Enero es sin duda un
mes de cambios. Nos gustan los ritmos y los ciclos y el conteo de un nuevo año
en nuestras vidas es un buen momento para cambiar algo, ya sea de trabajo, de amistades, de relaciones o incluso de
cambios internos.
Es posible que nadie esté exento de vivir algún tipo de
cambio en enero. Me han tocado muchos, tanto buenos como malos, lo que provoca
que le tenga cierto respeto.
Lo que informo en este post es acorde con enero. Para bien o
para mal este paso que doy cambiará mi vida, aunque sea apenas un poco.
El libro que he escrito -y que empiezo a dar a conocer aquí- relata un
episodio de mi vida que significo una fuerte experiencia y grandes aprendizajes. Es sobre los que acompañamos a los enfermos de cáncer, pero también de la vida en
pareja, trabajo y soledad, pero lo más importante es sobre retos
impredecibles e inevitables.
Hay dos formas de ver estos retos: como abismos mortales en
donde podríamos morir despeñados o como una aventura que podría ser
extraordinaria, peligrosa, pero bella y apasionante. Creo que depende de
nosotros.
Lo escribí con la esperanza de que fuera útil para las
personas que están pasando un momento difícil en su vida. Cuando me pasó
siempre tuve algún apoyo de alguien, incluso de personas que nunca conocí. Así
que es una forma de retribución a esa ayuda inapreciable que tuve en su
momento.
No puedo evitar mencionar que es una exposición de mi
interior y de mi vida que me hace sentir vulnerable, lo que no me atreví a
comentar a las personas que se comunicaban conmigo, hoy lo pongo disponible para
todos. Una ironía que espero funcione como explicación a muchas preguntas que jamás respondí.
En esta primera fase lo obsequiaré a quien me lo pida por alguno
de los medios de redes sociales o del blog. Si estás viviendo un momento
difícil o conoces a alguien que lo está, quizás la lectura de este texto pueda
ayudar en algo. También me ayudará a saber que estoy retribuyendo un poco de lo
que recibí.
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