Anunciantes no rematen a los medios tradicionales



Los medios tradicionales la tienen cada vez más difícil. Desde que surgió internet, y la posibilidad de medir el tráfico, el negocio de los medios tradicionales ha venido decayendo, dejando en su camino infinidad de medios de comunicación muertos, principalmente revistas, periódicos y algunas estaciones de radio.

En los últimos años el problema se ha agudizado, pues la manipulación de la información que hacen los medios tradicionales ha puesto en jaque su credibilidad, la gente da más crédito a la información que no trasmiten profesionales. ni expertos, porque ellos parecen más auténticos.

Esto se ha traducido en una caída en los tráficos de los sitios periodísticos, por lo que su conversión de medios a impresos a digitales no muestra signos de que les vaya a ayudar de su crisis de rentabilidad.

¿Y cual ha sido la respuesta de los anunciantes?



Por lo que podemos apreciar, están exigiendo más a los medios, los cuales ante de su debilidad tienen que aceptar anuncios que son realmente invasivos. Tanto que casi no hay espacio para la lectura.

Esto me ha pasado con muchos medios digitales, a tal grado que me veo obligado a dejar de leer la nota porque el texto se mueve, entran anuncios que me impiden la lectura y termino por salir.

No soy usuario de aplicaciones que bloqueen los anuncios, pero parece que sería la única salida, pues el respecto al lector es inexistente.

Pero como he trabajado a la industria, entiendo su dilema, por lo tanto no puedo culpar a los medios por intentar sobrevivir.

En realidad, son los anunciantes, que no están viviendo este tipo de crisis, las que exigen más, pagan menos y abusan no sólo del medio sino de sus propios clientes a los que supuestamente quieren enamorar.

Si las empresas anunciantes no dejan de verse a si mismas como tales, van a terminar por rematar a esta industria. Ante este escenario me pregunto ¿Qué harán todas esas marcas sin medios de información?

Porque el periodismo cumple una función que no lo hacen las empresas anunciantes, ni las agencias de publicidad ni el periodismo social. Los medios son los que tienen la infraestructura y la experiencia para generar información y con ello promover el estilo de vida, la visión del mundo, que requiere de los productos y servicios que ofrecen los anunciantes.

La publicidad ya no funciona, ha muerto y los primeros que lo deberían comprender son las marcas anunciantes.

Pero esto no significa que tengan que pisotear a los medios y a los lectores sacando las últimas convulsiones de vida que tienen los medios, porque cuando desaparezcan nos hará falta ese tipo de actividad cuya función es crear información.

Durante más de 20 años en mi experiencia como editor de revistas y generador de información me tocó presenciar los inicios de este declive, pero ahora es notable que está llegando al extremo.

Lo que más me sorprende es que ya no parece notarse la presencia de las empresas anunciantes más importantes que tenían un presupuesto destinado a distribuirlo a los medios pequeños para garantizar la salud del periodismo y propiciar la pluralidad.

En una sociedad determinada por el retorno de inversión y en una industria en donde la intervención del gobierno es lo menos deseable, la financiación de las empresas es fundamental, sin condiciones, sin exigencias editoriales, porque una empresa que exige que el contenido le favorezca se está matando lentamente, al terminar con la credibilidad de los medios por unos ingresos en declive de corto plazo.

La publicidad murió, pero esto no quiere decir que la promoción de los productos sea imposible.

Además de las oscuras estrategias de las redes sociales de obtener información para adelantarse a las expresiones de las necesidades de los consumidores hay otras estrategias exitosas que tienen que ver con la educación sobres sus productos o servicios, la construcción de un estilo de vida o la presentación no invasiva de información de sus productos.

Los anuncios que se disfrutan se consumen por placer, no por obligación. También es interesante para un consumidor leer información del producto que va a comprar, verlo como objeto de uso en sus líderes de opinión, entenderlo como una manera de expresión.

Hay caminos infinitos para las marcas para usar los medios que no sea a través de la invasión y la falta de respeto al consumidor.

En este caso se muestran publicidad de Bancomer e Iberia, pero no son los únicos, son muchas más empresas que están rematando la ya menguada supervivencia de los medios.

También hay una imagen de Mercado20 que ha decidido irse por la opción de pago para que el lector tenga acceso a su información. Es su derecho, son los generadores de información, pero también es una señal de que los ingresos están escaseando, de otro modo no perderían la oportunidad de posicionarse, como lo hicieron los años anteriores.


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