¿Cuánto vale lo que ofreces?

Ya no recuerdo como lo aprendí, pero estoy seguro que fue en la vida práctica, y no en el perfecto mundo de la teoría, aunque es altamente probable que haya una norma, ley o tratado al respecto. De cualquier modo es terriblemente cierto: el valor de tu producto (o servicio) se determina no por lo que te cuesta, si no por lo que los demás están dispuestos a pagar por él.
Para muchos esto podría sonar irracional, impensable, una locura, pero es una realidad contundente. No importa lo que creas que tu producto vale, no importan tus costos, si no hay nadie dispuesto a pagar por él, no tiene ningún valor comercial. Esto por supuesto aplica para los negocios, pero prácticamente se puede aplicar a territorios muy lejanos, como los de la vida laboral e incluso sentimental. Tu puedes pensar que vales mucho, pero si nadie está dispuesto a pagar "el precio" que propones, no tienes ese valor, por cruel que parezca.
Es natural resistirse a este principio, pues da la impresión de que le estamos dando un valor comercial a ámbitos de la vida que en apariencia no lo tienen. Pero desde mi punto de vista como seres vivos hemos construido un mundo en donde el aprecio es una forma fundamental de convivencia.
Si dejamos de resistirnos y aceptamos esta idea, entonces podremos ver el mundo de otra manera: ¿Cuánto vale tu amistad? Su valor es el saldo que resida en la mente de tu amigo entre lo que el cree que ofrece y lo cree que recibe, según sus propios parámetros de valor de sí mismo y de tí. Por mucho que te esfuerces, tus acciones valdrán poco si tu amigo cree que él vale mucho y tú no. Y tus acciones serán muy apreciadas si los valores son inversos. La importancia reside en los parámetros de valor y en la posiblidad de moverlos. No en el esfuerzo.
Regresemos el ámbito de los negocios: ¿cuanto vale tu producto? Su valor es el saldo que reside en la mente de tu cliente entre lo que él piensa que paga (mucho o poco) y lo que cree que recibe, según sus propios parámetros de valor de sí mismo y del producto que está adquiriendo. El verdadero sentido de la mercadotecnia reside en conocer esos parámetros de valor del cliente y en la posibilidad de moverlos en beneficio de tu producto. No sólo en el esfuerzo por hacer mucho ruido con la publicidad y las relaciones públicas.

Comentarios

invertosanchez dijo…
creo que me estoy convirtiendo en un fiel lector de tu blog,, este articulo en particular me gusto mucho, y tiene tema para rato,, osea,, puedes hablar sobre eso bastante tiempo sin perder el interés, creo que tu blog es muy valioso, pero no estoy dispuesto a pagar por el,, por lo menos no ahora,, que estoy devaluado" ya que aun no encuentro a alguien que pueda pagar por mis culpas,, jejeje,, bueno esto ya fue broma mía,, felicitaciones por el blog,, y me mantengo al pendiente, saludos,
Muchas Gracias sanchofatal, creo que por que nadie aùn està dispuesto a pagar por el blog, sigue siendo (y seguirá) siendo gratis.

Aunque pensándolo un poco màs, quiza la moneda de cambio en el mundo del blog sea la atenciòn.

Saludos