Cuando era niño me gustaba pasear con mis primos en la parte trasera de una camioneta pick up. Siempre que lo hacíamos, el perro de la casa nos seguía varias cuadras como diciéndonos que quería ir con nosotros. Todos sentíamos una especie de desazón verlo perseguirnos con todas sus fuerzas hasta que finalmente se detenía exhausto mirando cómo nos alejábamos.
Un día no soportamos más y le pedimos al tío que se frenara. El perro subió de un brinco sin titubear y todos reímos al pensar que al fin lo había logrado. Pero instantes después el perro se puso nervioso y quería bajarse. No le gustaba estar ahí, con el vehículo en movimiento. Como no se lo permitimos estuvo angustiado todo el tiempo hasta que regresamos. Nunca más nos volvió a perseguir.
Me parece que esto nos pasa a todos y por ello el perseguir el éxito es mucho más apasionante que el alcanzarlo y creo que algo así le ocurrió a Susan Boyle. Aunque muchos discuten sobre si esta aspirante a cantante profesional debió ganar el concurso Britian Got Talent, lo más probable es que no lo necesitaba pues obtuvo lo que esperaba desde su primera participación en el mismo.
Su aparición en la escena pública será un clásico de la motivación y un ejemplo para todos los que por momentos pensamos que ya no es posible seguir persiguiendo nuestros sueños. Una mujer de 47 años, muy poco agraciada, sin empleo, soltera y jamás besada, se presenta ante un público burlón diciendo que quiere ser tan famosa como Eleine Paige -una cantante inglesa de obras musicales, premiada hace 14 años por la reina de Inglanterra con la Orden del Imperio Británico-.
Con el canto de la primera frase Susan conquista al público y en poco más de un mes logra más cien millones (¡100 millones!) de descargas en YouTube. Sólo con ello la señora Boyle rebasó todas las expectativas en cuanto a fama y posibles ingresos que podía haber esperado.
Durante el periodo que duró el concurso Susan sufrió de presiones y calumnias de todo tipo hasta el grado de que pensó en renunciar antes de llegar a la final del certamen. Es curioso pero la letra de la canción que eligió en su presentación pública “I dreamed a dream”, fue como un anuncio premonitorio de lo que le iba a ocurrir:
“Soñé un sueño hace tiempo, cuando la esperanza era grande y valía la pena vivir la vida…entonces yo era joven y sin miedo, y los sueños se hicieron, se usaron y se perdieron…Pero los tigres vienen de noche, con sus voces suaves como el trueno, hacen pedazos tus esperanzas, convierten tus sueños en vergüenza…hay sueños que no pueden ser, hay tormentas que no podemos soportar…Tuve un sueño que mi vida era tan diferente de este infierno que estoy viviendo, es tan diferente ahora de lo que parecía, ahora la vida ha matado el sueño que soñé.”
Ella también de un solo brinco llegó a la plataforma de la fama y no le gustó lo que sintió. Ahora el igual que todos los que llegan al éxito, es el momento de replantearse las expectativas, buscando un sentido mucho más profundo que el que tenían las originales
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