El reto más importante en cualquier empresa, ya sea personal, de negocios o institucional es el de la percepción del cliente potencial. Como hemos dicho anteriormente, si no estás en la mente de los demás, no existes y el estar ahí no es cosa fácil pues hay más opciones en el mundo que aquellas que puede retener la mente de una persona. Lo peor de todo es que las tendencias apuntan a que esto seguirá siendo cada vez más importante debido a la abundancia de información y a sus difusores que se multiplican con mucho éxito en las redes sociales.

Construir una marca que sea reconocida, aceptada y valorada por los demás es mucho más importante que cualquier oferta especial, servicio gratuito o promoción que se haga de ésta. Y otra vez me refiero tanto a cualquier tipo de empresa, incluso la personal.

La competencia hace que cada vez la diferenciación sea más difícil de lograr. Por ejemplo las estrellas de cine o televisión que quieran destacar ya no les basta con ser de excepcional belleza y talento destacado: hay demasiadas; ni tampoco es un gran diferenciador el desnudarse frente a alguna cámara: prácticamente todas lo hacen. ¿Tener una vida escandalosa? No. Hay muchas así. ¿Ser extremadamente inteligente? No. A nadie le llama la atención. ¿Y extremadamente tonta? Ah bien, parece que como ésas no hay muchas últimamente…quizás Ninel Conde encontró conscientemente una forma de diferenciarse, aunque por lo que se puede apreciar esto tampoco funciona pues esta, ahora más popular, actriz decidió cancelar su cuenta de Twitter y crear una nueva.

Sin embargo construir una marca personal única vale el esfuerzo desde el punto de vista de negocio. Si continuamos con el ejemplo de los actores, las cifras son contundentes por sí mismas: mientras que en algunos países hay actores que a duras penas sobreviven con su trabajo, hay otros, como el caso de Leornardo Di Caprio cuya marca personal le rinde la fabulosa suma de 77 millones de dólares de ingresos en un año.

¿Quién no conoce a Leonardo Di Caprio? El ganó la batalla de la percepción, por eso gana esas sumas. El problema es que no todo mundo tiene acceso a las pantallas de Hollywood para lograr un gran posicionamiento personal. Para los demás se tendrá que trabajar con recursos de menor alcance, pero el objetivo es claro: posicionarse de un modo único en la mente de nuestros clientes.

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