Pasado y futuro de intentos en internet

Hace 10 años, quizá un poco más, acababa de cerrar un contrato con una empresa llamada NextGen para que nos diseñaran nuestra página web por la estremecedora suma de $30 mil pesos mensuales. Jorge Arredondo –si el apenas expresidente de la Cofetel, ¿quien nos iba a decir que sería tan famoso?- le explicaba a la coordinadora editorial, experta consumada en redes de área local, como teclear Yahoo en el browser de la computadora. También por esas fechas pegaba de brincos porque Tim Berners-Lee fundador del World Wide Web me había respondido una entrevista por correo electrónico y la publicaría como exclusiva en la portada.

Diez años apenas, pero parecen 50. Los cambios son tan rápidos por las facilidades que permiten las tecnologías ahora convergentes, que las predicciones que hacen los expertos consultados por la revista Red Herring por muy descabelladas que parezcan, tienen alta probabilidad de que se cumplan: dispositivos de conectividad en los cristales de nuestros anteojos y un dispositivo IP en nuestros oídos nos permitirán estar todo el tiempo en línea con video y audio, mientras otro aparatejo de radio frecuencia mandará señales al doctor sobre el estado de nuestra presión arterial y cardiovascular. Los negocios los haremos en un mundo virtual en donde pagaremos con dinero virtual, hablaremos con gente virtual y caminaremos por calles virtuales.

Bueno, eso de que “caminaremos” me suena a mucha gente y ese es el problema. Si la gente, el gobierno y las empresas en los países latinoamericanos no hacemos un esfuerzo por subirnos a la ola de la modernidad, no “caminaremos” por esas calles virtuales, caminaran otros y nosotros estaremos fuera del negocio y con un futuro negro por la pobreza intelectual , informativa y, por consecuencia, económica que este asunto nos significará.

No obstante el mundo mágico de las predicciones futuristas, la realidad, cuando menos en México, no parece acercarse a esa posibilidad. El papel de los jugadores son sumamente malos:


1.El gobierno ha publicitado mucho su proyecto eMéxico, sin mostrar una verdadera vocación para usar la tecnología como palanca de desarrollo del país. Miguel de Icaza un genio mexicano promotor de los sistemas abiertos, considerado entre los 100 talentos más importantes del siglo XXI y funcionario de una empresa global, propuso a Vicente Fox un ambicioso proyecto de conectividad y desarrollo de software libre en México que hubiera propiciado la generación y aprovechamiento de talentos mexicanos. De Icaza fue ignorado y se dejó pasar una oportunidad que otros países como Brasil, España e incluso Cuba están tomando.

2.Las empresas en México tienen un promedio de inversión en TI (tecnologías de información) del 1.2 al 1.4% del PIB, mientras que el promedio de los países de la OECD es del 3%. “Las pequeñas y medianas empresas que no inviertan en tecnologías de información van a desaparecer en 2 o 3 años” afirmó Sergio Ampudia, Vicepresidente de la Comisión Tecnológica de la Concamín en un foro organizado por IDC a finales del año pasado.

3.Los usuarios no son tampoco los más pujantes en este concierto. La tasa de crecimiento anual a caído del 35.4% en el 2002 al 14% en el 2005. En realidad los usuarios de internet en México han crecido a un ritmo de 2 millones por años. Si la tendencia siguiera así para el 2016 habría una penetración de 40%. Actualmente Estados Unidos tiene una penetración s del 64%. (Nota: en el artículo referido la persona entrevistada hace sólo referencia a la población urbana mexicana y no a la total, por eso las cifras parecen más altas de lo que las cifras oficiales mencionan.)


Pero no todo está perdido, aun nos queda nuestra esperanza, lo que me lleva a reusar una cita que me devuelve el optimismo:

“ El acto de identificar y evaluar eventos futuros posibles no es predecir el futuro, sino mejorarlo” escribe Edward Cornish, presidente fundador de World Future Society, editor de THE FUTURIST y autor del libro Futuring: The Exploration of the Future

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