Entre las
características de un libro clásico es que su contenido mantiene vigencia a
pesar de los años.
El libro de Tao Te King va más allá.
La fecha en
la que fue escrito es polémica, incluso sus traducciones. La versión más
antigua encontrada hasta el momento está escrita en tabletas de bambú y data del
año 300 A.C o sea tiene más de 2,300 años.
Es un libro
sobre filosofía y sobre religión, también es un libro que da consejos a los
líderes de pueblos y a los que buscan la sabiduría.
En realidad,
es un libro muy especial. Le he leído varias veces y siempre que lo hago siento
que es un libro muy diferente, confirmando que un construye una versión de la
realidad de algo concreto e inamovible.
Me
atrevería a decir que es un libro mágico, sino fuera por mi convicción de que
pensaré que cualquier cosa es posible, pero no creeré en nada que mi yo interior
no pueda constatar.
Pero atribuirle
el adjetivo de mágico lo lleva al lado contrario a su contenido, porque no es
un libro sobre ocultismo, porque el taoísmo se refiere al orden natural de la
existencia y puede ser traducido como el camino de la naturaleza.
Justó de
ahí deriva su encantamiento en su inalcanzable sencillez, en su profunda
simpleza. Leer este libro es regresar a lo básico para penetrar a lo infinito.
Claro que
sus palabras solo adquieren más sentido para quienes están más preparados para
comprenderlas. Y yo todavía no estoy del todo listo, soy rígido y flexible
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