Marketing para regresar

En uno de los pocos parques grandes que hay en la ciudad es posible rentar unos caballos para que los niños monten unos minutos

Actualmente coexisten dos ofertas. A la entrada un hombre con dos caballos blancos, altos grandes, bien alimentados, pero el cuidador no tiene muy buen aspecto. Sin embargo su paquete es el más barato y el recorrido más largo

Al fondo hay un hombre con un poni, colocado en un sitio poco visible. El pequeño caballo es manso, la actitud de su cuidador más esmerada. Su paquete es más corto y relativamente más caro que la primera oferta.

Para los niños no hay duda. El poni es más atractivo, pero el recorrido resulta todavía más placentero de lo esperado. El paseador tiene conversación adecuada y agradable con los niños de modo tal que ellos quieren regresar no sólo para subirse al poni, si no para continuar platicando con su cuidador.

Algo similar me pasó en un centro comercial de tecnología de consumo. Buscaba un nuevo cable para mi laptop, en el primer negocio en el qe pregunte, a la entrada de la plaza, me dieron un precio que se fue incrementando conforme avanzaba por el pasillo. Al último que me dio el precio le respondí con cierto sarcasmo: “En la medida que avanzó el precio sube. Si llego al final de este pasillo me costará el doble”. El comerciante indignado me contestó: “Si el producto es original le costará el doble”. Su respuesta me causó una risa inevitable, porque mi pregunta había sido por el precio de una refacción original.

De cualquier manera, yo sólo estaba comprobando lo que ya sabía. A la entrada siempre están los caza incautos. En el segundo piso, donde siempre he encontrado los mejores precios, garantías y ninguna presión para comprar lo que no necesito. Al igual que los niños con el poni, quería volver para comprarles a ellos.
No estoy muy seguro de cómo se sientan las personas que tratan de vender al mayor precio posible, lo que si estoy casi seguro es que nunca esperan una segunda compra de un mismo cliente.

Si alguien quiere encontrar ejemplos de las más diferentes técnicas de mercadotecnia, vaya a u mercado, uno que sea de barrio, en donde se pueda “mercar” la mercancía. Analice sus sentimientos que las ofertas le provocan… y –por supuesto- la calidad como añade con mucho tino mi buen amigo y experto en mercadotecnia con valores éticos José Ramón Más (@_moreketing)

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