Asistir a la Segunda cumbre de Gobierno y Tecnología de IDC en medio de la tormenta política que vivimos en México, significó para mi una entrada exprés al Epcot Center de la Política.
Me senté en el “eTrenecito” y escuché entretenido y suspirante lo que podrían ser los gobiernos (federales, estatales y municipales) si se aprovecharan las tecnologías de información y los gobernantes se pusieran de acuerdo.
Sin ironía, disfruté lo que dijeron los ponentes, todos ellos expertos, cuando hablaron de temas tales como eDemocracia, eInclusión, eConsultas, ePlebiscito (así, sin guión, aunque la tendencia generalizada es poner un guión, en mi prehistórica escuela me enseñaron que el guión significa oposición).
Fue bueno saber que tecnológicamente es posible que yo pueda enviarle a mi delegación o municipio un mensaje de texto por telefonía celular solicitando un servicio y que éste podría ser administrado con eficiencia. Que si se crean sistemas de atención ciudadana se pueden construir importantes barreras a la corrupción y a las demandas caprichosas de autoridades locales. Que las oficinas no sólo ahorrarían importantes costos, si no que se verían libres de las toneladas de papel con las que se caricaturiza a los burócratas. (Como según parece ya ocurre esto último en la SHCP)
Fue gratificante saber que hay gente de la política que tiene fe en los beneficios del software y la arquitectura libres, que están conscientes y expectantes de que internet puede llegar por la infraestructura eléctrica. Que todos ellos hablen de que las exigencias del ciudadano son el principio y punto de partida para cualquier decisión de gobierno.
Cuando haya un candidato que provenga del área de las tecnologías de información y comunicaciones, lo voy a apoyar sea del partido que sea. Probablemente sea tan humano como todos los políticos –como los que hoy nos hacen sufrir-, pero al menos me hacen soñar con un país increíble, cuando hacen sus presentaciones en PowerPoint.
Me senté en el “eTrenecito” y escuché entretenido y suspirante lo que podrían ser los gobiernos (federales, estatales y municipales) si se aprovecharan las tecnologías de información y los gobernantes se pusieran de acuerdo.
Sin ironía, disfruté lo que dijeron los ponentes, todos ellos expertos, cuando hablaron de temas tales como eDemocracia, eInclusión, eConsultas, ePlebiscito (así, sin guión, aunque la tendencia generalizada es poner un guión, en mi prehistórica escuela me enseñaron que el guión significa oposición).
Fue bueno saber que tecnológicamente es posible que yo pueda enviarle a mi delegación o municipio un mensaje de texto por telefonía celular solicitando un servicio y que éste podría ser administrado con eficiencia. Que si se crean sistemas de atención ciudadana se pueden construir importantes barreras a la corrupción y a las demandas caprichosas de autoridades locales. Que las oficinas no sólo ahorrarían importantes costos, si no que se verían libres de las toneladas de papel con las que se caricaturiza a los burócratas. (Como según parece ya ocurre esto último en la SHCP)
Fue gratificante saber que hay gente de la política que tiene fe en los beneficios del software y la arquitectura libres, que están conscientes y expectantes de que internet puede llegar por la infraestructura eléctrica. Que todos ellos hablen de que las exigencias del ciudadano son el principio y punto de partida para cualquier decisión de gobierno.
Cuando haya un candidato que provenga del área de las tecnologías de información y comunicaciones, lo voy a apoyar sea del partido que sea. Probablemente sea tan humano como todos los políticos –como los que hoy nos hacen sufrir-, pero al menos me hacen soñar con un país increíble, cuando hacen sus presentaciones en PowerPoint.
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