Mucha gente piensa que exagero, las empresas donde he colaborado, mis amigos impresores e incluso hasta algunos miembros de la cada vez más interesante Red de Ejecutivos de Mercadotecnia, todos ellos piensan que es demasiado hablar de la desaparición de los medios impresos.
Pero esta opinión no es una predicción sacada de una bola de cristal para hacer la competencia a los gurúes que cobran miles por decir sus inexactitudes en público. Es una conclusión de aritmética simple: las cuentas ya no salen con los medios impresos y esto se hará mucho más evidente con la crisis que se avecina.
Ahora que estoy participando en el proceso de la producción de un libro que saldrá a la luz, como parte de una campaña de evangelización de una empresa, me di a la tarea de consultar a varios autores de libros, para conocer las mejores prácticas de difusión de esta obra. Los hallazgos son los mismos que sufrí en mi experiencia de revistas impresas: el mayor costo se lo lleva la producción y distribución del material impreso; y éste último es un proceso complicado, muy caro, difícil de controlar y sumamente ineficiente.
La infinidad de costos asociados a la impresión, encuadernación, empaque, transportación a la distribuidora, almacenamiento, programación de rutas, transportación a la ciudad, reprogramación en este nuevo sitio para su distribución a los puntos de venta, costos de exhibición y colocación del libro en los anaqueles,el costo de mantener el libro en esos anaqueles, todo esto debe ser pagado por un lector que tiene como opción leerlo en los nuevo dispositivos de lectura digitales, sin tener que pagar todos estos pasos.
Es aritmética simple, sólo cuestión de restar o de sumar, según sea el caso. Las predicciones son que para el 2015 en Estados Unidos esta industria declinará 21% en el 2015 con respecto al 2010. Yo temo que estas cifras serán mucho mayores si ocurre la crisis económica de la que todos hablan.
Pero esta opinión no es una predicción sacada de una bola de cristal para hacer la competencia a los gurúes que cobran miles por decir sus inexactitudes en público. Es una conclusión de aritmética simple: las cuentas ya no salen con los medios impresos y esto se hará mucho más evidente con la crisis que se avecina.
Ahora que estoy participando en el proceso de la producción de un libro que saldrá a la luz, como parte de una campaña de evangelización de una empresa, me di a la tarea de consultar a varios autores de libros, para conocer las mejores prácticas de difusión de esta obra. Los hallazgos son los mismos que sufrí en mi experiencia de revistas impresas: el mayor costo se lo lleva la producción y distribución del material impreso; y éste último es un proceso complicado, muy caro, difícil de controlar y sumamente ineficiente.
La infinidad de costos asociados a la impresión, encuadernación, empaque, transportación a la distribuidora, almacenamiento, programación de rutas, transportación a la ciudad, reprogramación en este nuevo sitio para su distribución a los puntos de venta, costos de exhibición y colocación del libro en los anaqueles,el costo de mantener el libro en esos anaqueles, todo esto debe ser pagado por un lector que tiene como opción leerlo en los nuevo dispositivos de lectura digitales, sin tener que pagar todos estos pasos.
Es aritmética simple, sólo cuestión de restar o de sumar, según sea el caso. Las predicciones son que para el 2015 en Estados Unidos esta industria declinará 21% en el 2015 con respecto al 2010. Yo temo que estas cifras serán mucho mayores si ocurre la crisis económica de la que todos hablan.
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