Cómo lograr un cambio positivo e irreversible en México


Una de los mayores anhelos en mi vida profesional ha sido encontrar un proyecto que implique un verdadero cambio para el país.

Muchos lo prometen, pero fácilmente se descartan pues no tienen el suficiente potencial y –en algunos casos- sinceridad para cumplir su misión. Incluso proyectos propios como el de @mexicolider se han derrumbado porque no falta de eco por la mayoría de las personas.

Como mexicanos nos  acosa un fantasma, el pero que pueda existir y que con el tiempo se fortalece: la falta de fe en nosotros mismos.  Nos estamos especializando en creer en nada.

No se trata de tener razón en no creer, pero al perder la fe en nosotros mismos estamos cavando nuestro futuro oscuro. El elemento fundamental para cualquier cambio requiere de la convicción propia de que se puede lograr y eso es lo que más nos falta.

Este contexto requiere de soluciones muy bien pensadas que permita en una sola acción un cambio cualitativo. Nuestra confianza no da para más.

Muchas veces llegué a pensar que un proyecto así era imposible en nuestra situación actual, hasta que escuché la conferencia de Pablo González Guajardo en el Encuentro AMAP. La introducción que hizo el presentador me molestó, pues lo llenó de alabanzas que pensé que eran sólo para quedar bien con el director general de Kimberly Clark y presidente del Consejo de la Comunicación.

Pero esta percepción cambió cuando González Guajardo explicó claramente que  solamente con  enseñarle a un niño a leer se logra un cambio cualitativo irreversible que tiene impacto positivo en otras disciplinas como las matemáticas y las ciencias.  Es una especie de despertar intelectual que cambia la vida de estas personas para toda la vida al insertarse al mundo, lo que significa que aquellos que aquellos que no han despertado -porque no tienen la formación necesaria para comprender este mundo- deambulan por la vida sin entenderla y obviamente sin la capacidad de actuar de forma productiva para mejorarla

 Si, claro. Es un problema el sindicato y la atención a la educación que le dan los gobiernos en sus diferentes niveles, pero para ello González sugiere la participación de los padres de familia

El hecho que la familia se siente a leer unos minutos diarios en casa trae beneficio a todos los miembros y se está sembrando la semilla para un cambio cualitativo.Las metas son ambiciosas y los datos contundentes, pues debido a nuestra buocracia educativa a pesar de las cortas vacaciones para tener más días de clase, las horas efectivas suman un 62% de las que dice que se dan y del 42% de un país que ha apostado a la educación como  es Corea.

 Si queremos un pais diferente, debemos empezar con la educación, el esfuerzo vale la pena, hasta el momento de la conferencia era ya 360 mil niños a los que se les había logrado cambiar la vida. Necesitamos que sean todos los niños. 




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