La mercadotecnia que el español necesita

La creciente capacidad de comunicarnos en instantes a cualquier parte del mundo ha traído consigo una búsqueda por unificar nuestra manera de expresión. La tentación de expresarse en un solo idioma suena muy atractivo para cualquiera que desee ver un crecimiento exponencial de su audiencia. Es obvio que no es el español en el idioma que pensamos en esos momentos.

Inconscientemente estamos pensando en dejar de lado un activo cuyo valor no hemos considerado seriamente: De acuerdo con una investigación realizada sobre el valor económico del español, el hecho de “compartir una lengua incorpora otros aspectos íntimamente ligados a su utilización -pautas culturales, costumbres, usos sociales, valores, etc.- que acercan a los países que la poseen y también a sus mercados nacionales”.

Estoy seguro que si pudiéramos convertir este activo intangible en dinero constante y sonante, no tendríamos tanta ansiedad por expresarnos en otros idiomas. Los dueños de los medios de comunicación, por ejemplo, saben muy bien que si centran su negocio en un idioma están delimitando un nicho de negocio de forma muy clara, el resto de los empresarios deberán también tomarlo en cuenta

Estoy consciente que los expertos que estudiaron en universidades norteamericanas dirán que esto es una tontería. Los planes macroeconómicos en donde hablan del papel de países como el nuestro en la era de la globalidad lo revelan claramente. Es obvio, estudiaron en otro idioma. Pero es tiempo de darnos cuenta que sus recetas no han funcionado.

Es tiempo de pensar de otra manera y probar lo que es obvio desde hace años: nuestro mercado interno y la gente que comparte esas pautas culturales y usos sociales de los que hablan estos investigadores. Al fin de cuentas, historias de éxito de algunos países desarrollados han demostrado que concentrarse en sus áreas de oportunidad internas es el primer paso para definir mejores oportunidades en la globalización.

La investigación realizada por Cipriano Quirós señala datos interesantes:

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En 2007 el número de computadoras por cada 100 hispanohablantes es de 11, muy por detrás del 77 y 63% de las áreas anglófona y francófona, respectivamente.

-El porcentaje de población hispanohablante que utiliza Internet en el 2007, es del 13%.

-Esta cifra contrasta con el 60% del área francófona o el 71% correspondiente a los países anglófonos en ese mismo año.

-El alemán hablado por alrededor de un centenar de millones de personas en el mundo (frente a los más de 400 millones que hablan español), alcanza una cuota del 6%, de paginas superior a la obtenida por nuestro idioma (4%)

-España aporta la mitad de las páginas web escritas en español entre 2001 y 2007, seguida de Argentina, México, Chile y Colombia.

-Además, Estados Unidos es el segundo país emisor de páginas web en español en 2007

-Estados Unidos es el primer emisor de páginas web en la mayoría de lenguas del mundo tras los países en donde éstas son oficiales.


Sin duda el idioma español necesita de diferentes esfuerzos de mercadotecnia entre sus propios usuarios para aprovechen para sí mismos este mercado natural no aprovechado, pues al menos en México se ha descubierto que no es el factor económico lo que esta provocando el tamaño reducido de estas cifras, si no sorpresivamente, el poco interés de los mexicanos, lo cual no es más que el resultado de decenas de años de mala calidad educativa.

La alternativa es sin duda la mercadotecnia: provocar el interés de la gente por generar contenidos propios en internet, por hacer crecer el número de usuarios que encuentren contenido de interés en el web y con ello desarrollar nuevas oportunidades de negocio entre todos estos jugadores.

Humilde, poco ambicioso, pero necesario.

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