Declaraciones como Mehmet Alí Agca respecto a que el atentado contra el papa en 1981 fue organizado por el Vaticano para hundir a la desaparecida URSS nutren la inclinación a la falta de credibilidad que ya domina el mundo, especialmente entre las generaciones más jóvenes y con acceso a información.
Sean o no ciertas sus declaraciones, el efecto es que no se le puede creer ni a Agca ni al Vaticano, ni tampoco a las explicaciones que en ese entonces se decían sobre la quiebra de Unión Soviética.
Paradójicamente ahora que la gente tiene más información, ha dejado de creer en ella, provocando con esto una crisis de las instituciones que nos podría llevar a una nueva barbarie: masas desinformadas compartiendo sus prejuicios en las redes sociales.
La responsabilidad de esta crisis, sin embargo, no recae en estas masas, si no en los líderes de las instituciones que con el texto de Maquiavelo bajo el brazo han minado la confianza que decenas de años antes la gente tenía en ellas; todo por el logro de objetivos personales que nada tienen que ver con la verdadera política.
Los políticos profesionales no se darán cuenta nunca del daño que hacen a la sociedad al acabar con todo lo que se les ponga en frente con tal de lograr sus objetivos, así que la solución está en la sociedad civil, la cual cuenta ahora con las herramientas de comunicación para afrontar este reto.
La solución parece distante
Sean o no ciertas sus declaraciones, el efecto es que no se le puede creer ni a Agca ni al Vaticano, ni tampoco a las explicaciones que en ese entonces se decían sobre la quiebra de Unión Soviética.
Paradójicamente ahora que la gente tiene más información, ha dejado de creer en ella, provocando con esto una crisis de las instituciones que nos podría llevar a una nueva barbarie: masas desinformadas compartiendo sus prejuicios en las redes sociales.
La responsabilidad de esta crisis, sin embargo, no recae en estas masas, si no en los líderes de las instituciones que con el texto de Maquiavelo bajo el brazo han minado la confianza que decenas de años antes la gente tenía en ellas; todo por el logro de objetivos personales que nada tienen que ver con la verdadera política.
Los políticos profesionales no se darán cuenta nunca del daño que hacen a la sociedad al acabar con todo lo que se les ponga en frente con tal de lograr sus objetivos, así que la solución está en la sociedad civil, la cual cuenta ahora con las herramientas de comunicación para afrontar este reto.
La solución parece distante
Comentarios
Efectivamente como dices, los responsables no se dan cuenta de los perjuicios del engaño.
Puedes encontrar más información sobre esta actividad en nuestra pagina web. (http://goo.gl/JFsO2)
Saludos, buen blog ;)