La objetividad no es un asunto del pasado

El asunto de la credibilidad en los medios masivos es algo que no debemos perder de vista, sea cual sea el momento político o económico que vivamos. Si un medio pierde credibilidad por parte de su auditorio, está perdiendo en realidad su negocio mismo.

Este es un tema que deberán pensar seriamente todos los medios que están inclinándose seriamente por opciones políticas en estos momentos electorales. Contrario a su función de formadores de opinión, se han contagiado de la pasión por la que viven los políticos y dan sus opiniones a todas luces intencionales, sin importarles prácticamente lo que su auditorio piense.

Hay algunos que están cayendo en el cinismo, como es el caso del noticiero de radio de Eduardo Ruiz-Healy, que ante las quejas de su auditorio, responde que él no tiene que ser objetivo en sus comentarios, pues la objetividad no existe y es un invento de la época del autoritarismo unipartidista.

Tengo serías dudas de si este señor pasó por alguna escuela de periodismo, pero si así fue, todo lo que le enseñaron lo echó por la ventana. Sería bueno que repasara algunos libros de periodismo clásico de principio de siglo. Algunos de ellos lo escribieron en Inglaterra, en donde la influencia de nuestros líderes del pasado no llegaba.

Pero, como quizá no tenga tiempo o diga que de todas formas ya está pasado de moda, entonces es recomendable que lea lo que opina hoy un experto en el tema como Mark Hass, CEO de MS&L (Manning Selvage & Lee) que realizó una encuesta para PRWeek y encontró que casi la mitad de los ejecutivos de mercadotecnia (48.9%) habían declarado que pagaron por que se publicara o se les hiciera espacio en editorial en sus medios.

La cuestión de la credibilidad editorial es muy crítica para el futuro de las Relaciones Públicas y para los consumidores y los medios, si la gente con presupuestos de mercadotecnia grandes piensan que pueden comprar una historia, esto roza contra la misma premisa que los medios se han ganado: la noción de que hay un cerebro OBJETIVO que filtra la información. (Las mayúsculas son mías)

Esta es la confusión de la que se aprovecha Ruiz Healy para ser tan subjetivo en sus notas. Siempre hay un cerebro que filtra la información. Es cierto. Pero este cerebro debe de ser objetivo, (aunque todos estemos de acuerdo de que desde el punto de vista filosófico esto no es posible). Se trata de una obligación profesional, como la de los doctores luchar por la vida, aunque sepa que al final todos sus pacientes morirán.

En la era del consumidor/ciudadano/lector con el control en sus manos, los líderes de opinión deberían de preocuparse más por lo que piensa su auditorio que sus patrocinadores, si es que de verdad creen en las leyes del mercado.

Comentarios

Unknown dijo…
Como asiduo escucha de Eduardo Ruiz-Healy, te comento que sí, muchas veces dice que la objetividad no existe. Estoy de acuerdo con él.

Cualquier periodista que trata de ser objetivo se debe de limitar entonces nomás a recitar hechos, sin opinar, sin tomar lados. Y me pregunto, ¿existe tal periodismo?

Cuando lees La Jornada y Crónica, es muy obvia la línea editorial, los periodistas tienen sus banderas y hay auditorio para ellas. Yo creo que ninguna persona (ya no digamos periodista) puede decir que es objetivo, todos tenemos nuestra carga ideológica, cultural, política, racial, etc. Solo una máquina podría ser objetiva.
Eduardo:

Ahora sí me pusiste a trabajar ¿eh? Te agradezco todas tus participaciones y que expreses tu desacuerdo en este espacio.

Ese periodismo "objetivo" (así entre comillas) existe y gracias a él nos mantenemos informados de TODOS los puntos de vista. El periodismo profesional no te limita a recitar hechos, te permite expresar opiniones, pero te exige pluralidad y sobretodo no usar adjetivos.

El uso de adjetivos, además de que es una muestra de la falta de razones para argumentar, se convierte en un discurso autoritario que dificulta el análisis y la réplica.

Yo también era un escuca regular de Ruiz-Healy hasta que me convenció de su cinismo. Ahora sólo lo escucho como referencia de lo que piensan los nuevos talibanes del periodismo, como lo hago también con la Jornada que es la otra cara de la moneda.

Por cierto, "Taliban" es un adjetivo calificativo, que al emplearlo me hace muy parcial, subjetivo y reduccionista. (Aquí mo obligación sería quitarlo o explicar porque pienso eso y presentar cuales serían los argumentos en su defensa, pero como es un comentario, no lo voy a hacer, pues me llevaría toda la tarde)

Así como los noticieros de televisión nos quieren "ver la cara" con una supuesta objetividad, así también este nuevo tipo de "corrupción" periodística nos quiere engañar con el cuento de que la objetividad no existe para tener el pretexto de vomitar sus más profundos pensamientos tendenciosos, aunque devalore el ejercicio periodistico

La pluraridad sin adjetivos, es suficiente para mantener tu opinión sin limitaciones.
Unknown dijo…
¿Crees que cuando un periodista no es objetivo es corrupto? Sin duda sí hay muchos medios tendenciosos, curiosamente son los más consumidos. Noticieros por ejemplo como el del canal 11 que se me hacen muy objetivos tienen muy poca audiencia.

Creo que hay programas de opinión como el de Eduardo Ruiz-Healy que tiene comentaristas que precisamente dan opiniones, tiene entrevistas que por supuesto dan el punto de vista de un personaje, etc.
No, por supuesto que no creo que un periodista no objetivo sea corrupto. Pero sí creo que cuando un periodista no trata de ser objetivo, corrompe al periodismo. Es decir lo devalúa.

Los progamas de opinión deben analizar y mover a la reflexión, considerando los diversos puntos de vista. Deben enriquecer el conocimiento del público. Si puede expresar su opinión, pero no como la única verdad, si no como su opinión personal. No basta con que diga que expresemos que no estamos de acuerdo con él.
Unknown dijo…
De acuerdo, aunque existe siempre la decisión de cada uno de oir o leer un medio de comunicación, son las bondades del mercado libre.
Anónimo dijo…
A ambos, mi tocayo y Gustavo: no soy objetivo porque soy comentarista, no cronista. Digo lo que pienso y el público es libre de escucharme o no. Los únicos humanos objetivos están 3 m. bajo tierra o han sido convertidos en cenizas. Existen programas donde únicamente proporcionan información fría y "objetiva"; los míos no son de ese tipo. Pese a todo, gracias por expresar sus puntos de vista.

Eduardo Ruiz-Healy