Si el retorno de Carmen Aristegui, a su noticiero matutino, fue un triunfo de las redes sociales es posible que nunca lo sepamos. De hecho, como es natural, el equipo de ideólogos del poder ya ha armado a sus voceros para fundamentar que el triunfo es más bien del Felipe Calderón.
La censura no es el único recurso que tienen los políticos para controlar a sus “representados”, así como avanza la capacidad de comunicación de los ciudadanos, los estrategos del control político seguramente ya están desarrollando nuevas formas de no perder su razón de ser. Esto lo veremos más claramente en las próximas elecciones presidenciales en donde es altamente probable que la mayoría de los actores no dudarán de hacer uso de todos los recursos a los que puedan recurrir. Esto incluirá a las redes sociales. El objetivo será encontrar la forma de controlarlas o de destruirlas, para evitar que vayan en contra de ellos.
A pesar de todo esto, la mejor forma de demostrar el temor de los gobiernos por el poder de comunicación –y por consecuencia de acción- de las redes sociales es el control de internet, como se muestra en esta infografía.
El punto de quiebre estará en el nivel de conciencia que tenga la ciudadanía en todas estas regiones respecto a su nuevo poder adquirido con las redes sociales. Es presumible que esta conciencia ha permeado yalo suficiente para que se pueda retroceder, incluso a pesar del control de internet. Es posible que tarde tiempo (aunque en el mundo digital éste es muy reducido), pero a pesar de las censuras, de las guerras sucias,de los desmarques, de los avances en técnicas de persuasión y de la neurociencia, el poder de los ciudadanos ya no estará todo el tiempo en los caminos tradicionales de representación política, de los poderes políticos y de la prensa. Ahora también habrá nuevos jugadores que tendrán la capacidad de influir en las decisiones políticas, quizás de un modo como nunca antes lo habíamos visto.
La censura no es el único recurso que tienen los políticos para controlar a sus “representados”, así como avanza la capacidad de comunicación de los ciudadanos, los estrategos del control político seguramente ya están desarrollando nuevas formas de no perder su razón de ser. Esto lo veremos más claramente en las próximas elecciones presidenciales en donde es altamente probable que la mayoría de los actores no dudarán de hacer uso de todos los recursos a los que puedan recurrir. Esto incluirá a las redes sociales. El objetivo será encontrar la forma de controlarlas o de destruirlas, para evitar que vayan en contra de ellos.
A pesar de todo esto, la mejor forma de demostrar el temor de los gobiernos por el poder de comunicación –y por consecuencia de acción- de las redes sociales es el control de internet, como se muestra en esta infografía.
El punto de quiebre estará en el nivel de conciencia que tenga la ciudadanía en todas estas regiones respecto a su nuevo poder adquirido con las redes sociales. Es presumible que esta conciencia ha permeado yalo suficiente para que se pueda retroceder, incluso a pesar del control de internet. Es posible que tarde tiempo (aunque en el mundo digital éste es muy reducido), pero a pesar de las censuras, de las guerras sucias,de los desmarques, de los avances en técnicas de persuasión y de la neurociencia, el poder de los ciudadanos ya no estará todo el tiempo en los caminos tradicionales de representación política, de los poderes políticos y de la prensa. Ahora también habrá nuevos jugadores que tendrán la capacidad de influir en las decisiones políticas, quizás de un modo como nunca antes lo habíamos visto.
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