El riesgo de sancionar a twitteros es para la sociedad,

La intención de sancionar a quienes adviertan por Twitter de los lugares en donde esté el #alcoholímetro va en contra, sin lugar a dudas, de nuestros derechos individuales,.

La información por sí misma no daña a nadie, sólo a aquellos que deseen controlar a la sociedad por medio de la regulación de la información pública. Seguramente los abogados encontrarán la forma de demostrar que este tipo de divulgación es ilegal, pero esto no quiere decir nada, simplemente que los que desean ejercer ese control, tienen el poder suficiente para hacer legal lo que les convenga.

Si a las autoridades policíacas les están “comiendo el mandado” con información que se adelanta a sus estrategias del alcoholímetro, es porque ya es hora de que cambien de estrategia, y esto o equivale a controlar el tipo de información que los ciudadanos pueden divulgar. El siguiente paso en esta dirección cual podría ser ¿decir que es ilegal y luego impedir que los ciudadanos critiquen a las autoridades gubernamentales? O ¿decir que nadie puede Twittear sobre políticos porque dañan y denigran su imagen?

La libertad de expresar lo que deseemos es una prerrogativa que deberíamos defender a toda costa: a pesar que dentro de esa libertad se resguarden personas que abusen de ella para fines personales que dañan a la sociedad, como es el caso de los ebrios que deberían dejar de conducir y no ser apoyados por personas que no entienden el riesgo de un mal consejo.

Comentarios

Saraí Rangel dijo…
la estrategia no está en limitar la información que se publica en las redes sociales, para esto habrá que asesorarse con especialistas en tecnologías de la información, y aún así resulta casi imposible tener el control sobre lo que se puede o no publicar.
Creo que las medidas deben de tomarse no solamente a nivel gubernamental, si no Estatal... que son dos cosas distintas; me refiero a que el gobierno talvez pueda reforzar las medidas de seguridad en los retenes de alcoholímetro... pero el Estado tiene la facultad de crear o modificar políticas que realmente regulen el problema de raíz... que a mi juicio no es que los "twitteros" avisen dónde se encuentran los retenes, o que se violen las leyes, que haya represión o libertinaje de expresión, o de las garantías individuales... creo que todo empieza en los permisos que el estado otorga a lugares para vender alcohol... mucho de ellos lo obtienen sin cumplir los requisitos y todo por tener "palancas" o conocidos dentro del poder burocrático... y es así que les resulta mejor vender alcohol adulterado...sin multas, sin sanciones... al final de cuentas las cifras aumentan... corrupción, accidentes automovilísticos, alchoholismo, etc.
Finalmente... existan o no los "twitteros soplones"... siempre exisitirá la manera de enterarse por dónde dirigirte saliendo del bar o del antro...