Mientras
los llamados periodistas chayoteros se unen en protestas con los chairos más
inflexibles por el nombramiento de Bartlett , hacemos polémica con la reuión de AMLO con Meade y seguimos hablando de lo que deben
hacer los demás, científicos se ocupan de proyectos que terminarán haciendo lo
que hacemos nosotros.
Investigadores
han desarrollado un algoritmo de autoaprendizaje que le da a un robot una sencilla
pero importante destreza. El robot tiene una inteligencia que es capaz de
aprender de sus propias experiencias lo que le ha permitido manipular un cubo
con una habilidad extraordinaria.
El aprendizaje lo logró practicando durante
el equivalente a cien años dentro de una simulación por computadora, pero en la
realidad son solo unos pocos días en tiempo real.
La mano robótica
aún no es tan ágil como la humana, y demasiado torpe para desplegarse en una
fábrica o en un almacén, pero la investigación muestra el potencial del
aprendizaje automático para desbloquear nuevas capacidades robóticas. También
sugiere que algún día los robots podrían aprender nuevas habilidades dentro de
mundos virtuales, lo que podría acelerar en gran medida el proceso de
programación o entrenamiento y con ello desplazar mano de obra que pasará al mundo
de la población inútil.
El sistema
robótico, denominado Dactyl, fue desarrollado por investigadores de OpenAI ,
una organización sin ánimo de lucro con sede en Silicon Valley. Utiliza una
mano robótica de una compañía británica llamada Shadow, una cámara común, y un
algoritmo que ya domina un videojuego multijugador en expansión, DotA.
El
algoritmo utiliza una técnica de aprendizaje automático conocida como
aprendizaje de refuerzo. Se le dio a Dactyl la tarea de maniobrar un cubo para
que se volteara una cara diferente. Quedó por descubrir, a través de ensayo y
error, qué movimientos producirían los resultados deseados.
¿Debemos
preocuparnos? Más bien ocuparnos. Es tiempo de que cada uno de nosotros desarrollemos
otro tipo de habilidades y pensemos en un mundo diferente. La historia dorada creada
por un mundo mágico lleno de marcas que nutren a esas empresas sin “fines de
lucro” tendría que ser reemplazada por otro tipo de sueños en donde seamos
capaces de crear nuestro propio destino, sin esperar que el futuro será un
mundo de empleos.
Fuente
Comentarios