Más allá de
las polémicas que está generando la toma de gobierno de un grupo social
diferente al tradicional dominante en México, hay otro asunto, más relevante
que no deberíamos perder de vista, pues podría afectarnos más que lo que está
ocurriendo actualmente.
Desde hace
algunos años, algunos expertos financieros mundiales alertan sobre el desastre
financiero que puede ocurrir en cualquier momento debido a la enorme deuda de
países en el mundo del gran capital como Estados Unidos, Japón China o Italia.
Hay un
autor en particular, el ruso-americano Dmitry Orlov, que desde hace algunos
años ha estado alertando sobre el aprendizaje que deberíamos obtener sobre la
caída del gigantes soviético, pues lo síntomas que se dieron antes de esta
caída en la extinta URSS, ahora están presentes en Estados Unidos:
-Caída en
la producción de crudo
-Déficit en
la balanza exterior
-Presupuesto
fuera de control
-Aumento en
la deuda exterior
Estos
síntomas al parecer fueron entendidos por la administración de Donal Trump que los
ha atacado con una inesperada visión nacionalista, incomprensible para el
Neoliberalismo que al parecer encontró el comienzo de su muerte en las misma
entrañas del país que le dio vida.
Quizás no
sea coincidencia que los vientos de estas nuevas fuerzas económicas fueron
propicios para que un movimiento social, también con visión nacionalista
tuviera una sorpresiva cabida en la mente tradicional de la mayoría de los
ciudadanos mexicanos.
Esta nueva
dirección económica, es en sí misma tan importante que deberíamos estar
poniendo toda nuestra atención en ella, pero -además de los desacuerdos de los
miembros de la abatida clases neoliberal- el tiempo podría no ser suficiente.
La
dirección tomada por el gobierno norteamericano quitó presión a su crisis, pero
no ha disminuido el problema económico que muestra la punta del iceberg en el monto
de su deuda externa.
Quizás
sigue vigente porque es un problema que no tiene solución debido a que la razón
de fondo de su existencia es que estamos ante un problema de naturaleza mortal:
el modelo empresarial tradicional capitalista ha llegado al final de su pista.
El indispensable crecimiento empresarial y la siempre insatisfecha necesidad de
utilidades constantes del capital ya no están encontrando rutas de crecimiento.
No ha sido suficiente la globalización, la mercadotecnia personalizada, la
obsolescencia programada, la privatización de los recursos naturales, las bajas
tasas de interés para propiciar el consumo, las guerras forzadas, los modelos
de producción son tan eficientes y las necesidades humanas están tan saturadas
que todo parece colarse hacia una crisis del gran capital por falta de mercado.
Esto no
tiene más que una salida que en cualquier momento podemos tener una catástrofe
económica mundial de dimensiones más grandes que la que ocurrió en 2008. Una
que probablemente no tenga antecedentes en la historia. La pregunta no es si
habrá crisis económica, sino cuando sucederá, porque hasta ahora los grandes
rectores de las finanzas en el mundo han ideado diferentes formas de postergar
el problema, o enfocarlo en algún sitio geográfico para quitar un poco de
presión a la bomba de tiempo sobre la que estamos viviendo.
Desde esta
perspectiva hay una reflexión que me gustó de Orlov:
“Los dos
principales métodos de resolución de problemas son: 1. sabiendo la solución
antes de necesitarla y 2 acertando correctamente. Esto lo aprendí de cierto
profesor en la facultad de ingeniería. Soy malo acertando cosas, pero a veces sé
las respuestas antes de necesitarlas.”
Probablemente
todos seamos malos acertando cosas, por lo que lo mejor forma de resolver un
problema es buscando la solución antes de necesitarla.
Y, como
sugiere este autor, hay que aprender de la historia, porque en las grandes
crisis no todo deja de funcionar, por lo que, en caso de que ocurra una
catástrofe económica, es importante saber que podría funcionar y que no, para
prepararse.
Esta preparación, por cierto, nos hará mucho más fuertes, incluso si no ocurre nada
Esta preparación, por cierto, nos hará mucho más fuertes, incluso si no ocurre nada
El
descubrimiento de Orlov (que se lo debo a un comentario de Alfredo Jalife), ha
sido, para mí, inspirador pues sus planteamientos me han llevado a algunos
temas de reflexión que para mi serán tendencias de cambio.
Es posible
que a ti te pase lo mismo, si te animaras a leer este largo artículo que recomiendo
Comentarios
Gracias por este espacio y esta labor de acertado análisis.