Grave, generalizado e irreversible el impacto del cambio climático

Un informe de la ONU advierte sobre el efecto del calentamiento del planeta sobre la naturaleza y por consecuencia sobre la especie humana.

Inundaciones, tormentas, fríos extremos, caída de la productividad agropecuaria son algunos de los efectos que esperan los científicos en los próximos años, mientras tanto las grandes marcas de productos de consumo continúan con sus planes de expansión sin importar que sus sistemas de producción sean altamente dañinos para el futuro de la humanidad.

Quizás sea demasiado tarde, pero los únicos que podemos parar este ataque a la naturaleza somos los propios consumidores, cambiando radicalmente nuestros hábitos de consumo y de estilos de vida, lo cual parece tan imposible como el hecho de que los grandes productores dejen de producir basura consumista y cambien sus sistemas de producción con prácticas más amigables para el entorno ambiental.
¿Que puede hacerse como consumidores?

-Consumir productos no procesados industrialmente, si son de producción local no industrial mucho mejor
-Evitar comer carne, la carne tiene un sistema de producción altamente contaminante
-Evitar el uso del transporte personal, caminar o usar bicicleta de preferencia
-Tomar agua simple del grifo del agua (existen filtros y sistemas de limpieza que pueden limpiarla adecuadamente)
-Comprar lo necesario, reusar los productos hasta que se acabe su ciclo de vida y olvidarnos de la moda
-Comprar a productos locales, especialmente los que ofrecen productos artesanales efectivamente hechos en la zona
-Apoyar con nuestro consumo a las pequeñas y medianas empresas locales, especialmente las que se comprometen con un manejo responsable de sus recursos
-Sembrar alimentos en azoteas y balcones
-Aprender a sobrevivir con menos recursos

Nos guste o no, tendremos que prepararnos a nosotros, pero especialmente a las generaciones futuras para vivir en esas condiciones

Es tiempo de dar espacio a nuestra mente a la mercadotecnia que promueve un nuevo modo de ser y no aquélla que promueven productos que no son realmente necesarios y que están gradualmente destruyendo nuestro futuro. Es tiempo, pero quizás no haya la actitud

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