El tema del abuso de la mercadotecnia verde que ya está preocupando a las organizaciones ecológicas, no es más que una nueva versión de lo que siempre ocurre con las empresas que creen que la publicidad es un recurso para parecer lo que no son y de publicistas que por dinero se prestan a hacerlo.
Un antecedente de esta visión del engaño es ésta: “En la página Web de Allyn&Co presumen de que su fundador es capaz de ‘hacerte creer que tu perro es un gato’.”
Dicha empresa fue comprada por Omnicom en el 2002, pero el antecedente de esta presunción queda registrada en la historia negra de la mala publicidad y es una muestra de cómo hemos llegado a tal grado de cinismo que incluso los mejores mentirosos son muy cotizados y preferidos por quienes quieren ganar a costa de lo que sea.
El asunto es muy serio si lo vemos desde la perspectiva de lo que está significando el enorme daño que las actividades humanas están causando en el medio ambiente. Tenemos muchas conductas que sin darnos cuentas resultan altamente depredadoras y el público necesita mucha orientación, educación para que logremos, si no remontar, al menos disminuir en algo nuestras actividades depredadoras.
El camino a seguir como dice la misma nota es la autoregulación, cosa que parece imposible en un medio que ha demostrado estar sumamente viciado en donde todo parece cambiar para ocultar que todo sigue igual.
La diferencia es que ahora los ciudadanos tenemos el poder de reclamar y publicar el impacto que tienen para nuestro futuro estar enviando mensajes engañosos. Quisiera escribir que somos muchos los que podemos criticar y provocar que los publicistas se autolimiten, pero la verdad es que aún estamos muy lejos de eso y el mejor ejemplo es el crecimiento en las últimas elecciones del partido que se hace llamar verde.
Pero el poder de expresión ya está en muchas manos, solamente falta que se ejerza lea un poco del tema, se ejerza el pensamiento crítico y se expresen opiniones.
Un antecedente de esta visión del engaño es ésta: “En la página Web de Allyn&Co presumen de que su fundador es capaz de ‘hacerte creer que tu perro es un gato’.”
Dicha empresa fue comprada por Omnicom en el 2002, pero el antecedente de esta presunción queda registrada en la historia negra de la mala publicidad y es una muestra de cómo hemos llegado a tal grado de cinismo que incluso los mejores mentirosos son muy cotizados y preferidos por quienes quieren ganar a costa de lo que sea.
El asunto es muy serio si lo vemos desde la perspectiva de lo que está significando el enorme daño que las actividades humanas están causando en el medio ambiente. Tenemos muchas conductas que sin darnos cuentas resultan altamente depredadoras y el público necesita mucha orientación, educación para que logremos, si no remontar, al menos disminuir en algo nuestras actividades depredadoras.
El camino a seguir como dice la misma nota es la autoregulación, cosa que parece imposible en un medio que ha demostrado estar sumamente viciado en donde todo parece cambiar para ocultar que todo sigue igual.
La diferencia es que ahora los ciudadanos tenemos el poder de reclamar y publicar el impacto que tienen para nuestro futuro estar enviando mensajes engañosos. Quisiera escribir que somos muchos los que podemos criticar y provocar que los publicistas se autolimiten, pero la verdad es que aún estamos muy lejos de eso y el mejor ejemplo es el crecimiento en las últimas elecciones del partido que se hace llamar verde.
Pero el poder de expresión ya está en muchas manos, solamente falta que se ejerza lea un poco del tema, se ejerza el pensamiento crítico y se expresen opiniones.
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