A pesar de las particularidades culturales, los humanos somos muy similares, sobretodo en lo que a percepción se trata. Podremos tener diferentes opiniones respecto a un mismo tema, pero procesamos la información de la misma manera. Hoy Graham Hill nos recuerda que las investigaciones han encontrado que el 95% del tiempo nuestro cerebro trabaja en automático y que las experiencias anteriores son los parámetros con los que resolvemos los problemas comunes y, si es necesario, los no comunes.
Desde el punto de vista de la mercadotecnia, la publicidad y la propaganda, esto es un reto, pues ya que en por naturaleza a la gente no nos gustan los cambios, es más fácil persuadir cuando se ofrecen propuestas acordes con el modo de pensar preestablecido de la gente. Esto lo hemos visto en repetidas ocasiones en todos las teorías de la persuasión y sin embargo como individuos y como empresas nos empeñamos en nuestra necedad de querer CONVENCER a la gente de que nuestra idea, producto, servicio o persona son los mejores, cuando en realidad lo que la gente quiere es que esto sea como en su mente ya lo tiene predefinido. Por lo tanto si se quiere persuadir a alguien es mas importante COMPRENDER lo que nuestra audiencia piensa. Y esta comprensión no se limita a practicar la técnica del camaleón, que cambia de color según las exigencias de su entorno. La comprensión es profunda. Implica recrear el producto, el servicio o la imagen personal para que satisfagan las expectativas del público
Desde mi perspectiva en México existen dos aspectos a considerar desde el punto de vista cultural para lograr esta comprensión. El primero tiene que ver con nuestra historia reciente. No tiene muchos años que constituíamos una sociedad económica, de un solo partido política, una televisora y unas cuantas marcas en el mercado dominantes que simplificaban nuestras opciones de decisión. La apertura de fronteras, comercial y arancelaria nos ha traído una infinidad de opciones en donde no hay líderes definidos. El otro tiene que ver con nuestro modo de ser. Somos una sociedad que casi me atrevería a definir como auditiva. Son pocas las personas que analizan o estudian por medio de la lectura y la búsqueda de información. Desde los niveles educativos básicos, hasta los más avanzados preferimos escuchar y preguntar que leer y estudiar. Estos dos elementos hacen que la recomendación de boca en boca sea fundamental para cualquier posicionamiento de marca. Prácticamente esta forma de comunicación y verificación de la información esta presente en todas partas...hasta en los exámenes de las escuelas y universidades.
Es tiempo de revisar si la experiencia que sus clientes tienen con su producto, servicio o persona, corresponde a lo que ellos esperan por lo que su marca promete.
Desde el punto de vista de la mercadotecnia, la publicidad y la propaganda, esto es un reto, pues ya que en por naturaleza a la gente no nos gustan los cambios, es más fácil persuadir cuando se ofrecen propuestas acordes con el modo de pensar preestablecido de la gente. Esto lo hemos visto en repetidas ocasiones en todos las teorías de la persuasión y sin embargo como individuos y como empresas nos empeñamos en nuestra necedad de querer CONVENCER a la gente de que nuestra idea, producto, servicio o persona son los mejores, cuando en realidad lo que la gente quiere es que esto sea como en su mente ya lo tiene predefinido. Por lo tanto si se quiere persuadir a alguien es mas importante COMPRENDER lo que nuestra audiencia piensa. Y esta comprensión no se limita a practicar la técnica del camaleón, que cambia de color según las exigencias de su entorno. La comprensión es profunda. Implica recrear el producto, el servicio o la imagen personal para que satisfagan las expectativas del público
Desde mi perspectiva en México existen dos aspectos a considerar desde el punto de vista cultural para lograr esta comprensión. El primero tiene que ver con nuestra historia reciente. No tiene muchos años que constituíamos una sociedad económica, de un solo partido política, una televisora y unas cuantas marcas en el mercado dominantes que simplificaban nuestras opciones de decisión. La apertura de fronteras, comercial y arancelaria nos ha traído una infinidad de opciones en donde no hay líderes definidos. El otro tiene que ver con nuestro modo de ser. Somos una sociedad que casi me atrevería a definir como auditiva. Son pocas las personas que analizan o estudian por medio de la lectura y la búsqueda de información. Desde los niveles educativos básicos, hasta los más avanzados preferimos escuchar y preguntar que leer y estudiar. Estos dos elementos hacen que la recomendación de boca en boca sea fundamental para cualquier posicionamiento de marca. Prácticamente esta forma de comunicación y verificación de la información esta presente en todas partas...hasta en los exámenes de las escuelas y universidades.
Es tiempo de revisar si la experiencia que sus clientes tienen con su producto, servicio o persona, corresponde a lo que ellos esperan por lo que su marca promete.
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