Se buscan empresarios creativos y sin temor al fracaso

La invasión de las nuevas tecnológias en la productividad empresarial ha tenido efectos inesperados en el modo de ser de la gente en México en donde el uso de las tecnologías de información es ante todo una barrera cultural

Décadas atrás, los dueños de microempresas presumían de su capacidad creativa para resolver -sin recursos- problemas del mundo tecnológico en ese entonces manejable con sentido común: cómo arreglar una plancha, un reloj, quizás hasta un televisor sin tener los conocimientos y las herramientas indispensables para estas reparaciones.

Los mexicanos nos jactábamos de creativos, lo cual dejó de ser posible en el momento en que la convergencia digital provocó el surgimiento de una barrera de conocimiento insalvable para esa generación de empresarios.

Hoy casi nadie habla de la cualidad creativa del mexicano, por el contrario afrontamos un reto de productividad por la falta de conocimiento y tecnologías que nos permitan ser productivos y competitivos a escala mundial. El dominio de las tecnologías de información y comunicaciones aunado con una alta dosis de creatividad es suficiente para mejorar nuestro futuro

La ausencia de conocimiento la tendemos que resolver con educación, pero no nos servirá de nada si no rescatamos ese concepto de creatividad que teníamos de nosotros mismos. .

Es importante entender que no se trata de desarrollar nuestras cualidades creativas -el ser humano es creativo por naturaleza- si no de creer en nuestras cualidades creativas para atrevernos a explorar nuevas opciones. De hecho expertos en neurociencia aplicados al aprendizaje explican que hay que forzar a nuestro cerebro a estar aprendiendo continuamente para poder así recuperar nuestra creatividad, que se desgasta con la experiencia e irónicamente con los éxitos propios

Pino Bethencourt piensa que el aprendizaje en los empresarios requiere ser provocado. Es decir, el tomador de decisiones debe salir de su zona de confort para afrontar una nueva situación como un reto que los filtros mentales que evitan sistemáticamente la llegada de sorpresas o de dudas:

“El aprendizaje auténtico, que cambia radicalmente la perspectiva del decisor y le ayuda a identificar tendencias que antes no veía, se hace hacia dentro de uno mismo. Supone entrar de lleno en el conjunto de reacciones emocionales que deciden qué datos se guardan, cuáles no y por qué. Las mismas que deciden con quién hacer negocios y a quién evitar.”

Pino recomienda recordar lo que se siente cuando se toma una decisión con inseguridad, los temores que rodean a una decisión de esta naturaleza romperán esquemas y permitirá que emerjan soluciones creativas. Pensar en absurdos agrega Edward de Bono en sus libros, separando el ego del desempeño.

Los caminos para despertar la creatividad pueden ser muy diversos, lo importante es hacerlo, pues de acuerdo con Victoria Dzenis, hay una larga lista de beneficios para los empresarios que busquen ser creativos:

1. El pensamiento creativo ayuda a ver oportunidades en el mercado o encontrar más de una solución a un problema.
2. La creatividad es clave para la innovación, indispensable para el crecimiento
3. La creatividad estimula el cerebro y nos ayuda a despertar y poner atención a detalles antes no percibidos
4. El pensamiento creativo ayuda a mantener su presencia comercial al día
5. La creatividad ayuda a cambiar la percepción para entender mejor el punto de vista de los clientes
6. La creatividad da una mayor tolerancia al riesgo, y disminuye limitaciones por miedo al fracaso.
7. La creatividad mejora habilidades de liderazgo, ya que mantiene la mente abierta para la adopción de nuevas ideas.
8. La creatividad le ayuda a ampliar la visión de lo que significa éxito
9. La creatividad mejora la capacidad de resistencia y el manejo del estrés
10. Con la creatividad se siente bien , y cuando te sientes bien , atraes a sus clientes y clientes ideales .

En la medida que pasa el tiempo, cada vez me convenzo más de que aquella persona que es capaz de reinventarse a sí misma, que afronta con valentía sus temores personales y sus emociones y que se libera de prejuicios para actuar en la realidad con entusiasmo, creatividad y audacia, tiene todos los elementos para convertirse en alguien exitoso. No al revés. Quizá por ello un viejo sabio filósofo chino decía que el principal enemigo a vencer en nuestro propio crecimiento es uno mismo.

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