Una de las muchas lecciones que nos deja el polémico caso de las violentas reacciones por las declaraciones del Papa Benedicto XVI, es que nos hace ver el poder que puede tener la palabra.
Al momento de escribir este articulo ya se habían publicado en Google más de 3 mil notas en inglés y casi 1,400 en español respecto al tema. La tensión está al máximo y por diversos puntos del mundo musulmán se pronuncian protestas por unas palabras que tenían más de 700 años de haber sido pronunciadas por el emperador bizantino Manuel II Paleólogo (1391).
El poder de esas palabras ha despertado la ira de miles de hombres y quizá la muerte de una anciana. Y sólo han pasado unos días de la desafortunada cita del papa de Manuel II
El gurú de los artistas de Hollywood, Deepak Chopra escribió que en nuestros cuerpos las palabras se transforman en agentes químicos que pueden sanar o enfermar a nuestro organismo.
Las palabras pueden ser letales, pero también curativas y salvadoras, depende de quien las escuche, quien las diga y que intenciones tengan ambos.
No obstante todo lo anterior, la palabra nunca han sido tan críticas en su uso como ahora. Según Maurice Saatchi, los nativos digitales, es decir aquellos que nacieron con la era digital han desarrollado una nueva inteligencia con la cual son capaces de atender varias tareas a la vez, y la única manera de obtener su atención –desde el punto de vista de la mercadotecnia- es con el uso de la palabra.
Pero no se piense que esta es una declaración metafórica que invita al mercadólogo a hacerse experto en discursos. Staachi se refiere a una sola palabra, pues es el equivalente moderno a la dirección de una empresa o persona: “Solo hay una palabra ..., no dos, por lo que los empresarios deben de tener cuidado de escoger bien la palabra que los representarán pues se convertirá en el dios de su marca”.
Si como lector reconoces el poder de la palabra, quizá ya estás listo para responder la siguiente pregunta ¿ya tienes tu palabra? Es decir, ¿ya seleccionaste el término que te definirá y despertará emociones en los demás cuando la escuchen?
Al momento de escribir este articulo ya se habían publicado en Google más de 3 mil notas en inglés y casi 1,400 en español respecto al tema. La tensión está al máximo y por diversos puntos del mundo musulmán se pronuncian protestas por unas palabras que tenían más de 700 años de haber sido pronunciadas por el emperador bizantino Manuel II Paleólogo (1391).
El poder de esas palabras ha despertado la ira de miles de hombres y quizá la muerte de una anciana. Y sólo han pasado unos días de la desafortunada cita del papa de Manuel II
El gurú de los artistas de Hollywood, Deepak Chopra escribió que en nuestros cuerpos las palabras se transforman en agentes químicos que pueden sanar o enfermar a nuestro organismo.
Las palabras pueden ser letales, pero también curativas y salvadoras, depende de quien las escuche, quien las diga y que intenciones tengan ambos.
No obstante todo lo anterior, la palabra nunca han sido tan críticas en su uso como ahora. Según Maurice Saatchi, los nativos digitales, es decir aquellos que nacieron con la era digital han desarrollado una nueva inteligencia con la cual son capaces de atender varias tareas a la vez, y la única manera de obtener su atención –desde el punto de vista de la mercadotecnia- es con el uso de la palabra.
Pero no se piense que esta es una declaración metafórica que invita al mercadólogo a hacerse experto en discursos. Staachi se refiere a una sola palabra, pues es el equivalente moderno a la dirección de una empresa o persona: “Solo hay una palabra ..., no dos, por lo que los empresarios deben de tener cuidado de escoger bien la palabra que los representarán pues se convertirá en el dios de su marca”.
Si como lector reconoces el poder de la palabra, quizá ya estás listo para responder la siguiente pregunta ¿ya tienes tu palabra? Es decir, ¿ya seleccionaste el término que te definirá y despertará emociones en los demás cuando la escuchen?
Comentarios
Ahora oi que un líder islámico comentó que "El papa dijo que el Islam es irreflexivo y violento", cosa que no dijo, creo que ni leyeron bien la cita.
Saludos Eduardo