Mientras en los países primermundistas proliferan las predicciones del desarrollo tecnológico y la evolución de la mercadotecnia hacia las redes sociales y la participación activa del consumidor, en México aun tenemos que ocuparnos en entender las razones por las que estas predicciones no las veremos florecer en nuestra vida cotidiana local. Al menos no con la misma intensidad y popularidad que gozan en otros países.
No son suficientes las explicaciones con el uso de lugares comunes como: “somos un país dependiente”, “así somos los mexicanos”, o de que pobres de nosotros “tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”. Estas frases no tiene ningún fondo y sólo nos lleva a voltear hacia otros horizontes sin que nos aboquemos a resolver nuestros propios problemas.
Desde esta perspectiva, éstos son los retos que debemos afrontar los que deseamos un país con un crecimiento más dinámico que provoque un desarrollo explosivo de la mercadotecnia, la publicidad, la comunicación y la creatividad.
Necesitamos más emprendedores. Es deseable que no sean sólo 200 las empresas en México que practiquen la comunicación de una manera profesional. El país cuenta con cerca de 3 millones de unidades de negocio, muchas de las cuales podrían lograr un gran crecimiento si tan sólo entendieran y practicaran la mercadotecnia contemporánea. Aunque a veces la tarea sea como “predicar en el desierto”, es importante seguir difundiendo los beneficios de esta herramienta de gran utilidad para los emprendedores. Entre más emprendedores surjan, la demanda por servicios de mercadotecnia y comunicación crecerá y la evolución será posible.
Necesitamos más competencia. Por años hemos sido testigos de cómo los mercados cerrados no sólo favorecen a unos cuantos empresarios bien relacionados, si no que –lo peor de todo- el crecimiento de su mercado se inhibe y los precios son desproporcionadamente altos. Para que nuestra mercadotecnia evolucione necesitamos de más medios electrónicos, de más agencias de publicidad, de más productores independientes, de periodismo ciudadano que compita con el tradicional, de diseñadores que compitan con las agencias, de bloggers que compitan con medios.
Necesitamos más educación. En plena era de la sociedad del conocimiento, las tasas de deserción de los estudiantes van en aumento porque ni las universidades públicas, ni las privadas han sido capaces de crear profesionistas que no sólo sobrevivan decorosamente en esta nueva sociedad, si no que la hagan productiva en su propio beneficio y en la de los demás. Es obvio que debemos dejar de producir profesionistas desempleados, pero la solución no está en dejarlos de producir, si no en crear profesionistas con una mentalidad mucho más amplia que les permita aprovechar las ventajas de la economía global. Además no sólo necesitamos de educación formal, responsabilidad de los expertos, también necesitamos de la informal. La mayoría de la gente piensa que las nuevas tecnologías son sólo para ocio y entretenimiento. Sólo unos cuantos las aprovechan como un medio de información y como un sistema de comunicación de negocios. Esto es un asunto educativo, del informal, es decir, del que tipo de educación que todos somos responsables por trasmitir.
Necesitamos mentes abiertas. No sé quién sea el autor de esta frase, pero debería de ser célebre sólo por esta creación: “Las mentes son como los paracaídas, sólo funcionan cuando están abiertas”. Los fracasos son víctimas de mentes que no se abrieron en caídas libres. Siempre hay diversas soluciones para un mismo problema, es sólo cuestión de enfoque. No son pocas las veces que las mentes libres de prejuicios muestra mucho más creatividad que la que logran las muchas veces prejuiciosas mentes conocedoras. Como ocurre en este vídeo.
No son suficientes las explicaciones con el uso de lugares comunes como: “somos un país dependiente”, “así somos los mexicanos”, o de que pobres de nosotros “tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”. Estas frases no tiene ningún fondo y sólo nos lleva a voltear hacia otros horizontes sin que nos aboquemos a resolver nuestros propios problemas.
Desde esta perspectiva, éstos son los retos que debemos afrontar los que deseamos un país con un crecimiento más dinámico que provoque un desarrollo explosivo de la mercadotecnia, la publicidad, la comunicación y la creatividad.
Necesitamos más emprendedores. Es deseable que no sean sólo 200 las empresas en México que practiquen la comunicación de una manera profesional. El país cuenta con cerca de 3 millones de unidades de negocio, muchas de las cuales podrían lograr un gran crecimiento si tan sólo entendieran y practicaran la mercadotecnia contemporánea. Aunque a veces la tarea sea como “predicar en el desierto”, es importante seguir difundiendo los beneficios de esta herramienta de gran utilidad para los emprendedores. Entre más emprendedores surjan, la demanda por servicios de mercadotecnia y comunicación crecerá y la evolución será posible.
Necesitamos más competencia. Por años hemos sido testigos de cómo los mercados cerrados no sólo favorecen a unos cuantos empresarios bien relacionados, si no que –lo peor de todo- el crecimiento de su mercado se inhibe y los precios son desproporcionadamente altos. Para que nuestra mercadotecnia evolucione necesitamos de más medios electrónicos, de más agencias de publicidad, de más productores independientes, de periodismo ciudadano que compita con el tradicional, de diseñadores que compitan con las agencias, de bloggers que compitan con medios.
Necesitamos más educación. En plena era de la sociedad del conocimiento, las tasas de deserción de los estudiantes van en aumento porque ni las universidades públicas, ni las privadas han sido capaces de crear profesionistas que no sólo sobrevivan decorosamente en esta nueva sociedad, si no que la hagan productiva en su propio beneficio y en la de los demás. Es obvio que debemos dejar de producir profesionistas desempleados, pero la solución no está en dejarlos de producir, si no en crear profesionistas con una mentalidad mucho más amplia que les permita aprovechar las ventajas de la economía global. Además no sólo necesitamos de educación formal, responsabilidad de los expertos, también necesitamos de la informal. La mayoría de la gente piensa que las nuevas tecnologías son sólo para ocio y entretenimiento. Sólo unos cuantos las aprovechan como un medio de información y como un sistema de comunicación de negocios. Esto es un asunto educativo, del informal, es decir, del que tipo de educación que todos somos responsables por trasmitir.
Necesitamos mentes abiertas. No sé quién sea el autor de esta frase, pero debería de ser célebre sólo por esta creación: “Las mentes son como los paracaídas, sólo funcionan cuando están abiertas”. Los fracasos son víctimas de mentes que no se abrieron en caídas libres. Siempre hay diversas soluciones para un mismo problema, es sólo cuestión de enfoque. No son pocas las veces que las mentes libres de prejuicios muestra mucho más creatividad que la que logran las muchas veces prejuiciosas mentes conocedoras. Como ocurre en este vídeo.
Comentarios
1) Al desarrollo de productos, en donde la calidad y el servicio sean características por descontado y no tus ventajas competitivas. Al momento de que se perciban los valores agregados de los productos o servicios y ahí esté la diferenciación.
2) A batallas con base en la absoluta satisfacción del consumidor sin necesidad de colocarlas en el terreno de los precios nada más.
“Guerra de precios es al final un campo lleno de cruces” Horacio Marchand.
3) A las relaciones sólidas, leales y productivas. Ya no tienes “clientes”; Cada uno tiene un nombre, un hábito de consumo y requiere de atención estratégica y personalizada a través de una estrategia de lealtad.
4) A lo social y humano; Hoy por hoy, producto o servicio responsable social y ecológicamente es reconocido y recompensado por el consumidor final.
5) A donde esté tu cliente interno; Comunicación y compromiso serán comunes denominadores de los integrantes de empresas exitosas.
Un abrazo y gracias…