Acabada de leer la declaración de Guillermo Ortiz en donde insistió en criticar a los bancos que operan en México debido a que sus tarjetas de crédito cobran intereses anuales casi tres veces más que en sus países de origen, cuando timbró el teléfono:
-“Le llamo del banco “X” para decirle que podemos otorgarle una tarjeta de crédito ¿qué le parece?” -me dijo una voz femenina cuyo tono parecía insinuarme que me había sacado la lotería.
-“Discúlpeme señorita pero no me interesa “–contesté limitando mi lengua que apuraba un sin fin de respuestas sarcásticas
-“Pero ¿por qué? -`preguntó cambiando el tono al de sorpresa infinita, por negarme a recibir su “premio”
-“Yo sé que usted no tiene la culpa, pero le voy a decir lo que pienso” –tragué saliva para controlar mi enojo y le expliqué- “Por favor anote ahí en su programa de CRM, si es que lo tienen, que no me llamen más hasta que sus tasas de interés sean similares a las que operan a nivel mundial...¿Lo anotó?
-“Ay si señor, pero es que todavía no le he explicado todos -enfatizó todos- los beneficios que tienen nuestra tarjeta...”
-“Y no me interesan -la interrumpí-, me enoja mucho que me crean tan tonto como para adquirir un producto al precio más alto del mundo. A ver, dígame ¿Cómo tienen organizada su base de datos?,¿por índice de candidez?, ¿empiezan del más cándido al menos cándido?”
-“Perdón...pero no entiendo sus preguntas” –contestó la chica, denotando cierta impaciencia, lo cual alentó mi sarcasmo
-“Sí me lo imagino, ¿Sabe cuantas veces me han llamado para ofrecerme una tarjeta en estas semanas? ¡Cinco veces! ¿Acaso piensan que la aceptaré por error o cansancio?”
-“Le juro que ésta es la primera vez que yo le marco...Me apena que mi llamada le haya enojado” –hasta ese momento su voz me pareció más humana y sincera, así que le dije un poco arrepentido:
-“Discúlpeme que sea tan descortés, a fin de cuentas éste es su trabajo “
-“No, al contrario, yo le agradezco su sinceridad, de verdad. Será para otra ocasión. Hasta luego”
El cambio en el tono de voz de la chica me alegró, de modo que más animado continué con mi lectura, ahora sobre las bombas del domingo por la noche...pero a los tres minutos exclamé en voz alta:
-“¿Acaso nos creen tan tontos como para tragarnos que eso fue una acción de guerrilla?¡Los lugares donde explotaron no son estratégicos, parece más un mensaje político!”
Por fortuna nadie me escuchó, así que pensé que mis reacciones se debían al humor con el que amanecí, pues las noticias son las mismas de todos los días.
A veces hay que luchar con nuestras propias creaciones, como en este divertido vídeo
-“Le llamo del banco “X” para decirle que podemos otorgarle una tarjeta de crédito ¿qué le parece?” -me dijo una voz femenina cuyo tono parecía insinuarme que me había sacado la lotería.
-“Discúlpeme señorita pero no me interesa “–contesté limitando mi lengua que apuraba un sin fin de respuestas sarcásticas
-“Pero ¿por qué? -`preguntó cambiando el tono al de sorpresa infinita, por negarme a recibir su “premio”
-“Yo sé que usted no tiene la culpa, pero le voy a decir lo que pienso” –tragué saliva para controlar mi enojo y le expliqué- “Por favor anote ahí en su programa de CRM, si es que lo tienen, que no me llamen más hasta que sus tasas de interés sean similares a las que operan a nivel mundial...¿Lo anotó?
-“Ay si señor, pero es que todavía no le he explicado todos -enfatizó todos- los beneficios que tienen nuestra tarjeta...”
-“Y no me interesan -la interrumpí-, me enoja mucho que me crean tan tonto como para adquirir un producto al precio más alto del mundo. A ver, dígame ¿Cómo tienen organizada su base de datos?,¿por índice de candidez?, ¿empiezan del más cándido al menos cándido?”
-“Perdón...pero no entiendo sus preguntas” –contestó la chica, denotando cierta impaciencia, lo cual alentó mi sarcasmo
-“Sí me lo imagino, ¿Sabe cuantas veces me han llamado para ofrecerme una tarjeta en estas semanas? ¡Cinco veces! ¿Acaso piensan que la aceptaré por error o cansancio?”
-“Le juro que ésta es la primera vez que yo le marco...Me apena que mi llamada le haya enojado” –hasta ese momento su voz me pareció más humana y sincera, así que le dije un poco arrepentido:
-“Discúlpeme que sea tan descortés, a fin de cuentas éste es su trabajo “
-“No, al contrario, yo le agradezco su sinceridad, de verdad. Será para otra ocasión. Hasta luego”
El cambio en el tono de voz de la chica me alegró, de modo que más animado continué con mi lectura, ahora sobre las bombas del domingo por la noche...pero a los tres minutos exclamé en voz alta:
-“¿Acaso nos creen tan tontos como para tragarnos que eso fue una acción de guerrilla?¡Los lugares donde explotaron no son estratégicos, parece más un mensaje político!”
Por fortuna nadie me escuchó, así que pensé que mis reacciones se debían al humor con el que amanecí, pues las noticias son las mismas de todos los días.
A veces hay que luchar con nuestras propias creaciones, como en este divertido vídeo
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