Después de varios meses de no volar por la línea de bajo costo Volaris, recientemente se dio la ocasión. La experiencia fue tan peculiar que me motiva a escribirla. Y no es porque me haya impresionado por su promoción de cielo azul o por su garantía de regresarle a sus clientes hasta el 50% del boleto si no cumple con su hora programada de arribo que no tienen mucho de extraordinario, aunque se esfuercen porque lo sea.
Lo peculiar estuvo en el ambiente cargado de publicidad. La crisis económica ha impactado tanto a los transportes aéreos que esta línea está buscando modos alternos de ingreso, Ya de por si, por la naturaleza del inversionista de esta marca había una inclinación a usar de un modo diferente los servicios adicionales que se ofrecen al viajero de sus vuelos. Sus programas de Televisa en lugar de proyección de películas, convertían a mi modo de ver el tiempo de tránsito en momentos más que fastidiosos, al menos para mí.
Ahora todo parece estar patrocinado: el café, los refrescos y galletas que te ofrecen. Hay anuncios en los monitores e incluso hasta volanteo dentro del mismo avión. ¿Es esto molesto para el pasajero? Honestamente creo no. Vale la pena unos cuantos mensajes a cambio de un mejor precio. (Aunque en este sentido el trecho que le falta a Volaris es aún largo para que tenga vuelos realmente baratos).
Mientras vivía esta experiencia, vinieron a mi mente los planes de Google, de Microsoft, de algunos restaurantes y muchos otros que están pensando en la publicidad como opciones únicas o adicionales de ingreso. Sin duda cada vez hay más jugadores en el mercado de la publicidad y promoción, y esto tendrá una inevitable consecuencia, los precios serán más accesibles para los anunciantes y el margen de los medios de publicidad se reducirá, poniendo en riesgo a medios de publicidad tradicionales, como ya está pasando con los impresos.
Es obvio que los empresarios que se dedican a la publicidad tendrán que repensar su negocio por la entrada de tantas alternativas. Pero para mí hay otro reto, quizá aun más importante el de los anunciantes. Lo que vi en Volaris fueron buenas opciones mal aplicadas. No todos los medios son para todos. El hecho de que haya un público cautivo y que cumpla a grandes rangos con el perfil del segmento de mercado a quienes se enfoca una empresa, no quiere decir que se pueda llegar a ellos con cualquier mensaje, o con cualquier medio. Lo importante es llamar su atención, no fastidiarlo o darle objetos inútiles que terminará abandonándolos en el propio asiento
Los medios siempre buscarán vender más aun cuando la solución no sea la ideal para sus clientes.
La decisión para que haya rentabilidad en la inversión está en el que invierte y en sus asesores.
Lo peculiar estuvo en el ambiente cargado de publicidad. La crisis económica ha impactado tanto a los transportes aéreos que esta línea está buscando modos alternos de ingreso, Ya de por si, por la naturaleza del inversionista de esta marca había una inclinación a usar de un modo diferente los servicios adicionales que se ofrecen al viajero de sus vuelos. Sus programas de Televisa en lugar de proyección de películas, convertían a mi modo de ver el tiempo de tránsito en momentos más que fastidiosos, al menos para mí.
Ahora todo parece estar patrocinado: el café, los refrescos y galletas que te ofrecen. Hay anuncios en los monitores e incluso hasta volanteo dentro del mismo avión. ¿Es esto molesto para el pasajero? Honestamente creo no. Vale la pena unos cuantos mensajes a cambio de un mejor precio. (Aunque en este sentido el trecho que le falta a Volaris es aún largo para que tenga vuelos realmente baratos).
Mientras vivía esta experiencia, vinieron a mi mente los planes de Google, de Microsoft, de algunos restaurantes y muchos otros que están pensando en la publicidad como opciones únicas o adicionales de ingreso. Sin duda cada vez hay más jugadores en el mercado de la publicidad y promoción, y esto tendrá una inevitable consecuencia, los precios serán más accesibles para los anunciantes y el margen de los medios de publicidad se reducirá, poniendo en riesgo a medios de publicidad tradicionales, como ya está pasando con los impresos.
Es obvio que los empresarios que se dedican a la publicidad tendrán que repensar su negocio por la entrada de tantas alternativas. Pero para mí hay otro reto, quizá aun más importante el de los anunciantes. Lo que vi en Volaris fueron buenas opciones mal aplicadas. No todos los medios son para todos. El hecho de que haya un público cautivo y que cumpla a grandes rangos con el perfil del segmento de mercado a quienes se enfoca una empresa, no quiere decir que se pueda llegar a ellos con cualquier mensaje, o con cualquier medio. Lo importante es llamar su atención, no fastidiarlo o darle objetos inútiles que terminará abandonándolos en el propio asiento
Los medios siempre buscarán vender más aun cuando la solución no sea la ideal para sus clientes.
La decisión para que haya rentabilidad en la inversión está en el que invierte y en sus asesores.
Comentarios
Hace unos días vi eso en un café internet donde la mayoría de los clientes son jovenes de edad de secundaria que van a jugar. En el lugar habían colocado posters de un salon para bronceo. Buen diseño de poster, muy mala ubicación.
Buen artículo Gustavo. Gracias.