Blue Economy y su alternativa biológica para plantas de tratamiento de agua

¿Alguna vez te imaginaste que las humildes y nunca bien apreciadas lombrices de tierra pueden ser la solución para el problema del agua potable en el mundo?

Matías Sjögren Raab de Chile ha desarrollado plantas de tratamiento de aguas con filtros biológicos. En sus instalaciones, 15.000 lombrices por metro cuadrado de filtros hacen su trabajo devorando las impurezas del agua. Sus restos, 60 gramos de humus puro por metro cúbico de agua, se pueden vender a un buen precio, pues es material muy apreciado como abono natural para plantas

Estos sistemas de plantas biofiltro tienen varias ventajas: por un lado, es posible evitar la aplicación de desinfectantes tóxicos como el cloro, que ponen en peligro los seres humanos y el medio ambiente. Además tiene bajos costos en mantenimiento y de la electricidad lo que las hace que sean muy accesibles. Adicionalmente, este tipo de instalaciones son especialmente adecuados para las plantas pequeñas de tratamiento de agua, muy necesarias en países con poco desarrollo económico. Son ideales para empresarios locales que deseen resolver los problemas de los servicios básicos, obteniendo a la vez buenos ingresos.

Como hemos comentado en otros post Blue Economy está promoviendo soluciones sistémicas que no sólo sean viables económicamente, sino que también resuelvan los retos de la contaminación viendo el proceso de forma integral, es decir analizando la ruta que siguen los desechos que se generan en cada proceso.

De acuerdo con lo que se expone en en sitio de esta organización, el cloro es el desinfectante más barato disponible en la actualidad en el mercado. Tiene una vida útil ilimitada y es fácilmente disponible. Sin embargo, es tóxico. Una exposición a más de cuatro partes por millón puede causar daños en los pulmones. A pesar de que el transporte y su manipulación está totalmente reglamentada, los accidentes ocurren.

Desafortunadamente, continúan explicando , el cloro no es efectivo contra Giardia (un parásito que causa la infección intestinal) y Cryptosporidium (un parásito microscópico que causa la diarrea). Hoy en día estas son las dos causas más comunes de enfermedades de transmisión del agua en América del Norte. Estudios recientes han demostrado que el uso del cloro crea dos subproductos (THM y HAA), que se conocen las causas del cáncer.

Por su parte los filtros de ozono y la radiación ultravioleta se han complementado con el cloro para reducir los riesgos para la salud, sin embargo su costo es considerablemente mayor que el cloro, y por lo tanto fuera del alcance de los millones de plantas de tratamiento pequeñas que tendrán que ser construidas en un futuro próximo.

Matías Sjögren Raab se graduó como ingeniero civil industrial de la Universidad Católica de Chile, en Santiago, y complementa su formación con base científica, con un MBA de la misma escuela. Su exposición a los proyectos agroindustriales le puso en contacto con lombrices de tierra. Matías se dio cuenta de que estaba cara a cara con una innovación que le permitan salir de la trampa de los costos tradicionales de las obras públicas. Después de un estudio debido, llegó a la conclusión de que un biofiltro a partir de lombrices de tierra ideal sería adecuado para el desarrollo de plantas de pequeña escala de tratamiento de agua. No sólo elimina la necesidad de cloro, carbón activado, agentes floculantes, vio una oportunidad para generar ingresos adicionales. Este es uno de los principios fundamentales de la Blue Economy.

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