No es mi deseo entrar en polémica respecto a si las protestas de los maestros y de los 400 pueblos tienen razón. En sentido estricto me parece que todos los ciudadanos tenemos derecho a expresar nuestros desacuerdos con las medidas del gobierno y convertirse en un grupo de presión que permita la posibilidad de revertir las medidas.
De lo que quiero hablar es de las técnicas que se han empleado para llamar la atención de la ciudadanía en general y del gobierno, ahorcando el derecho de libre circulación del resto de la ciudadanía. Estas medidas además de que pisotean los derechos de otros, han generado mucha animadversión y hasta expresiones de odio.
Si lo que buscan estos grupos sociales es influir en la opinión pública ganar adeptos a su causa y con ello influir en las medidas del gobierno, han fracaso en hacerlo. Tengo la impresión de que estos grupos no se han modernizado y utilizan técnicas de choque que fueron efectivas en su momento pero que actualmente son contraproducentes para sí mismos.
Sabemos que el gobierno y los medios masivos de comunicación van a hacer caso omiso de estas protestas sino se utilizan medidas de presión extremas, pero el costo es demasiado alto, tanto que ahora que se han reprimido estas protestas, una gran cantidad de ciudadanos apoyan esta represión.
La opción es la creatividad. Muestras de inconformidad como se muestra en la foto de Maxililiano Sanvitale que aparecen en este post. Los maestros podrían mostrar a la sociedad que su vocación es la educación, que buscan la superación del país y que el gobierno los obstaculiza. La máxima de los movimientos revolucionarios que han inspirado grandes cambios es el respeto a la ciudadanía.
Estoy consciente que el tema es polémico y no busco discutir si las protestas tienen o no razón de ser.
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