-Cambios económicos drásticos por llegar
-México sin éxito en su intento de integrarse a la economía global
-Las PyMES en riesgo de morir: empresarios, desempleados del futuro
-Alternativas: locura y acción
-Mentefactura, creatividad, descubrimiento e influencia
Reflexiones para comenzar un año diferente
Por Gustavo Guerrero
Si usted piensa que lo que hoy hace y sabe es suficiente para sobrevivir el resto de su vida, está equivocado: cada año el mundo produce 800 megabytes de información nueva por cada ser humano en la tierra, incluidos niños, ancianos y analfabetas. Esto equivale a casi un metro de libros, si estuvieran impresos. (1)
Pero lo anterior es casi irrelevante cuando lo dimensionamos a nivel nacional: en el 2004 se registraron 181,232 patentes, de las cuales sólo 92 (0.051%) pertenecen a México, sin embargo, las aplicaciones tecnológicas hacia en futuro inmediato tendrán un dramático crecimiento tanto en la vida cotidiana como en el mundo de los negocios y la convergencia de las tecnologías de información, de biología, de materiales y la nanotecnología motivarán una revolución en todas las dimensiones de la vida humana. Esta nueva convergencia, que hace palidecer las anteriores, conllevará importantes cambios económicos: para el año 2020 la economía mundial será 80% más grande que en el 2000, y el ingreso per capita aumentará 50%; pero si en Latinoamérica persisten las actuales condiciones de pobreza, mal gobierno, rezago en la adopción de nuevas tecnologías y en la educación, será un área fértil para el crecimiento del terrorismo, el crimen organizado y las enfermedades pandémicas. (2)
Si lo anterior no le parece preocupante para su futuro, analice lo siguiente. Más de la mitad de los mexicanos que van a ser protagonistas de este cambio y que hoy deberían de estar preparándose para afrontar estos retos, no lo están haciendo: “ En México, de acuerdo al INEGI, para el año 2003 la población de entre 15 y 24 años ascendió a 20 millones 710 mil personas, representando el 20% de la población total del país. De estos jóvenes, más de la mitad (57%) no asiste a la escuela y cinco de cada diez con ganas de trabajar, forman parte de los desocupados.” (3)
México fuera de la globalización
No obstante el liderazgo de México en firma de tratados de libre comercio, los expertos en economía global no parecen impresionados; es más ni siquiera nos toman en cuenta. Según Stephane Garelli, profesor del International Institute for Management Development asegura: “los grandes serán Rusia ofreciendo las materias primas, Japón la tecnología, China la producción e India los servicios. Se avecina un nuevo mundo”.
Un nuevo mundo en el que por supuesto México no tiene un rol claro para desarrollarse.
En el informe sobre el Warton Global Alumni Forum 2005, publicado por el Boletín de Universia , el experto explicó que en este nuevo mundo 700 millones de personas se incorporarán al mercado de trabajo en países en desarrollo, pero... “ la acción, predecía Garelli, estará en el Este, con bajos costes de producción; aumentará su poder adquisitivo, que a su vez provocará que países como India o China se conviertan en proveedores de marcas, un proceso que ya está en marcha”.
En el mismo foro Paul Judge, presidente de la Royal Society of Arts, Manufacturers and Comerse explicó que la distribución del ingreso de los países ricos hacia los pobres se puede hacer de tres formas: la caridad, la ayuda y el comercio.
Este última es la opción por la que las autoridades mexicanas apostaron con las firmas de tratados comerciales con diversos países, pero las cifras del empleo, la economía y el número decreciente de industrias señalan que el uso de esta vía no es suficiente para superar nuestra posición en la economía global y, por el contrario, ha deteriorado la calidad de vida y empleo en el país: El Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, lo hizo notar en el pasado 25 de octubre, según reportó Infosel Financiero. El economista criticó que las políticas macroeconómicas de México no han ayudado al mejoramiento de la calidad de vida, al optar por bajar el ingreso real con el propósito de disminuir la inflación, no invertir en desarrollo humano, y no contar con un esquema tributario ni disponibilidad de créditos que aliente el crecimiento y la generación de empleos.
Al participar en la Tercera Cumbre de Negocios, refirió que la experiencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos se ha marcado por bajo crecimiento y la brecha del poder adquisitivo "Lo que se esperaba del Tratado de Libre Comercio era reducir esa brecha, y si bien ha habido sueldos estancados que aparentemente parecían bajar y ahora están creciendo, el cambio real en general en el salario han sido mínimo", dijo.
Stiglitz, consideró que ese mismo esquema de competencia ha aplicado México en su competencia comercial con China, pero remarcó que se trata de una estrategia equivocada.
Expuso que si bien México ha logrado mejoras en su economía y en materia de transparencia y corrupción, aún le falta mayor esfuerzo, y ante ello, elegir aún la oportunidad de elegir de las experiencias de éxito de otros países, pero destacó entre sus planteamientos un enfoque de "visión integral de competitividad", privilegiando la inversión en el desarrollo humano.
Las PyMEs en riesgo de morir
Las PyMES, según analistas y funcionarios del gobierno, son un motor de desarrollo para que el país evolucione. Las micro, pequeñas y medianas empresas del país, las cuales representan el 99% de la actividad productiva, generan 72% del empleo y aportan 54% del PIB nacional
Sin embargo, tampoco aquí las noticias son buenas: “Las pequeñas y medianas empresas que no inviertan en tecnologías de información van a desaparecer en 2 o 3 años” afirmó Sergio Ampudia, Vicepresidente de la Comisión Tecnológica de la Concamín. Ampudia, quien fue panelista en IDC Directions 2005, celebrado en la ciudad de México el pasado mes de octubre, explicó que aunque la competitividad de las empresas no depende sólo de las tecnologías de información, sino de muchos otros factores como la infraestructura, la seguridad y las acciones del gobierno, es definitivo que la aplicación de estas herramientas son altamente eficientes para incrementar la productividad de las empresas, sin embargo, la penetración de estas tecnologías es muy baja. “Debemos de plantearnos con mucha seriedad de la clase empresarial en México. Los empleados de mañana serían nuestros empresarios de hoy, remató
“Eso si bien nos va” -replicó Francisco Fernández, director de Investigación del Instituto Mexicano de la Competitividad-. Eso sería una noticia no tan mala si todos lográramos ser empleados de las trasnacionales que ocuparán el lugar de estas empresas. El problema es para ser empleado también hay que ser competitivo. Fernández, quien también participó en el mismo panel titulado”La Voz de los Expertos: Encontrando el Camino a la Competitividad a través de las TI (Tecnologías de Información)” comentó que el reto de México es obtener más con los mismos insumos. En México el promedio de inversión en TI es de 1.2% al 1.4% del PIB, mientras que el promedio de los países que forman parte de la OECD (Organisation for Economic Co-operation and Development) es del 3% y los más adelantados están arriba del promedio. “Parece entonces- explicó- que a mayor inversión en TI hay mayor competitividad”.
Alternativas
Ante este panorama, surge las preguntas que todos nos hacemos a menudo ¿podemos evitarlo? o ¿es mejor unirse a los millones de emigrantes que abandonaron el país junto con sus esperanzas por un futuro mejor? La mayoría nos hemos vuelto incrédulos, pero es precisamente esta actitud pesimista basada en nuestras experiencias, la nos está llevando a nuestro fatal destino, pues no hay acciones que lo impidan. Irónicamente lo que nos llevará hacia un mejor futuro es el optimismo, no obstante nuestra experiencia: “ El acto de identificar y evaluar eventos futuros posibles no es predecir el futuro, sino mejorarlo” escribe Edward Cornish, presidente fundador de World Future Society, editor de THE FUTURIST y autor del libro Futuring: The Exploration of the Future
Las posibilidades de construir un futuro diferente a lo que indican las predicciones está en nuestras propias manos. En cada uno de nosotros, no en las del gobierno ni en las de las grandes corporaciones. Aunque serviría de mucho su ayuda, no podemos esperar a que este destino nos alcance. En la poco exitosa película La Sombra de la Libélula (Dragonfly, 2002)de Kevin Costner, un impasible personaje, la hermana Madeline ofrece una sugestiva interrogación: Antes de que fuera usted doctor –le dice al incrédulo doctor Darrow- usted se imaginó que podía serlo. Todo lo que nos rodea en la civilización fue antes imaginado por alguien. ¿Si podemos crear este mundo con locura y acción, por qué no el siguiente?
Sea usted ejecutivo de una próspera corporación o propietario de una pequeña o mediana empresa, es imprescindible que tome el destino en sus manos pues nadie lo hará por nosotros. Este momento, ocaso de un año que sepultó nuestras fantasías de formar parte del bloque económico más importante del mundo, es el momento de voltear hacia nosotros mismos e imaginarnos un futuro que nos fascine y así empezar el año con acciones concretas para construirlo.
Aunque usted no lo crea hay personas que proponen acciones concretas y realistas para integrar a las empresas mexicanas mundo global, especialmente a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas. Este es el caso de René Villarreal, doctor en economía y presidente del Centro del Capital Intelectual y Competitividad.
Villarreal considera que en México, como en cualquier parte del mundo estamos en un nuevo juego, en donde la hipercompetencia global se consuma en los mercados locales. En este escenario no es el más grande, ni el más informado, ni siquiera el más influyente el que va a la cabeza del mercado: es el más veloz el que impone el ritmo de la competencia. La empresa que tiene mayor velocidad de aprender a innovar a lo largo de la cadena de valor tiene una ventaja competitiva sustentable que le permite participar en el mercado global. El factor estratégico que les permite a las empresas tener esta anhelada innovación es el capital intelectual. Es imperativo que estas agreguen valor en toda la línea de producción de manera continua y más rápido que la competencia
Para este destacado economista mexicano, las empresas para sobrevivir deben ser organizaciones inteligentes con negocios flexibles y ágiles. Inteligentes para aprender e innovar continuamente y con ello desarrollar capacidades de respuesta a los cambios. Flexibles para contar con productos, procesos y habilidades múltiples. Y ágiles para comercializar y soluciones integrales al cliente que sean competitivos a nivel global, regional y local. Para ello las empresas mexicanas tendrán que abandonar el tradicional modelo de manufactura, para convertirse en industrias de mentefactura, es decir en lugar pasar de los trabajadores manuales a los trabajadores del conocimiento. (4)
En el ámbito de las personas ocurre algo muy similar: en el mercado laboral del mañana un tema prevalece, si esto puede ser realizado por un robot, así será. La clave para permanecer empleado en el Siglo XXI de acuerdo con Richard Samson será para aquellos que hayan perfeccionado sus habilidades de creatividad, descubrimiento e influencia, que son cualidades hiperhumanas únicas y no automatizables (5)
Al final, la opción que tenemos como personas, empresas y país para integrarnos a la competitividad global no es permitiendo, con apática somnolencia, que nos arrope la información de cifras alegres y discursos triunfalistas que inundan nuestro entorno. Sino volteando hacia el interior de nosotros mismos, reconocer nuestras carencias de información y desarrollar, educar y perfeccionar nuestras habilidades. encontrando quienes somos verdaderamente, aquello que nos hace únicos
El Charaka Samhita, tratado sobre medicina milenaria de la India, tiene una enseñanza que muy bien podríamos como mexicanos redimensionar: “no hay sustancia en el mundo que no tenga valor medicinal, siempre que uno sepa como usarla” (6). Esto podría significar que nuestra solución o cura no es la flor de una exótica planta que sólo crece en los acantilados de una montaña extranjera y lejana. Ni –como en los cuentos infantiles- necesitamos del arrojado héroe que vuelva con éxito de su misión con la flor entre sus manos. Necesitamos más bien desarrollar nuestro conocimiento para saber como convertir en soluciones las sustancias que nos rodean.
Notas:
(1) How Much Information? UK Berkeley`s School of Information Management and Systems
(2) “The Contradictions of Globalization” Report of the National Intelligence Council's 2020 Project
(3) Observatorio del Desarrollo Humano, edición 20 de noviembre del 2004, publicado por Consultores Internacionales S.C.
(4) México hacia una economía avanzada en el siglo XXI: las condicioniones para el desarrollo de las empresas, agosto 17,2004 René Villarreal, doctor en economía, presidente del Centro de Capital Intelectual y Competitividad
(5) Samson, junto con otros expertos, analizan los puestos de trabajo del futuro. M ás información en el artículo Look at de Workforce of Tomorrow en The Futurist de Noviempre-Diciembre del 2005
(6) Robert E. Svoboda, Ayurveda Medicina Milenaria de la India, p. 212
-México sin éxito en su intento de integrarse a la economía global
-Las PyMES en riesgo de morir: empresarios, desempleados del futuro
-Alternativas: locura y acción
-Mentefactura, creatividad, descubrimiento e influencia
Reflexiones para comenzar un año diferente
Por Gustavo Guerrero
Si usted piensa que lo que hoy hace y sabe es suficiente para sobrevivir el resto de su vida, está equivocado: cada año el mundo produce 800 megabytes de información nueva por cada ser humano en la tierra, incluidos niños, ancianos y analfabetas. Esto equivale a casi un metro de libros, si estuvieran impresos. (1)
Pero lo anterior es casi irrelevante cuando lo dimensionamos a nivel nacional: en el 2004 se registraron 181,232 patentes, de las cuales sólo 92 (0.051%) pertenecen a México, sin embargo, las aplicaciones tecnológicas hacia en futuro inmediato tendrán un dramático crecimiento tanto en la vida cotidiana como en el mundo de los negocios y la convergencia de las tecnologías de información, de biología, de materiales y la nanotecnología motivarán una revolución en todas las dimensiones de la vida humana. Esta nueva convergencia, que hace palidecer las anteriores, conllevará importantes cambios económicos: para el año 2020 la economía mundial será 80% más grande que en el 2000, y el ingreso per capita aumentará 50%; pero si en Latinoamérica persisten las actuales condiciones de pobreza, mal gobierno, rezago en la adopción de nuevas tecnologías y en la educación, será un área fértil para el crecimiento del terrorismo, el crimen organizado y las enfermedades pandémicas. (2)
Si lo anterior no le parece preocupante para su futuro, analice lo siguiente. Más de la mitad de los mexicanos que van a ser protagonistas de este cambio y que hoy deberían de estar preparándose para afrontar estos retos, no lo están haciendo: “ En México, de acuerdo al INEGI, para el año 2003 la población de entre 15 y 24 años ascendió a 20 millones 710 mil personas, representando el 20% de la población total del país. De estos jóvenes, más de la mitad (57%) no asiste a la escuela y cinco de cada diez con ganas de trabajar, forman parte de los desocupados.” (3)
México fuera de la globalización
No obstante el liderazgo de México en firma de tratados de libre comercio, los expertos en economía global no parecen impresionados; es más ni siquiera nos toman en cuenta. Según Stephane Garelli, profesor del International Institute for Management Development asegura: “los grandes serán Rusia ofreciendo las materias primas, Japón la tecnología, China la producción e India los servicios. Se avecina un nuevo mundo”.
Un nuevo mundo en el que por supuesto México no tiene un rol claro para desarrollarse.
En el informe sobre el Warton Global Alumni Forum 2005, publicado por el Boletín de Universia , el experto explicó que en este nuevo mundo 700 millones de personas se incorporarán al mercado de trabajo en países en desarrollo, pero... “ la acción, predecía Garelli, estará en el Este, con bajos costes de producción; aumentará su poder adquisitivo, que a su vez provocará que países como India o China se conviertan en proveedores de marcas, un proceso que ya está en marcha”.
En el mismo foro Paul Judge, presidente de la Royal Society of Arts, Manufacturers and Comerse explicó que la distribución del ingreso de los países ricos hacia los pobres se puede hacer de tres formas: la caridad, la ayuda y el comercio.
Este última es la opción por la que las autoridades mexicanas apostaron con las firmas de tratados comerciales con diversos países, pero las cifras del empleo, la economía y el número decreciente de industrias señalan que el uso de esta vía no es suficiente para superar nuestra posición en la economía global y, por el contrario, ha deteriorado la calidad de vida y empleo en el país: El Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, lo hizo notar en el pasado 25 de octubre, según reportó Infosel Financiero. El economista criticó que las políticas macroeconómicas de México no han ayudado al mejoramiento de la calidad de vida, al optar por bajar el ingreso real con el propósito de disminuir la inflación, no invertir en desarrollo humano, y no contar con un esquema tributario ni disponibilidad de créditos que aliente el crecimiento y la generación de empleos.
Al participar en la Tercera Cumbre de Negocios, refirió que la experiencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos se ha marcado por bajo crecimiento y la brecha del poder adquisitivo "Lo que se esperaba del Tratado de Libre Comercio era reducir esa brecha, y si bien ha habido sueldos estancados que aparentemente parecían bajar y ahora están creciendo, el cambio real en general en el salario han sido mínimo", dijo.
Stiglitz, consideró que ese mismo esquema de competencia ha aplicado México en su competencia comercial con China, pero remarcó que se trata de una estrategia equivocada.
Expuso que si bien México ha logrado mejoras en su economía y en materia de transparencia y corrupción, aún le falta mayor esfuerzo, y ante ello, elegir aún la oportunidad de elegir de las experiencias de éxito de otros países, pero destacó entre sus planteamientos un enfoque de "visión integral de competitividad", privilegiando la inversión en el desarrollo humano.
Las PyMEs en riesgo de morir
Las PyMES, según analistas y funcionarios del gobierno, son un motor de desarrollo para que el país evolucione. Las micro, pequeñas y medianas empresas del país, las cuales representan el 99% de la actividad productiva, generan 72% del empleo y aportan 54% del PIB nacional
Sin embargo, tampoco aquí las noticias son buenas: “Las pequeñas y medianas empresas que no inviertan en tecnologías de información van a desaparecer en 2 o 3 años” afirmó Sergio Ampudia, Vicepresidente de la Comisión Tecnológica de la Concamín. Ampudia, quien fue panelista en IDC Directions 2005, celebrado en la ciudad de México el pasado mes de octubre, explicó que aunque la competitividad de las empresas no depende sólo de las tecnologías de información, sino de muchos otros factores como la infraestructura, la seguridad y las acciones del gobierno, es definitivo que la aplicación de estas herramientas son altamente eficientes para incrementar la productividad de las empresas, sin embargo, la penetración de estas tecnologías es muy baja. “Debemos de plantearnos con mucha seriedad de la clase empresarial en México. Los empleados de mañana serían nuestros empresarios de hoy, remató
“Eso si bien nos va” -replicó Francisco Fernández, director de Investigación del Instituto Mexicano de la Competitividad-. Eso sería una noticia no tan mala si todos lográramos ser empleados de las trasnacionales que ocuparán el lugar de estas empresas. El problema es para ser empleado también hay que ser competitivo. Fernández, quien también participó en el mismo panel titulado”La Voz de los Expertos: Encontrando el Camino a la Competitividad a través de las TI (Tecnologías de Información)” comentó que el reto de México es obtener más con los mismos insumos. En México el promedio de inversión en TI es de 1.2% al 1.4% del PIB, mientras que el promedio de los países que forman parte de la OECD (Organisation for Economic Co-operation and Development) es del 3% y los más adelantados están arriba del promedio. “Parece entonces- explicó- que a mayor inversión en TI hay mayor competitividad”.
Alternativas
Ante este panorama, surge las preguntas que todos nos hacemos a menudo ¿podemos evitarlo? o ¿es mejor unirse a los millones de emigrantes que abandonaron el país junto con sus esperanzas por un futuro mejor? La mayoría nos hemos vuelto incrédulos, pero es precisamente esta actitud pesimista basada en nuestras experiencias, la nos está llevando a nuestro fatal destino, pues no hay acciones que lo impidan. Irónicamente lo que nos llevará hacia un mejor futuro es el optimismo, no obstante nuestra experiencia: “ El acto de identificar y evaluar eventos futuros posibles no es predecir el futuro, sino mejorarlo” escribe Edward Cornish, presidente fundador de World Future Society, editor de THE FUTURIST y autor del libro Futuring: The Exploration of the Future
Las posibilidades de construir un futuro diferente a lo que indican las predicciones está en nuestras propias manos. En cada uno de nosotros, no en las del gobierno ni en las de las grandes corporaciones. Aunque serviría de mucho su ayuda, no podemos esperar a que este destino nos alcance. En la poco exitosa película La Sombra de la Libélula (Dragonfly, 2002)de Kevin Costner, un impasible personaje, la hermana Madeline ofrece una sugestiva interrogación: Antes de que fuera usted doctor –le dice al incrédulo doctor Darrow- usted se imaginó que podía serlo. Todo lo que nos rodea en la civilización fue antes imaginado por alguien. ¿Si podemos crear este mundo con locura y acción, por qué no el siguiente?
Sea usted ejecutivo de una próspera corporación o propietario de una pequeña o mediana empresa, es imprescindible que tome el destino en sus manos pues nadie lo hará por nosotros. Este momento, ocaso de un año que sepultó nuestras fantasías de formar parte del bloque económico más importante del mundo, es el momento de voltear hacia nosotros mismos e imaginarnos un futuro que nos fascine y así empezar el año con acciones concretas para construirlo.
Aunque usted no lo crea hay personas que proponen acciones concretas y realistas para integrar a las empresas mexicanas mundo global, especialmente a las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas. Este es el caso de René Villarreal, doctor en economía y presidente del Centro del Capital Intelectual y Competitividad.
Villarreal considera que en México, como en cualquier parte del mundo estamos en un nuevo juego, en donde la hipercompetencia global se consuma en los mercados locales. En este escenario no es el más grande, ni el más informado, ni siquiera el más influyente el que va a la cabeza del mercado: es el más veloz el que impone el ritmo de la competencia. La empresa que tiene mayor velocidad de aprender a innovar a lo largo de la cadena de valor tiene una ventaja competitiva sustentable que le permite participar en el mercado global. El factor estratégico que les permite a las empresas tener esta anhelada innovación es el capital intelectual. Es imperativo que estas agreguen valor en toda la línea de producción de manera continua y más rápido que la competencia
Para este destacado economista mexicano, las empresas para sobrevivir deben ser organizaciones inteligentes con negocios flexibles y ágiles. Inteligentes para aprender e innovar continuamente y con ello desarrollar capacidades de respuesta a los cambios. Flexibles para contar con productos, procesos y habilidades múltiples. Y ágiles para comercializar y soluciones integrales al cliente que sean competitivos a nivel global, regional y local. Para ello las empresas mexicanas tendrán que abandonar el tradicional modelo de manufactura, para convertirse en industrias de mentefactura, es decir en lugar pasar de los trabajadores manuales a los trabajadores del conocimiento. (4)
En el ámbito de las personas ocurre algo muy similar: en el mercado laboral del mañana un tema prevalece, si esto puede ser realizado por un robot, así será. La clave para permanecer empleado en el Siglo XXI de acuerdo con Richard Samson será para aquellos que hayan perfeccionado sus habilidades de creatividad, descubrimiento e influencia, que son cualidades hiperhumanas únicas y no automatizables (5)
Al final, la opción que tenemos como personas, empresas y país para integrarnos a la competitividad global no es permitiendo, con apática somnolencia, que nos arrope la información de cifras alegres y discursos triunfalistas que inundan nuestro entorno. Sino volteando hacia el interior de nosotros mismos, reconocer nuestras carencias de información y desarrollar, educar y perfeccionar nuestras habilidades. encontrando quienes somos verdaderamente, aquello que nos hace únicos
El Charaka Samhita, tratado sobre medicina milenaria de la India, tiene una enseñanza que muy bien podríamos como mexicanos redimensionar: “no hay sustancia en el mundo que no tenga valor medicinal, siempre que uno sepa como usarla” (6). Esto podría significar que nuestra solución o cura no es la flor de una exótica planta que sólo crece en los acantilados de una montaña extranjera y lejana. Ni –como en los cuentos infantiles- necesitamos del arrojado héroe que vuelva con éxito de su misión con la flor entre sus manos. Necesitamos más bien desarrollar nuestro conocimiento para saber como convertir en soluciones las sustancias que nos rodean.
Notas:
(1) How Much Information? UK Berkeley`s School of Information Management and Systems
(2) “The Contradictions of Globalization” Report of the National Intelligence Council's 2020 Project
(3) Observatorio del Desarrollo Humano, edición 20 de noviembre del 2004, publicado por Consultores Internacionales S.C.
(4) México hacia una economía avanzada en el siglo XXI: las condicioniones para el desarrollo de las empresas, agosto 17,2004 René Villarreal, doctor en economía, presidente del Centro de Capital Intelectual y Competitividad
(5) Samson, junto con otros expertos, analizan los puestos de trabajo del futuro. M ás información en el artículo Look at de Workforce of Tomorrow en The Futurist de Noviempre-Diciembre del 2005
(6) Robert E. Svoboda, Ayurveda Medicina Milenaria de la India, p. 212