Leila Abboud del Dow Jones Newswires narra una poco creíble historia de cómo la firma holandesa Koninklijke Philips Electronics, el mayor fabricante mundial de artículos de iluminación, trata de resolver el enigma de cuántas campañas de marketing va a necesitar para lograr que los consumidores, las empresas y los gobiernos municipales cambien sus tradicionales focos por una tecnología que les permitiría grandes ahorros.
Según la autora. Philips “está promoviendo los sistemas de iluminación eficientes con una campaña publicitaria masiva. La empresa ha cabildeado ante los gobiernos municipales de varias ciudades europeas acerca de los beneficios del alumbrado urbano eficiente en consumo. Ha empleado el correo directo y los anuncios impresos en publicaciones especializadas para llegar a los arquitectos que instalan sistemas de iluminación”.
Sin embargo los consumidores se muestran renuentes en invertir en una tecnología que les ofrece los mismos beneficios de iluminación con una larga duración del foco y un ahorro significativo en gastos de energía.
Es poco creíble que el ejercicio de la mercadotecnia en otros campos exitosa y capaz de hacer que los consumidores tomen decisiones en contra de sus bolsillos y a ciudadanos en contra de sus propios intereses no pueda convencer de los beneficios que ofrecen estas tecnologías.
Una campaña demasiado orientada hacia la razón y no a los sentidos. Sería interesante conocer el por qué.
Fuente: Sentido Común
Según la autora. Philips “está promoviendo los sistemas de iluminación eficientes con una campaña publicitaria masiva. La empresa ha cabildeado ante los gobiernos municipales de varias ciudades europeas acerca de los beneficios del alumbrado urbano eficiente en consumo. Ha empleado el correo directo y los anuncios impresos en publicaciones especializadas para llegar a los arquitectos que instalan sistemas de iluminación”.
Sin embargo los consumidores se muestran renuentes en invertir en una tecnología que les ofrece los mismos beneficios de iluminación con una larga duración del foco y un ahorro significativo en gastos de energía.
Es poco creíble que el ejercicio de la mercadotecnia en otros campos exitosa y capaz de hacer que los consumidores tomen decisiones en contra de sus bolsillos y a ciudadanos en contra de sus propios intereses no pueda convencer de los beneficios que ofrecen estas tecnologías.
Una campaña demasiado orientada hacia la razón y no a los sentidos. Sería interesante conocer el por qué.
Fuente: Sentido Común
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