Dentro del escenario de la pérdida de empleos queafrontaremos en el futuro, las personas tenemos que entender que estamos solas
ante este problema. No habrá proyectos de educación, ni desarrollo de empresas
con buenas oportunidades de trabajo. En el escenario mundial todo indica que el
petróleo y el gas serán la manzana de la discordia que tenga ocupados a los
grandes capitales.
Pero este abandono a
nuestra propia suerte, puede convertirse en oportunidad verdadera para cambiar
nuestra calidad de vida sin necesidad de recurrir a revoluciones y apoyar
proyectos de reivindicación.
Claro que para que ocurra se requiere otra revolución: la
del pensamiento. Repensar lo que hacemos, ver el entorno de un modo diferente y
dejar de esperar que alguien nos tienda una mano para ayudarnos
Se trata de regresar a algunos principios básicos. Por
milenios el hombre ha vivido con el esfuerzo de sus propias manos para
satisfacer sus necesidades. Si lo pensamos bien los recursos que necesitamos
para vivir sanamente no implican tanto gasto de energía e insumos como los que
se producen en una sociedad industrializada. Si la ropa se utiliza para
vestirse y cubrirse de la intemperie y no por moda, tampoco necesitaremos
demasiada. Desde un punto de vista moderno se podría definir también como un
estilo de vida minimalista (vivir con lo esencial)
Nuestros bisabuelos y sus antepasados vivieron así y la
mejor muestra de que es posible ese modo de vida es nuestra propia existencia. Un
modo de vida autosustentable sin necesidades de empleos, ni prestaciones “sociales”, ni créditos hipotecarios o para autos. Pero también
sin alimentos industrializados ni productos de marca que se compran en las
grandes cadenas comerciales.
Si queremos sobrevivir debemos girar nuestro rostro hacia nuestra
comunidad y trabajar para ellos, así como consumir lo que esta comunidad
produce.
Sin embargo, lo más
importante que podemos rescatar de la sociedad tradicional que nos está desechando
es la información que nos ofrece. A diferencia de otras generaciones ahora
entendemos la importancia del respeto a la naturaleza en general, de lo
importante del cuidado ecológico y de los cambios trascendentales que podemos
hacer.
Aunque lo parezca, no es una idea descabellada, de hecho en
Alemania ya se ha creado una granja de ideas ecológicas y sociales, un concepto
que se debería repetir en todo el mundo: Think Farm
En su sitio web se puede leer lo que hacen: En Think Farm organizaciones e individuos estudian y
trabajan en ideas que ayuden a dar forma a una sociedad sostenible por todos. El
modelo de la oficina comunitaria está
diseñado para permitir, relaciones de confianza y de cooperación amistosa.
La imagen pertenece a ThinkFarm
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