La bonita de la casa es Panta, requiere optimismo

Parece que al fin nos hemos dado cuenta que estamos en el fondo de un profundo hoyo económico del cual no tenemos antecedentes. La dimensión del problema no tiene paralelo en la historia y lo peor de todo es que quien está obligado a resolverlo, es decir el gobierno en turno, no parece tener idea de cómo resolverlo y sólo está preocupado por resolver sus propios problemas financieros, sin ocuparse del desempleo y la reactivación económica del país que está obligado a dirigir
Cuando, en lo personal, se encontraba en situaciones similares mi abuela decía "el problema es que la más bonita de la casa es...Panta" y con ello lograba que visualizara los peores escenarios.

¿Qué podemos hacer como ciudadanos ante un hecho así? Tal vez nada notable, pero si importante:

En primer lugar no creer en nada de lo que dicen los noticieros de la televisión. Hoy por hoy las televisoras se han convertido en extensiones de las agencias de relaciones públicas del gobierno y de los grupos económicos que representan, su información no es objetiva, además de que lo que es realmente relevante tardan tanto en informarlo que cuando se publica no hay ya nada que decidir. Lo recomendable es informarse por varias fuentes.

En segundo lugar, no tomar decisiones ni partido por nadie. Es momento de estar atento a lo que ocurre, pues las posiciones apenas se están definiendo y en estos casos es más importante para quienes nos representan las posiciones políticas que las económicas. Si nos inclinamos por una opción el corazón nos impedirá ver con claridad. Algo así ocurrió en las elecciones pasadas y ahora podemos ver como nuestros propios miedos nos han llevado a nuestras circunstancias actuales.

En tercer lugar, lo más importante, no fomentar el desaliento. La gente nos estamos derrotando sin luchar. Quizás parezca una lucha perdida, pero uno realmente no pierde una batalla hasta el momento en que se es derrotado. El problema ya no es que la gente vayamos a nuestra batallas con mentalidad de perdedor, actitud muy común; si no que ahora ni siquiera se asiste a las batallas.

En una batalla (una venta, una cita de trabajo, una presentación de proyecto, un examen), las circunstancias son las mismas para todos los contrincantes. Por supuesto cuenta mucho la preparación y los recursos que cada uno posee, pero en la mayoría de los casos lo que define una victoria es la actitud. En no pocas ocasiones la actitud lo es todo y es lo único que se requiere para ganar, aun con todas las circunstancias en contra.

Es por su actitud que un vendedor puede ser el mejor de todos, o perder su empleo si no la tiene.

El problema es que la crisis nos ha pegado tan de lleno, que se está perdiendo la actitud. Hoy mi labor diaria consiste en luchar contra esa falta de actitud, pues son los primeros pasos hacia el fracaso. Pero no deja de sorprenderme como este contagio corre mucho más rápido que la tan temida influenza.

Estoy muy sorprendido como a pesar de la crisis del empleo, de que los jóvenes no tienen oportunidades, he publicado una plaza de trabajo de ventas en diferentes lugares y he recibido muy pocas peticiones. SI los jóvenes ya ni siquiera expresan su aspiración por un trabajo aunque no reúnan todos los requisitos, debemos prender todas las luces de alerta, pues esto constituye el peor síntoma de ausencia de optimismo que he visto en todas las crisis que me han tocado vivir y creo que no lo debemos permitir.

Comentarios

Roberto dijo…
Cierto, eso es lo que se ve todo alrededor. La gente está tan desanimada, que ya ni siquiera intentan levantarse. Con actitudes como esas dificilmente saldremos avante de esta crisis.

Pero bueno, para los que saben ser positivos, los tiempos de crisis son tiempos de oportunidad. Nosotros aprovechamos la crisis economica para asegurar una oficina para nuestra agencia de diseño web a menos de la mitad del costo de lo que normalmente se pagaría de renta.

Los que tengan actitud positiva, son los que van a tener éxito y los que se van a recuperar rapidamente una vez que la rueda económica empiece a girar de nuevo. De eso no hay duda alguna.