¿Deben ser consideradas la verdad, la honestidad y la responsabilidad empresariales como actividades de antimarketing? La verdad pienso que no. Por el contrario, son elementos que deben ser parte de esta disciplina, como su misma definición lo indica. Por mera lógica lo opuesto, como el no decir la verdad, el ser deshonesto y el ser irresponsables empresariales, sería por consecuencia marketing.
Esta tendencia absurda de “matar al cartero” es decir, culpar a las herramientas de mercadotecnia del mal uso que se hace de ellas por personas irresponsables y codiciosas, es una práctica común entre la gente que no está muy involucrada con el marketing, quienes generalmente también piensan que es mala la televisión, internet, los videojuegos, el periodismo y hasta los avances científicos o tecnológicos. Se comprende –más no se acepta- que estas personas piensen así porque carecen de información, lo que a su vez no les permite tener una visión clara de cómo funcionan y a que obedece una estrategia de mercadotecnia.
Pero el problema es que quien lo afirma es nada menos que el presidente del Colegio Mexicano de Mercadotecnia, es decir, uno de los voceros más importantes de esta disciplina en el país. A mi parecer Gustavo Cordero está validando con esto que lo que las empresas hacen como mercadotecnia son en realidad mentiras, y que son negocios deshonestos e irresponsables. Es probable que la cercanía de los árboles no le permita a Cordero ver el bosque, es decir, que lo llamativo de la palabra y el uso generalizado entre sus pares, dé una impresión de que se puede definir de ese modo el antimarketing, pero me parece que es una definición no sólo no afortunada, si no hasta ofensiva.
Muchas empresas, y sus colaboradores, hacemos marketing tratando de ser lo más verdaderos, honestos y responsables que nuestro actuar y razonamiento nos permitan.
Otros puntos polémicos
-Ir en contra de las leyes del marketing es algo interesante. ¿Cuáles leyes? ¿Se puede hablar de leyes en el mundo inexacto de la mercadotecnia? Yo sólo recuerdo “Las 22 Leyes Inmutables del Marketing", que el título de un libro de Al Ries, muy acertado por cierto y aun muy vigente, pero cuyos enunciados ni son inmutables, ni son realmente son leyes. Están sujetos a la evolución de la disciplina y del conocimiento del comportamiento humano. Por cierto la ley 15 de este libro habla precisamente de la ley de la sinceridad: “Cuando admita algo negativo, el prospecto le reconocerá algo positivo”.
-Aun en el caso de que fueran leyes, ir en contra de ellas no necesariamente se puede definir como una “anti” ley. Cuando Einstein trascendió la física de Newton no le llamó “antifísica”, sino teoría de la relatividad. (Parece ironía, quizás lo sea, pero no estaría nada mal definir esto como marketing relativo, en lugar de antimarketing),
-“Las sorprendentes Leyes de Juan” son en realidad un buen ejemplo del valor de la recomendación de boca en boca, una herramienta cada vez más popular de la mercadotecnia y muy empleada en empresas como restaurantes, bares y “antros”, en donde las relaciones sociales y el vínculo a “tribus” específicas son los vehículos más poderosos para llenar de clientes este tipo de negocios.
-Finalmente como este post a nadie le va a gustar y quizás hasta me traiga algunas animadversiones, lo que me asusta un poco, mejor lo remato con un chiste de Osho:
Cierto día, Mendel Kravitz vuelve a su casa y encuentra un extraño sobre su mujer desnuda, con su cabeza entre sus grandes senos.
"¡Qué está pasando!" grita Mendel.
"Bueno, esteee.. , estoy escuchando música," contesta el extraño.
Mendel pone su cabeza al lado de la del extraño y protesta, "Yo no escucho nada."
"Claro que no," contesta el extraño, "usted no está enchufado"
Esta tendencia absurda de “matar al cartero” es decir, culpar a las herramientas de mercadotecnia del mal uso que se hace de ellas por personas irresponsables y codiciosas, es una práctica común entre la gente que no está muy involucrada con el marketing, quienes generalmente también piensan que es mala la televisión, internet, los videojuegos, el periodismo y hasta los avances científicos o tecnológicos. Se comprende –más no se acepta- que estas personas piensen así porque carecen de información, lo que a su vez no les permite tener una visión clara de cómo funcionan y a que obedece una estrategia de mercadotecnia.
Pero el problema es que quien lo afirma es nada menos que el presidente del Colegio Mexicano de Mercadotecnia, es decir, uno de los voceros más importantes de esta disciplina en el país. A mi parecer Gustavo Cordero está validando con esto que lo que las empresas hacen como mercadotecnia son en realidad mentiras, y que son negocios deshonestos e irresponsables. Es probable que la cercanía de los árboles no le permita a Cordero ver el bosque, es decir, que lo llamativo de la palabra y el uso generalizado entre sus pares, dé una impresión de que se puede definir de ese modo el antimarketing, pero me parece que es una definición no sólo no afortunada, si no hasta ofensiva.
Muchas empresas, y sus colaboradores, hacemos marketing tratando de ser lo más verdaderos, honestos y responsables que nuestro actuar y razonamiento nos permitan.
Otros puntos polémicos
-Ir en contra de las leyes del marketing es algo interesante. ¿Cuáles leyes? ¿Se puede hablar de leyes en el mundo inexacto de la mercadotecnia? Yo sólo recuerdo “Las 22 Leyes Inmutables del Marketing", que el título de un libro de Al Ries, muy acertado por cierto y aun muy vigente, pero cuyos enunciados ni son inmutables, ni son realmente son leyes. Están sujetos a la evolución de la disciplina y del conocimiento del comportamiento humano. Por cierto la ley 15 de este libro habla precisamente de la ley de la sinceridad: “Cuando admita algo negativo, el prospecto le reconocerá algo positivo”.
-Aun en el caso de que fueran leyes, ir en contra de ellas no necesariamente se puede definir como una “anti” ley. Cuando Einstein trascendió la física de Newton no le llamó “antifísica”, sino teoría de la relatividad. (Parece ironía, quizás lo sea, pero no estaría nada mal definir esto como marketing relativo, en lugar de antimarketing),
-“Las sorprendentes Leyes de Juan” son en realidad un buen ejemplo del valor de la recomendación de boca en boca, una herramienta cada vez más popular de la mercadotecnia y muy empleada en empresas como restaurantes, bares y “antros”, en donde las relaciones sociales y el vínculo a “tribus” específicas son los vehículos más poderosos para llenar de clientes este tipo de negocios.
-Finalmente como este post a nadie le va a gustar y quizás hasta me traiga algunas animadversiones, lo que me asusta un poco, mejor lo remato con un chiste de Osho:
Cierto día, Mendel Kravitz vuelve a su casa y encuentra un extraño sobre su mujer desnuda, con su cabeza entre sus grandes senos.
"¡Qué está pasando!" grita Mendel.
"Bueno, esteee.. , estoy escuchando música," contesta el extraño.
Mendel pone su cabeza al lado de la del extraño y protesta, "Yo no escucho nada."
"Claro que no," contesta el extraño, "usted no está enchufado"
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