La infinita agonía de las redes sociales



Todo parece señalar que el predominio de las redes sociales está en fase descendente. Ya nadie está a gusto con ellas.
Las marcas han invertido toneladas de dinero para hacer presencia y ésta se ha tirado a la basura por la decisión de dar privilegio a las publicaciones de los amigos de los usuarios o la calidad de contenido generado por los usuarios, sino es que por la manipulación de las noticias por noticias falsas y robots que manipulan tendencias.

Los gobiernos no están contentos por la capacidad de la red de mover las tendencias de preferencia política. Todas las orientaciones políticas cuestionan y promueven las noticas falsas, generando un caos en donde nadie realmente está ganando, a menos que se considere victorias los logros momentáneos que todo político tiene en sus visiones corto de corto plazo
Los dueños de los grandes medios mundiales también presionan para que se controle la red, se privilegie la información y todo vuelva al orden, como estábamos acostumbrados que fuera

Pero además de esas fuerzas, quienes tienen la capacidad de dar el golpe de muerte son los usuarios que ante tanta confusión empiezan a abandonar las redes sociales, especialmente las generaciones más jóvenes que ya no sienten las redes sociales dominantes como propias de su generación.
Twitter, a pesar de haber reportado recientemente su primer trimestre con utilidades ha muerto desde hace varios meses, cuando los usuarios dejaron de crecer y cuando los bots inundaron las tendencias de modo para sesgar y desmotivar la participación auténtica de sus usuarios más fieles.

Su agonía será larga, quizás permanente porque los medios de comunicación no mueren fácilmente, como lo ha demostrado los periódicos tradicionales, la radio y la televisión. Se convierten en zombis, medios que viven sin cerebro y sirven a interés que sólo los enterados de los poderes fácticos comprenden cabalmente.

El siguiente en la lista es Facebook, no sabemos en qué se convertirá, pero ya jamás podrá ser lo que logró ser en sus momentos dorados, el medio de comunicación más dominante del planeta. Pero su muerte será aun más lenta. Aun cuenta con al fuerza de 2167 millones de usuarios de todo el mundo, pero hay países, especialmente los más desarrollados o mejor comunicados en donde su cifra de crecimiento ya es de un solo dígito y si se mira bien hay países como EUA y Canadá en donde sus usuarios decrecen y pasan menos tiempo en la red.

El último en la lista de decadencia es Youtube, la segunda red social más vista con 1, 500 millones de usuarios, pero donde las marcas empiezan a preocuparse por la calidad de contenido que crea el usuario y que puede dañar la reputación de su marca. Por supuesto que la tendencia de la gente es a ver cada vez más vídeo, pero no sabemos que giro tendrá esta red para poder conciliar los intereses económicos y políticos que se han creado en torno a la generación de contenido de los usuarios, especialmente por la continua ruptura de fronteras que los youtubers hacen con el objetivo de ganar y mantener su voluble audiencia.

Sin embargo, no hay nada nuevo bajo el sol. Las estructuras de poder de todas las sociedades han buscado siempre controlar los medios de comunicación y las sociedades siempre han encontrado la forma de crear promover y usar modos alternativos de comunicación. Sólo hay momentos más difíciles que otros, pero justamente en los difíciles es cuando la creatividad de la sociedad crea nuevas formas de comunicación.

Una posibilidad es que en el futuro seamos testigos de un giro inesperado en donde el papel intercambio de información de  la red de paso a una red de valor con inventos como el blockchain no solo para fines especulativos sino para transferencias de dinero, sistemas de pago, validación de convenios y contratos y nuevas formas de difusión de información con protección de derechos de autor a cargo de la misma sociedad y no de instituciones que solo tienes fines de lucro y encarecen la cadena de valor.

Los únicos entes que se encuentran en problemas ante esta nueva realidad son las empresas que ahora estarán obligados de buscar la forma de mantenerse en contacto con su audiencia. Estarán especialmente preocupados aquellas que apostaron todo a Facebook, olvidándose o relegando el resto de los medios de comunicación, desde los tradicionales hasta los más novedosos, como las relaciones públicas, el servicio al cliente, la creación y mantenimiento de bases de datos, blogs o publicaciones impresas y los mismos sitios web, que dejaron de posicionar en los buscadores.

Sin embargo, el reto más importante para estas empresas, es que sus tomadores de decisión se den cuenta de este cambio



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