el hierro.
Por lo tanto la pregunta no es cómo detenerla sino como adaptarse a los nuevos cambios que vendrán, porque la inteligencia artificial desplazará millones de empleo en todo el mundo. En el corto plazo se espera que una de cada tres empleos que existen actualmente desaparecerán. Y esto es apenas el principio.
El problema con la 4RT es que la posibilidad de evolucionar gracias al talento se reducirá a un pequeño grupo de programadores. El resto será superado por una inteligencia superior, más preparada, sin demonios en sus mentes, sin emociones, solo eficiencia productiva.
Quienes resultarán beneficiados son aquellos que tengan la posibilidad económica de adquirir esa tecnología, pues la inteligencia artificial trabajara para ellos. La producción de riqueza estará a su cargo y lo hará muy bien.
Éste es el reto para resolver, no el de la llegada de la inteligencia artificial.
Pero éste es un problema enorme. El comunismo como lo ideó Marx sería una solución, pero es un sistema que fracasó porque el corporativismo también es un modo de organización ineficiente que se vio obligado a evolucionar.
Pero esta nueva evolución se enfrenta a un nuevo tipo de corporativismo, si es que se le puede llamar así: organizaciones privadas con intereses particulares pero con presencia en todo el mundo. Más grandes que muchos países y con capacidades jurídicas, económicas prácticamente ilimitadas.
Estas corporaciones privadas son las que serán dueñas de la inteligencia artificial, pero ya no necesitarán ser grandes por su numero de empleados, sino por la capacidad de riqueza que es capaz de generar.
La solución ideal es fantástica, si van a desaparecer uno de cada tres empleos podemos entonces trabajar dos terceras partes de lo que trabajamos hoy, ganando lo mismo o más.
Pero es una utopía, las corporaciones mundiales querrán más retorno de inversión, no repartir sus riquezas al resto de los humanos.
Algunos países más avanzados tecnológicos y económicos están discutiendo el tema, la idea de una pensión universal podría resolver todo, aunque aún hay mucha oposición y no sabemos si todas las corporaciones lo aceptarán. Podrían simplemente decidir crear una isla artificial y separarse de cualquier legislación existente y crear sus propias reglas.
Pero suponiendo que la racionalidad impere ¿cómo se llevará a cabo esta organización? Serán los estados a través de sus gobiernos los que liderarán el cambio.
Y esto nos regresa a las 4T que está ocurriendo en México. ¿Está el gobierno preparado para la llegada de la Cuarta Revolución Industrial?
En los discursos de AMLO no hay mucho que pueda ayudar a conocerlo. La lucha por la separación del Estado con el sector privado parece ocupar todo el tiempo.
Tampoco hay una cabeza visible y dentro del gobierno que se enfoque a este reto. Ni en la Secretaría del Trabajo, ni el Conacyt.
El responsable sin embargo podría ser Raymundo Artís Espriú, Coordinador de la Estrategia Digital Nacional, pero hasta ahora los esfuerzos y consultas que han hecho, en el programa que preside, están orientados a la integración de la inteligencia artificial a la administración pública, un proyecto interesante pero que no toma de lleno el problema que implica la llegada de la 4RI a la economía.
La carencia de una visión es un motivo de preocupación, pero no podemos afirmar que no exista, sólo que aún no se ha hecho pública o difundido adecuadamente
El experto en geoestrategia Alfredo Jalife insiste en todas sus conferencias de lo declarado por Vladimir Putin respecto a la inteligencia artificial: quien gane esta carrera dominará el mundo: y los tres punteros que luchan por el puesto es EUA, Rusia y China.
Gracias a las conferencias mañaneras de AMLO, lo que tenemos claro es que el presidente está convencido de que EUA es un ente demasiado poderoso para enfrentarlo directamente. Se harán los cambios que sean posibles, pero se evitará en lo posible cualquier conflicto con ese país.
No hay oportunidad ni espacios para más, estamos en el camino de lo posible, no de lo ideal.
Pero esto significa que como país nos alineemos al jugador más cercano que -por más necesidad que por gusto es nuestro socio natural, pues estamos dentro de su círculo de influencia-. México buscará mantenerse al margen de la lucha comercial de EUA contra China y es probable que tampoco quiera asociarse con Rusia para este tipo de desarrollos.
En el horizonte está lo que conocemos los corporativos estadounidenses que por décadas han definido el avance digital en México y su papel en esta estructura.
En este entorno, aunque parezcan mundos distante, quizá lo mejor que nos pueda pasar, ante la llegada de la 4RI, es que se consolide la 4T,
Los programas sociales de apoyo a campesinos, grupos vulnerables, estudiantes y jóvenes están más el lado de la pensión universal, que se discute en otros países, que del proyecto de abandono que el neoliberalismo planteaba a los mexicanos, quienes estaríamos pagando las consecuencias de esta pérdida de oportunidades por flojos e ignorantes.
La 4T así planteada nos ayudará a mitigar el daño a los empleos que se darán por la llegada de 4RI, pero no hay nada que apunte a que tengamos un papel, aunque sea mínimo en desarrollos de Inteligencia Artificial. Si la vamos a usar lo más probable es que la tengamos que comprarla como siempre a los corporativos de EUA, quienes seguro ya tienen esto como un ingreso seguro en sus pronósticos de venta.
Jalife tiene razón cuando sugiere al gobierno de AMLO que se cree una secretaria enfocada el desarrollo tecnológico, una que aglutine muchos talentos dispersos y mal pagados que hay en México. No partiríamos desde cero.
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