El post que publiqué sobre los bosques inútiles me dejó una
inquietud sobre todo lo que solemos pensar que no es útil. Bajo una perspectiva
mercantilista se podría generalizar que todo aquello que no genere riqueza
material es inútil e innecesario.
Pero esta generalización es incorrecta, incluso para los
negocos. En el libro de Porras y Collins "Built to Last" los autores encontraron
que las empresas exitosas que resisten
el paso del tiempo son aquellas que poseen una visión y valores consistentes
que les permita realizar proyectos cuya rentabilidad podría ser cuestionada en
el corto plazo.
Es decir en las
empresas, cuyo motivo esencial de su creación
es la generación de riqueza, requieren de una visión a largo plazo para
dar cabida a proyectos que no sean necesariamente rentables en sus comienzos,
pero que podrían convertirse en una diferencia competitiva relevante en un
futuro no definido.
Si esto ocurre en las empresas, ¿por qué no permitirlo en gobiernos y personas en donde su misión no es necesariamente la rentabilidad?
De
acuerdo con la visión hegeliana del Estado -la cual se suele calificar de optimista- la misión de éste sería el garantizar la
emancipación humana, es decir promover la liberación de cualquier clase de
subordinación o dependencia de los individuos.
Esta perspectiva del Estado no se distingue mucho de lo que los
practicantes de las religiones y artes orientales expresan respecto a la misión
del ser humano: liberarse de las tensiones internas para alcanzar la
iluminación:
“Si deseas percibir y comprender objetivamente, simplemente
no te dejes confundir por las personas. Despréndete de lo que hay
dentro o fuera de ti, distánciate de la religión, la tradición y la sociedad y
sólo entonces alcanzarás la liberación. Cuando no estés enredado en las cosas,
pasarás libremente a la autonomía”
Este pensamiento se le atribuye a Li Ching Yuen, un seguidor
del Taoísmo al que se le adjudica la inverosímil hazaña de haber vivido 256
años.
Sea verdad esta historia o no, la realidad es que es una
muestra de la visión del hombre como individuo: vivir libre y sin ataduras de
ningún tipo. Sin embargo pareciera que la sociedad nos empuja por otros
caminos, todos ellos relacionados con compromisos y pérdidas de libertad. Por
ejemplo; estudiar para ganar mejor, trabajar para vivir bien y tener créditos
para comprar cosas que demuestren que somos más que los demás.
Cuando pienso en actividades inútiles, curiosamente se me ocurren aquellas que de algún modo están más relacionadas con la realización personal y muy cercanas a la emoción que en algunas ocasiones definimos como felicidad.
Éstas son algunas que se me ocurren:
-Pasear
-Curiosear
-Amar
-Crear
-Reír
-Aventurarse
-Conocer
-Bromear
-Conversar
-Jugar
Por supuesto hay muchas más, aunque es probable que no hagan
rico a nadie. Son inútiles.
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