Expertos financieros, autoridades de gobierno, analistas y gurús anuncian una crisis mundial posiblemente mucho más difícil que la que vivimos en el 2008. Tantas personas asegurando esto, debe de hacernos reflexionar respecto a nuestro propio entorno tanto personal como profesional.
¿En qué le puede afectar a un responsable de mercadotecnia o comunicación en cualquier empresa ante la crisis que se avecina? Lo más probable es que ocurra un recorte muy agresivo a su presupuesto, tamaño de su área y, por supuesto, mayor exigencia para obtener resultados en un mercado que se reducirá, pues después de la turbulencia se espera la recesión.
Los directores generales tomarán medidas de acuerdo a las posibilidades reales de la empresa que dirigen, algunos encontrarán oportunidades, otras incluso podrían crecer, pero lo cierto es que la gran mayoría tendrá que prepararse para sobrevivir con menores ingresos por ventas, cobros difíciles y mercados deprimidos.
Ante un entorno así, los directores se verán obligados a reducir sus gastos para evitar caen en números rojos. Esto puede significar diferentes grados de recorte, pero en una situación muy difícil la tendencia sería mantener sólo los gastos mínimos indispensables para seguir operando; y esto dejaría a las áreas de mercadotecnia y comunicación con presupuestos inaceptablemente bajos.
Este escenario es el que podría adoptar un mercadólogo para prepararse para la crisis. Es el momento de revisar cada una de las actividades que se hacen para jerarquizarlas en orden de importancia de acuerdo con el retorno de inversión que representan. Es posible que hay otras tareas que provoquen pasión y convicciones profundas pero que no tengan los argumento suficientes para soportar una evaluación del ROI, éstas deberán bajar en jerarquía, nos guste o no.
Es necesario, por lo tanto, sacar la calculadora y medir todo lo que se está haciendo, prender la imaginación para buscar opciones de menor costo para hacer mejor lo que ahora se hace, afinar los criterios de medición haciendo a un lado aspectos emocionales generados por gustos y preferencias. Es el tiempo de la mercadotecnia alternativa.
¿En qué le puede afectar a un responsable de mercadotecnia o comunicación en cualquier empresa ante la crisis que se avecina? Lo más probable es que ocurra un recorte muy agresivo a su presupuesto, tamaño de su área y, por supuesto, mayor exigencia para obtener resultados en un mercado que se reducirá, pues después de la turbulencia se espera la recesión.
Los directores generales tomarán medidas de acuerdo a las posibilidades reales de la empresa que dirigen, algunos encontrarán oportunidades, otras incluso podrían crecer, pero lo cierto es que la gran mayoría tendrá que prepararse para sobrevivir con menores ingresos por ventas, cobros difíciles y mercados deprimidos.
Ante un entorno así, los directores se verán obligados a reducir sus gastos para evitar caen en números rojos. Esto puede significar diferentes grados de recorte, pero en una situación muy difícil la tendencia sería mantener sólo los gastos mínimos indispensables para seguir operando; y esto dejaría a las áreas de mercadotecnia y comunicación con presupuestos inaceptablemente bajos.
Este escenario es el que podría adoptar un mercadólogo para prepararse para la crisis. Es el momento de revisar cada una de las actividades que se hacen para jerarquizarlas en orden de importancia de acuerdo con el retorno de inversión que representan. Es posible que hay otras tareas que provoquen pasión y convicciones profundas pero que no tengan los argumento suficientes para soportar una evaluación del ROI, éstas deberán bajar en jerarquía, nos guste o no.
Es necesario, por lo tanto, sacar la calculadora y medir todo lo que se está haciendo, prender la imaginación para buscar opciones de menor costo para hacer mejor lo que ahora se hace, afinar los criterios de medición haciendo a un lado aspectos emocionales generados por gustos y preferencias. Es el tiempo de la mercadotecnia alternativa.
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