El obstáculo más difícil en las empresas

Para muchos el título de este post, si se formulara a modo de pregunta, evocaría respuestas como: “flujo de efectivo”, “impuestos”, “capacitación de personal”, “crisis”, “competencia”, “tecnología”, “mercado deprimido”, “motivación”...

Éstas son respuestas que hace externo un problema interno. El obstáculo más difícil de cualquier empresa, sea personal o de negocios , el que es el origen de todos los problemas es el de la vanidad. Como su propia definición lo explica, esta palabra significa cualidad de vano, es decir, falto de realidad, sustancia o entidad. Se es vanidoso cuando uno cree intensamente estar en lo cierto a pesar de que la realidad no lo respalde. Esto es diferente a creer estar en lo cierto, respaldado por los hechos. Más allá de discusiones filosóficas acerca de lo que es real o no, la vanidad niega lo concreto, lo objetivo, lo comprobable; entonces se recurre a la voluntad, a la autoridad, a la expresión intensa y penetrante. Cuando los hechos respaldan las creencias, entonces no se es vanidoso, la persona está segura de lo que piensa, segura de sí misma.

Reconocer que lo que uno cree es incorrecto, no sólo es una exigencia de los ciencia, las personas que lo aceptan tienen grandes atributos empresariales, pues logran que sus objetivos sean alcanzables, al modificar lo necesario para lograrlo. El vanidoso impone, grita, exige, declara y al final ni él ni su equipo logran resultados.

Sea cual sea el reto que afronte una empresa, la ausencia de la vanidad o su necia presencia, definen de modo determinante el éxito.

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