Estamos acostumbrados a que las innovaciones sean generadas por jóvenes intrépidos cuya inexperiencia les da el valor para producir ideas revolucionarias que los demás no se atreven. Sin embargo, no es una regla general. La innovación es patrimonio de los creativos y de los audaces. Humberto Hermosillo a sus 67 años nos da un ejemplo con la creación del filme “El Vicio Amoroso”.
Su aportación a la cultura digital y a la generación de nuevas formas de promoción es estupenda: obra hecha para reproducirse sin que se afecten los derechos de autor, recorte profundo de costos, pensada para proyectarse en la intimidad, grabada con recursos que cualquiera pueda tener a su alcance. Lo único necesario es el talento y la disciplina. Algo que no requiere de inversionistas, ni avales, no formatos financieros.
La historia es más que interesante.
Su aportación a la cultura digital y a la generación de nuevas formas de promoción es estupenda: obra hecha para reproducirse sin que se afecten los derechos de autor, recorte profundo de costos, pensada para proyectarse en la intimidad, grabada con recursos que cualquiera pueda tener a su alcance. Lo único necesario es el talento y la disciplina. Algo que no requiere de inversionistas, ni avales, no formatos financieros.
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