La conspiración de los huevos

Al ritmo al que vamos, llegará el momento en que habrá más usuarios de Twitter que seres humanos. Esto será posible por la callada pero aguerrida conspiración de los huevos.

Y no estoy escribiendo en doble sentido, ni se trata de un anuncio de Bachoco. Estoy hablando de las estrategias de marcas y personas para tener muchos seguidores…aunque la mayoría sean falsos.

Si a alguien le preocupa que su rival le esté ganando en número de seguidores, la solución está a la mano de cualquiera en una especie de mercado que no tiene nada de ilegal pero si mucho de truhanería. Se llaman “granjas” y se encargan de producir en masa usuarios falsos de Facebook y Twitter que sirven para subir los números a los que les preocupa verse mal por tener menos seguidores que sus contrapartes. Por una irónica coincidencia, hasta el momento es posible identificarlos porque tienen el avatar que da por sistema Twitter cuando se empieza en esa red.

La batalla parece perdida, pues algunos sesudos estrategos de redes sociales lo ofrecen como una inteligente solución a los problemas de falta de interés o trabajo de promoción que requieren los perfiles, aunque también es justo reconocer que parte de esta demanda proviene de los propios interesados.

A estas alturas la conspiración ha evolucionado, estos huevos falsos no sólo siguen a uno, sino a varios perfiles que requieren abultar sus cifras de folowers, además las granjas empiezan a sustituir ese avatar por fotos de personas reales o cualquier otra imagen que oculte su verdadero origen, pero que al analizarse un poco sus características se hace relativamente fácil identificarlos.

Este fenómeno me recuerda el que se dio con los tirajes de las revistas. La mentira sobre las cifras llegó a tal grado que se volvió un mal necesario para permitirles, a los tomadores de decisiones de compra de publicidad, que cuadraran sus presupuestos con una fórmula que reducía el tiraje a cifras creíbles. Al final este fue uno de los elementos que destrozó esta industria: la pérdida de credibilidad.

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