Un amigo me preguntó al leer el post de Empresarios Rebeldes sobre la razón para que negara como opción para luchar contra las grandes marcas la vía de la economía no formal. “A fin de cuentas –agregó- el gobierno cada vez ofrece menos a cambio de los impuestos que paga”
El argumento puede ser muy sólido y materia de discusión en el ámbito de la economía y la sociedad, pero mi negación hacia la informalidad no tiene que ver, en este caso con la responsabilidad social, si no con el potencial de crecimiento de las empresas pequeñas.
En mi experiencia, los pequeños empresarios que deciden manejarse en el mundo informal o en un ambiente formal/informal no pueden crecer. Y esto se debe a que la misma decisión de no reportar impuestos los lleva a dejar de llevar una contabilidad real, para llevar una ficticia que se usa para el pago de impuestos. Es donde el empresario empieza un camino diferente al crecimiento.
Aclaro que quizá el empresario se esté embolsando una relativamente buena cantidad de dinero con esta decisión, pero su empresa llegará a un límite de crecimiento, que es aquel que se define por la capacidad de control del propio empresario sin herramientas a su alcance. AL no llevar una contabilidad eficiente no puede delegar, no puede dedicarse a tareas de desarrollo, tiene que estar concentrado en la tarea de administrar el negocio. Y todo se vuelve un círculo vicioso.
El sustento de la mercadotecnia alternativa que es lo que está detrás de la propuesta de empresarios rebeldes es el aprovechamiento de lo que está disponible en el entorno empresarial, pero recreándolo desde una óptica de rebeldía, de reconstrucción del orden simbólico que ha sido gobernado por las marcas dominantes. Es decir, significa aprovechar todas las herramientas al alcance del empresario, en donde el reto más importante es el conocimiento y dominio de las mismas, que su costo.
Posicionamiento en el web, correos directos electrónicos, creación de contenido de valor, impresión digital personalizada, técnicas de persuasión cara a cara, relacionamiento social, presencia virtual, recomendación de boca en boca, virus marketing, telemarketing con recursos IP, televentas, redes de mercadotecnia, redes de contacto profesional, reuniones sociales de negocio, volanteo inteligente y herramientas similares son algunos de los recursos que los empresarios rebeldes pueden explotar que significan poca inversión monetaria, pero mucho talento, creatividad, investigación y medición.
Un empresario con conocimiento -no escolar, ojo- y convencido de su objetivo de negocio, encontrará que su talento es más importante que el dinero que requiere para llevarlo a cabo.
El argumento puede ser muy sólido y materia de discusión en el ámbito de la economía y la sociedad, pero mi negación hacia la informalidad no tiene que ver, en este caso con la responsabilidad social, si no con el potencial de crecimiento de las empresas pequeñas.
En mi experiencia, los pequeños empresarios que deciden manejarse en el mundo informal o en un ambiente formal/informal no pueden crecer. Y esto se debe a que la misma decisión de no reportar impuestos los lleva a dejar de llevar una contabilidad real, para llevar una ficticia que se usa para el pago de impuestos. Es donde el empresario empieza un camino diferente al crecimiento.
Aclaro que quizá el empresario se esté embolsando una relativamente buena cantidad de dinero con esta decisión, pero su empresa llegará a un límite de crecimiento, que es aquel que se define por la capacidad de control del propio empresario sin herramientas a su alcance. AL no llevar una contabilidad eficiente no puede delegar, no puede dedicarse a tareas de desarrollo, tiene que estar concentrado en la tarea de administrar el negocio. Y todo se vuelve un círculo vicioso.
El sustento de la mercadotecnia alternativa que es lo que está detrás de la propuesta de empresarios rebeldes es el aprovechamiento de lo que está disponible en el entorno empresarial, pero recreándolo desde una óptica de rebeldía, de reconstrucción del orden simbólico que ha sido gobernado por las marcas dominantes. Es decir, significa aprovechar todas las herramientas al alcance del empresario, en donde el reto más importante es el conocimiento y dominio de las mismas, que su costo.
Posicionamiento en el web, correos directos electrónicos, creación de contenido de valor, impresión digital personalizada, técnicas de persuasión cara a cara, relacionamiento social, presencia virtual, recomendación de boca en boca, virus marketing, telemarketing con recursos IP, televentas, redes de mercadotecnia, redes de contacto profesional, reuniones sociales de negocio, volanteo inteligente y herramientas similares son algunos de los recursos que los empresarios rebeldes pueden explotar que significan poca inversión monetaria, pero mucho talento, creatividad, investigación y medición.
Un empresario con conocimiento -no escolar, ojo- y convencido de su objetivo de negocio, encontrará que su talento es más importante que el dinero que requiere para llevarlo a cabo.
Comentarios
El equipo de Marketing Mega Virtual
Como siempre, buen post. Gracias.