Empresarios con mentalidad de empleados

Desde que leí el libro “El liderazgo Centrado en Principios” de Stephen Covey, llegué a la conclusión de que no se podía ser un buen directivo si uno no había resuelto su vida consigo mismo y con el entorno. Esto ocurrió hace 12 años y en la medida en que ido conociendo a yo interno, me he dado cuenta que este conocimiento no sólo es necesario para tener un mejor desempeño como empleado, si no para tener una vida productiva, haciendo cualquier tipo de actividad.

Cuando nos quejamos de la crisis económica y de los políticos que administran y han administrado mal al país, estamos eclipsando una enorme ventaja que todos poseemos y que pocas veces reparamos en ella y es el hecho de que nacimos libres. Nuestro destino no está marcado y podemos hacer con nuestras vidas lo que nos venga en gana, incluso si nos proponemos realmente mejorar nuestra posición económica y ser felices.

El problema para desarrollarnos sí es el entorno, pero no porque sea un destino manifiesto, si no porque a la mayoría de nosotros nos falta entereza y claridad para afrontarlo. Sea lo que sea a lo que nos dediquemos, la mayor parte de las veces no sabemos explicar porque lo hacemos, tenemos una inmensa cantidad de prejuicios respecto de nuestra actividad y lo que es peor, no creemos que nadie nos pueda aconsejar, pues sólo nosotros creemos que sabemos lo que queremos.

De este modo se va construyendo un entorno que es el de que nos quejamos: empleados que no quieren asumir su responsabilidad y prefieren rumiar su frustración con mediocridad, políticos que creen que el camino inteligente es el uso de poder para el beneficio personal o faccioso, empresarios que se arrinconan ante cualquier cambio en la bolsa, devaluación o crisis y millones de espíritus emprendedores que navegan por el río de la oscuridad, la ignorancia y los sueños irrealizables.

Estos últimos, el de los emprendedores, es a pesar de todo, el recurso más importante que tenemos como sociedad para propiciar un desarrollo verdadero que beneficie a todos y no sólo a los extraños números de la macroeconomía. Si a todos los que tienen inquietudes por realizar un proyecto productivo, se les de el conocimiento para llevar a la realidad su idea, todos resultaremos beneficiados de una bonanza económica mucho más sólida, pues este crecimiento se dará como ocurre con todos los fenómenos globales, a través de nuestros pequeños mundos en los que vivimos,

Cualquier persona puede ser un emprendedor potencial. Hace unos días conocí a una persona, empleado de la burocracia, que me comentó que al leer mi post sobre “empresarios que se buscan” se sintió inspirado para empezar un negocio con el que había soñado desde hace años, pero que nunca había definido una fecha para empezarlo, así que se asoció con sus hermanos y estaba muy próximo a abrir.

Por supuesto que halaga mi ego un comentario así, pero no ese eso lo que hay que hacerr. Escribí que era necesario un proceso de preparación. Y tengan la seguridad que no refiero a los consejos de grandes expertos de mercadotecnia que le sugieren a un vendedor de tamales que haga un estudio de mercado para empezar su negocio en la calle. No llego a tanto. El estudio a realizar es hacia dentro de la persona que está tomando la decisión. El emprendedor debe estar seguro de lo que va a hacer, porque la rentabilidad de un negocio es una ecuación que se compone de ingresos por ventas, menos una enorme serie de sinsabores, gastos, errores y malas decisiones.

El emprendedor antes de empezar su proyecto debe analizar realmente todos los conceptos que tiene de sí mismo y del negocio que desea emprender.

Me voy a referir sólo a un concepto, de los muchos que se deben revisar. Empresarios con mentalidad de empleados. Hace muchos años tuvo un prospecto de socio que tenía una idea magnífica para fabricar un producto promocional. Desafortunadamente no llegamos a ningún acuerdo por sus creencias.

En nuestra primer reunión me dijo. “Yo creo que nuestra estrategia debe ser el precio. Normalmente los empresarios quieren ganarle mucho al producto, yo creo que si lo vendemos más barato, podemos vender mucho mas”

-¿A qué te refieres con ganar mucho?” –le pregunté esperando una repuesta profunda y acomodándome en el asiento para aprender algo nuevo.

-Pues mira, ustedes compran la materia prima a 10 y lo que hacen no lo quieren vender a menos de 100, eso es mucho.

-¿Eso es todo? –le pregunté desilusionado- ¿crees que el único gasto es la materia prima y lo demás es ganancia?

-Claro -respondió- bueno hay que agregar lo que le pagan a los obreros, pero eso es muy poco ¿no?


El final de la historia es muy predecible. Mucha gente cree que las ganancias de un negocio son inmensas y parten de ese principio para determinar sus precios. La estrategia funciona a veces cuando se quiere tener una economía de supervivencia, pero también es el camino para no poder crecer y quedarse en la fase original para toda la vida.

Comentarios

Roberto dijo…
Definitivamente una buena planeacion, tanto interna como externa, puede reducir los "sinsabores, gastos, errores y malas decisiones". Como siempre, muy buen artículo. Gracias!
Muchas gracias Roberto por tus comentarios. Recibe un cordal saludo

Gustavo