La complicidad del consumidor



De acuerdo con lo que se dice en esta nota, los expertos en neurociencia no aprueban el uso de esta disciplina para disculpar a un homicida  psicótico de sus actos, aun cuando su cerebro sea distinto.

Si esta discusión no es concluyente en decisiones tan graves como la de asesinar a alguien, entonces tampoco lo es en las decisiones “leves” desde el punto de vista delictivo, es decir aquéllas que toma el consumidor en contra del medio ambiente, sus aparentes convicciones sociales, su propia economía e incluso su bienestar personal o el de su familia.

Es decir, la publicidad tiene éxito, incluso la subliminal, porque hay información del valor para el perceptor que le hace cómplice de la oferta que en sentido estricto daña a la sociedad. No hay víctimas en este proceso.

El lado positivo de la nota es el sentimiento de libertad que emerge cuando me entero ni que las más avanzadas técnicas de neuromarketing podrían obligar a hacer lo que no quiero. Aun a pesar de que algunos afirmen de que el cerebro toma decisiones antes de que nos demos cuenta, idea que por cierto empieza a ser cuestionada.


La imagen pertence a Stevepb

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